Miércoles en Bjärstad

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SARA

Madison es el tipo de chicas que cuando no puedes tener una buena comunicación o buena química, hace lo que pueda para que pueda conectarse contigo. Siempre que estamos solas sin Felice es una sensación un tanto rara, con silencios incomodos y con Madison tratando de poner un tema de conversación. 

---¿Entonces tu prima va a venir?--- Lo dice como si estuviera nerviosa.

--- Eso creo. ---

--- ¿Cómo es ella? ¿Crees que le agrademos? Simon dice que es cool.--- Madison. Creo que ella ya tiene una intención por debajo.

--- Es linda. Sabe cómo hablar con la gente, pero no habla mucho de ella, sólo le gusta estar presente---

--- ¿Por qué?--- Madison si lo supiera ya te lo hubiera dicho. Lo bueno es que Felice llego al jardín en ese momento. 

--- Hace demasiado frio ¿De qué estaban hablando?--- Felice. De nada importante en realidad. 

--- De lo del Sábado--- Madison. --- Claro! ¿Ilse vendrá?--- Felice. Ahora las dos están obsesionadas con eso.  

Vi a August llegar por la fuente, mierda, nunca se junta con nosotras ni siquiera para decir buenos días ni nada parecido. 

--- ¿Quién vendrá?--- August, con una voz super irritante.

---¿Qué te importa?--- Madison.

--- Al parecer alguien despertó de malas hoy--- exclama August mientras le soba la barbilla a Madison y ella lo empuja.

--- Vete a la mierda--- Madison.

--- Das vergüenza--- agregó Felice.

August se me quedó mirando esperando a que yo le dijera algo, pero no me miró de la misma manera que miro a Madison y Felice, al final de todo se fue apretando los labios. -- Es un idiota-- escuché decir a Felice. 

--- ¿Quién será la estúpida que caiga sus pies ahora? --- Madison.

ILSE

No puedo quedarme en casa de Linda así cómo si nada, aunque no pueda pagarme una escuela por mi cuenta, voy a trabajar entre semana a la librería que esta en el centro de Bjärstad. Es un trabajo normal, les sirvo café a las personas que estén leyendo cerca, es una librería pequeña así que normalmente no esta llena de gente. Cada día viene la misma mujer de alrededor de 40 años por el mismo café --- ¿Me podrías dar el especial del día?--- aún no sé cómo no es que se ha dado cuenta que no ha cambiado desde hace 3 semanas, pero no sé queja y siempre aparenta no impórtale y deambula por los pasillos. 

No me dejan traer mis grises y lápices al trabajo así que sólo puedo observar a la gente para sacar inspiración de lo que un futuro pueda pintar. O simplemente busco inspiración en pinterest. A las 3pm normalmente no viene nadie, así que es mi tiempo de "descanso" en los cuales me preparo un emparedado y stalkeo a personas en mi Instagram. No tenía idea que el hermano del príncipe Wilhem había muerto, eso debió ser un golpe bajo muy cabron.  Ya no puedo decir su nombre sin pensar que ahora es "Príncipe Heredero" . Escuche la campana , no pude ni dar una mordida a mi emparedado, pero bueno... la rutina de siempre.

--- Hola bienvenido a la Carta Morada ¿Se le ofrece algo?--- digo mientras limpio la barra, sin realmente ver al cliente.

--- ¿Ilse?--- una voz masculina. Alzo la mirada, lo reconozco, sigue teniendo la misma mirada, me sigue viendo cómo a una niña de 6 años, cómo si aún pudiera hacerme daño. Tengo miedo.--- ¿Qué haces aquí? ¿Desde cuando estasaquí? Has crecido--- lo dice acercándose a la barra. 

--- ¿Qué haces aquí?--- trató de decirlo lo más segura que puedo pero mi voz se corta.

--- Pasaba por la promoción del 2x1 encafés expresso--- dice Micke, padre de Simon.

---¿Es lo único que vas a querer?--- le doy la espalda mientras preparo lo que pidió

--- Si--- Mike. Trato de evitar el contacto visual a toda costa, y evadir cualquier conversación con el. Es como si tuviera a mil agujas apunto de clavarme en mi espalda.

--- ¿Estás estudiando aquí? ¿Te estasquedando con Linda?--- Micke.

--- No,  estoy con unos amigos--- Mentir es la única manera que puedo evitar que él vaya de nuevo con Sara. 

---¿Ves seguido a Sara y Simon?--- Micke.

--- NO.--- yo.

--- Si los llegas a ver les ¿puedes mandarmis saludos?---No le contesto, sólo le doy sus cafés y no lo veo a los ojos. --- Son seis kronas---.

Él busco dinero en sus bolsillos, pero no saca nada, sólo mete sus manos en los bolsillos. No trae dinero. Se le llego a caer un par de centavos, dulces, encendedores y cigarros doblados sobre la barra. --- Sólo vete--- me quejo. El se fue "apenado" del lugar. Tuve ansiedad toda la tarde desde que lo vi. 

Durante la tarde/noche, no vino nadie así que empecé a limpiar el lugar. Ya había puesto el letrero de "Cerrado". El silencio alrededor es pacifico, me hubiera gustado poner un poco de música y bailar con la escoba, pero no traje mi cargador y tengo poca batería.  Pero Simon toco la puerta cómo un mono. Sentí hasta cómo mis manos temblaron al golpeteo de sus manos. 

--- ¡No mames! ¡me asustaste cabron!--- Le grito. Le abro la puerta, y entra cómo niño a sentarse sobre la barra.

--- Vámonos--- dice emocionado.

--- Ummm ¿Qué no ves?--- tengo bolsas y escobas alrededor del lugar, pero Simon cuando esta emocionado ignora todo lo que esta alrededor. Le hice señas para que me ayudara, y saco las bolsas de basura al contenedor detrás de la librería y yo acomodé las sillas.

Tengo frio hasta en lugares dónde no sabía que podía sentirlo. Rosh esta jugando futbol, estoy cantando junto con Ayub ""Vamos Bjärstad, vamos" "Bien" "Bjärstad bien" "VAMOS ROSH" "DALE A LA PELOTA". Simon parece estar en un viaje lucido porque esta acostado jugando con el caucho del pasto mientras esta lloviznando. 

---¿Qué haces ahí pequeño Simi?--- le dice Ayub en tono de broma.

--- No me llames así--- Simon.

--- Párate que te vas a enfermar--- Ayub mientras lo levanta y lo limpia del caucho. 

Le ofrecí un poco de papas fritas que había comprado, pero después de un par de minutos las papas ya habían desaparecido. 

Rosh perdió el partido, pero esa no es razón para no pasarla bien. Ayub normalmente es quien toma las fotos así que nos estuvo tomando fotos tanto a Rosh cómo a Simon. Después de tomar una selfie de los cuatro, Ayub salió corriendo por el estacionamiento. A todos nos nació el impulso se seguir con el. Corrimos entre las personas, y las baquetas desniveladas. Simon choco con un par de señoras que estaban charlando. Rosh hacia brincos al estilo parkour entre las baquetas, yo alcancé a Ayub y jugamos carreritas hasta las motos. Cuando llegamos todos estábamos agotados, ahogados en nuestra misma respiración. Simplemente fue un momento de mucha adrenalina y entusiasmo. 

---No hagamos eso de nuevo--- Simon, tirado en el piso.

--- Tienes razón, me dieron ganas de vomitar--- Ayub.

--- Ni modo, te toca conducir--- le digo a Ayub y me da un empujon.

--- Ya vamonos, ya me cansé, tengo hambre--- Rosh. 




Cenizas de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora