Cenizas de la corona

Oírte siempre es un mar de emociones

WILHEM

" No ¿y tú? " 

" No lo sé"

" No fue mi intención lo que paso con el coro" 

" Lo sé" 

"Supongo que esta será la única manera en que podamos hablar" 

"¿Deberíamos seguir hablando?"

August entro a la habitación y bote el celular a la cama. 

--- La cena ya va a empezar ¿Vas a ir?--- mientras se cambia se cambia de suéter.

--- Comeré aquí--- No creo que alguien quiera hablar conmigo sin que sientan me pena por mi.

--- ¿Quieres que te traiga la comida?--- August.

---No.--- le digo firme e igual en modo de queja. Creo que entendió el mensaje y salió de la habitación. 

Tomo uno de mis libros que deje debajo de mi cama, y prendo las luces led. Quiero dormirme, entrecierro los ojos, pero tocan la puerta. --- ¿Si?---. 

---Príncipe Wilhem, ¿Le debo de recordar que tiene que cenar?--- Malin del otro lado de la puerta.

--- Si --- Mierda --- Voy en unos minutos. 

En la cena estuvimos los de siempre, los de tercero August, Vincet, Nils, el otro que creo que se llama Lars, los de segundo con quienes realmente no tengo contacto y nosotros de primero Henry, Walter y yo.

No quería comer, así que sólo estuve moviendo los utensilios dentro del platillo.  Estaba callado, honestamente, nadie me miro con lastima o algo parecido, todos estaban en su mundo. 

--- ¿Cómo has estado? --- Henry.

--- Bien--- yo.

--- ¿Viste el partido de anoche?--- Henry.

--- Si, claro, estuvo bueno la verdad --- No vi el partido, sólo una reseña de lo que pasó, pero quiero entablar una conversación con el, no quiero ser el niño callado. Estuvimos hablando toda la cena sobre el juego que supuestamente vi, Henry fue quien habló más; mientras tanto, no me comento nada de porque no estaba comiendo ni nada, el estaba tan emocionado por contarme el juego de su equipo favorito que no prestaba atención a otras cosas. 

Después de un tiempo, Henry ya se había ido porque creo que no alcanzó tiempo para ducharse.  Casi todos se estaban yendo a sus habitaciones, fui el único de primero que sé quedo hasta tarde. Me sentí sólo. La comida ya estaba fría, pero no quiero que el supervisor vea que no comí  nada durante la hora de cena, así que empecé a comer bocados grandes de la pasta con pollo que nos dieron, cada que mi boca tenia un poco más de espacio llevaba más y más comida hasta acabarme el plato. Me termine el plato en menos de 3 minutos. 

SARA

August es un chico especial, el cuál se deja ir por su ego, el cuál finge ser un grande cuando en realidad es de lo más sencillo manipular. El plan es simple con el: que el siga pensado en que tenemos una "linda relación" mientras que yo viva aquí y mi promedio pueda cubrir toda la beca para dejar de depender de el. 

Y ahí esta, acaba de entrenar así que se acerca al muelle remando. 

--- Hola--- le digo con una voz tierna.

--- Hola--- Bajándose del bote. --- ¿Qué ocurre?---. August debe de sentir que pienso en el constantemente y que estoy enamorada de cada momento que pasamos juntos así que resalto algunas cosas que ocurrieron. No hay nadie cerca así que tanto yo cómo el nos sentimos libres de hablar. 

--- Me lastimaste--- fue lo primero que pensé.

--- ¿De qué hablas?--- acercándose más a mi, tomándome de ambas manos. 

--- Cuando estábamos en tu cuarto, me agarraste el cuello y me dolió---

--- Perdón--- lanza mi cabello para atrás y ve mi cuello, esta un poco rojo pero fue por que me lo maquille, en realidad no me dejo marca aquella vez --- No fue mi intención.

--- Sólo avísame cuando lo hagas --- le digo mientras me meto en sus brazos. 

--- Si, no hay problema ¿Quieres que te de algo para la marca en el cuello?--- él.

---No--- fue un poco seca mi entonación. --- Sólo quiero ayudar--- él. 

--- Estoy bien--- le digo mirándolo a los ojos y peinándole el cabello.  El me mira totalmente hipnotizado. 

--- Te ves hermosa--- me da un beso en la frente.

--- Tu igual te ves hermoso-- yo.

August me abraza y me mantiene en sus brazos, contra su pecho. 

--- No quiero perderte --- él.

--- Okay, no lo harás. Te lo juro--- le sobo los brazos. 

--- ¿Entonces no te gusto?-- él.

--- Nunca dije que no me gustara, sólo avísame cuando lo hagas para que ambos lo podamos disfrutar--- yo. El me jalo de la cadera y me dio un arrimón y apretó uno de mis glúteos. El hecho de que August sabe cómo hacerme sentir bien con el siempre se trata de lo sexual, y no me arrepiento. 

SIMON

Cada día de clase me tengo que sentar del lado opuesto al que Wilhem decida sentarse. De vez en cuando cruzamos miradas,  se ha vuelto una costumbre sólo mirarnos sin representar ninguna emoción, lo cual me ayuda. Aún no tengo definido que es lo que quiero que suceda entre Wilhem y yo, conozco lo suficiente a Wilhem para saber que el quiere que volvamos a ser los de antes; pero nada puede volver a ser lo mismo. Wilhem ha pasado por muchas cosas, las cuales me gustaría escucharlo y abrazarlo, pero si entro ahí... lo único que haré es olvidar lo que yo tengo. Ese siempre fue el problema, la relación giraba entorno a él, no entorno a ambos. No merecí todo el daño que me provocaste, pero reconozco que nunca fue tu culpa. 

Felice y yo nos hemos vuelto más unidos, más que nada cuando estamos en el taller de música. Ella transmite mucha ternura y comprensión al mismo tiempo. Estamos junto al piano, mi mamá estuvo tarareando esta canción hace un par de noches, la melodía se quedo en mis oídos y la intento hacer mediante el piano. 

--- Es la Vie en Rose--- Felice --- ¿Sabes la letra?---

--- No sé francés ¿Tu sabes?---

--- No--- Felice, se escondió entre sus hombros.  Yo le di un empujón a su hombro, para que entrará en confianza, al final de todo no había nadie cerca. --- Okay, pero no te rías---

Empiezo a tocar y Felice, tiene la voz un tanto insegura, no la volteo a ver para que pueda encontrar su tono sin ninguna presión. Después de unos segundos pudo relajar la voz, aunque sean notas muy altas y alargadas; se le salió un gallo de por medio, casi igual al de Luis Miguel cantando "La chica del bikini azul". No pude evitar reírme

--- No que vergüenza noooo--- mientras me tapaba la boca.

WILHEM 

Alcancé a escuchar a Felice cantar desde mi casillero, camine hacia el salón de música, con una media sonrisa en rostro, nunca había escuchado cantar como tal. Malin camina detrás de mi, es lo único que no me  hace disfrutar el momento. Me recargue en la puerta y vi como ella y Simon estaban riendo. Simon toco una pieza de la canción con un poco de adrenalina, parecía saltar de felicidad. Él noto mi presencia y le sonreí, oírlo reír es un mar de emociones. Vi la manera en que la miraba, me sentí un poco triste al no poder recordar cuando el me miraba de esa manera. Cuando estas en una mala situación, lo único que puedes recordar con claridad son los momentos grises. Sentí cómo Malin se me acercaba más y más, no quiero poner a Simon en riesgo, así que me fui y Simon se me quedo viendo con confusión.