No es la gran cosa

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SARA

Realmente no sé como sentirme con lo que hice, he tratado de desviar el tema o desviar cualquier sospecha que venga hacia mí en estas últimas semanas; no hablado con August, por lo menos esta cumpliendo lo que dijo, gracias a el ahora ya tengo dónde dormir hoy, en Hillerska. 

¿Por qué le hablaba?  ¿Por qué no me dijo antes? sabiendo de que Simón me ha conocido y estado conmigo toda la vida, y me demuestra tanto amor de hermana a hermano ¿Cómo se supone que yo iba a reaccionar al que él fuera escondidas con él? ¿por que lo hizo? 

Así que es verdad de cierta manera esta es mi forma de vengarme, de cierta manera igual no lo merece ,pero lo que importa  soy yo en este momento, ya no me importa como él está; parece que está completamente bien digo en Navidad la pasó todo riendo con familia y con todos, así que  supongo que él ya está completamente bien. Simón tiene que empezar a olvidarse de sus problemas y empezar a seguir adelante, lo que pasó ya no es la gran cosa.

Felice viene hoy a casa, es la primera vez que la veo después de vacaciones, ella me hace sentir aceptada, me entiende como nadie, ambas somos una estrella gigante juntas, una explosión. Mamá y Simón están sentados en el sillón viendo la tele, cenando con lo de siempre, y es entonces cuando entra con Felice a la casa, ella entra toda llena de chamarras, probablemente hace mucho frío afuera, no le quise preguntar la verdad, ella saludo a la familia y  mi mamá obviamente la recibió con mucho amor y nos dirigimos a mi cuarto para estar un poco lejos de ellos, no quiero compartir... ellos no entenderían mi relación con Felice.

Felice está sentada sobre el piso; realmente no sé que llevarme para Hillerska, estamos empacando todo lo que puedo llevar, mi closet está completamente votado de ropa se ve asqueroso. Pero ni está feliz puede evitar hablar de esto por Dios porque están tan obsesionados con lo que pasó. --¿Cómo ha estado Simon?-- me pregunta, yo sólo le digo --No lo sé, hablamos poco y sale mucho-- y ella vuelve a preguntar --¿Crees que está triste?-- yo le respondo-- Si, bueno no sé...Pero eso no justifica lo que hizo--  por favor ya no quiero volver a hablar lo de mi papá, pero ahí va otra vez Felice --¿Crees que quiera volver a tenerlo como familia? a tu papá me refiero --        --NO-- le respondo sería, y cerramos la conversación. 

Me recuesto sobre la cama, Felice pone música en su celular, y se levanta para ir a mi closet. Veo que abre varios cajones, pero fija la atención en uno de ellos.

--¿Qué es esto?-- dice riendo y mostrándome mis calzones de uso diario. Son enormes y con algunos estampados, dios que pena. 

--Dámelos, no-- corro hacia ella -- no los veas-- cierro el cajon que porcierto esta lleno de calzones como esos y peores.

--¿...No tienes?-- no Felice, mi mamá es quien me compra mi ropa -- No te preocupes, luego compraremos unas-- 

Agarro en bola toda la ropa que tengo tirada en mi closet y la azoto contra la cama, mientras que Felice abre otros armarios y saca abrigos, se prueba uno de color rosa... el rosa le queda muy bien a Felice, en realidad todos los colores. De un momento a otro, ambas nos perdemos entre la música y lo que era empacar mi ropa, se volvió en un desfile de modas. Mi mamá toca a la puerta en plena movida de baile, lo que hace que Felice se ría.

--¿Necesitan algo mis niñas?--

Volteo a ver a Felice y ella responde --No, gracias, todo esta bien--, alcanzo a ver cómo Simón entra a su cuarto un poco agitado, cierro la puerta y vuelvo con Felice.


SIMON 

Sara sigue fingiendo que es otra persona al estar con personas con Felice, no entiendo cómo es que mi mamá se sigue cegando ante eso, a veces me pregunto si aparentar una imagen  es lo que ambas quieren.

Cenizas de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora