¿Te da vergüenza quien eres?

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SIMON

Wilhem me siguió hasta el patio trasero, él lo sabía todo y no me lo dijo ¿Él me traiciono? ¿Lo hizo por alguna razón en especial? No me quiero enojar, no... no quiero armar una maldita escena, pero es que él es tan confuso. No sé ni que estoy sintiendo ahora, me falta el aire para calmar mi mente, pero Wille me abrazó la espalda, mi respuesta fue zafarme de él. No me aleje de él, es ahora o nunca. Me voltee a verlo. Él tenía miedo en los ojos.

—¿Por qué no me lo dijiste?... ¿Desde hace cuánto tiempo lo sabías?

Se tomo su tiempo para responder —Lo supe desde antes.

—¿A qué te refieres con antes? —no me respondió y comenzó a morderse las uñas —Pudiste habérmelo dicho ¿sabes?

—Perdón, no pude hacerlo.

—¿Por qué no hiciste nada? Y... sigues igual ¿Te da vergüenza quien eres? ¿Sabes cómo me siento cuando gente que no conozco ni una mierda se me queda viendo? Todos aquí piensan que tu eres el pobre principito. Todos te consienten a ti ¡Por favor! ¿Cómo creíste que iba a terminar yo? — no me miraba a los ojos, quizás lo hice llorar, tengo ganas de abrazarlo, pero no quiero terminar lastimado.

—Lo sé.

—¿Lo sabes? — tome aire y me calme — Tuviste la oportunidad de cambiar todo y no lo hiciste.

—No lo quería hacer, perdón.

—Ya es muy tarde para pedir perdón— Le di la espalda para irme y... mi mente sólo daba vueltas, no me entendía ni a mí mismo.

—Quiero estar contigo, pero no quiero hacerte daño.

—No podemos volver, así como nada, Wille... no somos niños.

—Lo sé. Si pudiera hacer algo mas ¿estarías conmi... estarías dispuesto a por lo menos hablar conmigo?

—¿De qué hablas?

—De ser más, no sé.... Mierda de ser más abierto— Y la corona le pesa, una vez más. Es su excusa perfecta.

—¿Te da miedo que seas visto conmigo? — A Wille le costaba mantener el contacto visual e intentaba igual fijar su atención a otro lugar. Igual pude notar cómo se apretaba el puño... para no llorar.

—No. No sé que es lo que soy, pero contigo me siento bien.

Me acerque unos pasos hacía el, tenía los nervios en todo el cuerpo, pero una parte de mi estaba segura —Yo no soy quien decide quién eres tu— Pensé que ese era el final de nuestra discusión y estaba por irme... ya que Wilhem se quedó callado.

—No necesito ponerme una etiqueta para saber que te quiero a ti— Me quede mudo, ahora realmente no sabia que decirle. Lo mire a los ojos, trate de entender que es lo que pasaba, tuve la intensión de tomarle de la mano.

—No me mires así si no vas a quedarte— fue muy tarde para cuando termino su frase yo ya lo tenía en mis brazos —Por favor...

—Wille, no puedo confiar mucho en ti— le susurré al oído.

—Lo sé... lo sé.

ILSE

Dejé a August en su habitación, no hablamos ni nada. Sólo me quede al lado de él, fue raro. No tengo ni la menor idea de que este pasando con Simon, lo único que espero es que no este golpeando a nadie cerca, si esta con Wilhem por lo menos está a salvo, creo.

Me encontré a la directora en el pasillo mientras buscaba a Simon. Me dijo que vamos a tener una cena especial por la noche, es especial porque viene "Su Majestad" también me dijo que una tía de Wilhem igual venía y que le dijera a August. Minutos antes ya me había dado su número así que sólo le envié un mensaje diciéndole.

Me siento mal por August, a veces creo que todo esto es a base de qué bando estas. Pero yo no soy así, la manera en la que August me vio gritaba "ayúdame". Creo que eso lo saque de mi madre, estar pendiente del otro – pase lo que pase.

MADISON

Las cosas no han salido como yo hubiera pensado, o cómo yo había planeado. Hoy intente hacer un poco de cardio, pero me quede plantada en el piso, intente con Yoga pero ni podía concentrarme. Me quedé toda la tarde en cama, viendo un reality show que encontré en línea. Cuando entró Felice parecía estresada, no me quiso contar porque... así que sólo éramos dos personas simplemente existiendo. Ella tomó una ducha, después se puso unas mascarillas y cremas.

—¿Ya sabes que ponerte hoy? — me pregunto mientras buscaba cosas en su armario.

—No lo sé— di un respiró, pero creo que fue un respiro de "no quiero hablar, vete". Felice dejo el armario y se acostó al lado mío.

— ¿Estas bien?

Me tape la cara con una de las almohadas, quería gritar en ese momento —Estoy confundida— me quite la almohada y me gire hacia ella —¿Y tú? ¿Qué hay con Sara?

—No lo sé—a veces pienso que nadie sabe que mierda estamos haciendo o sintiendo.

—¿Te enoja que ella este con August?

—No. En algún punto lo aceptaría, tampoco es que la limite a no tener relaciones con quien ella quiera— se tomó su tiempo para seguir—Pero nos lo oculto por mucho tiempo. Creo que de alguna manera sólo nos esta usando... no sólo a August, sino a todos— Nos quedamos en silencio un tiempo, ninguna de las dos sabía que decir y está completamente bien. El silencio entre nosotras creo que es señal de paz y lealtad. 

Cenizas de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora