CAPÍTULO 28

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La emoción opacó al nerviosismo en los tres cuando aparcaron frente al nuevo departamento que lucía como un verdadero sueño para todos.
Especialmente para Robbie quien expresó con un gran "wooow" su agrado por la casa de color azul grisáceo que tenían justo en frente, cuyos arbustos en la entrada hacían lucir el inmueble mucho más lindo, y el pasto recién podado le daba una vista de confianza y cuidado a todo el sitio.
Las casas en aquel vecindario eran tan grandes y lindas como la que ahora tenían ellos, por lo que era un lugar bastante bello y seguro para la recién formada familia.

Piper tomó la delantera para introducir la llave y abrir la puerta de madera y cristal que daba entrada a la residencia para que pudieran bajar las cajas de la mudanza que estaban, en su mayoría, acomodadas en el pequeño remolque que Nicky les había conseguido y que con facilidad habían enganchado a la camioneta, y una vez que comenzaron a bajar las cajas, un par de sus nuevos vecinos también se unieron para ayudarles y aprovechar para darles la bienvenida al vecindario.
Todo era bastante distinto ahí.
Alex no pudo evitar sentirse un poco abrumada, mientras que Piper conversaba como si conociera a esas personas de toda la vida, y estaba mas que claro que la socialización era mucho mas sencilla para la rubia que no paraba de hablar.
Era un ambiente extraño, lleno de gente extraña en una ciudad que prácticamente era extraña también para ella, pero ese sentimiento de no pertenecer al lugar era algo que no podía llamar extraño, puesto que normalmente se sentía de esa forma en el pueblo, pero ahora con Piper a su lado, no le importaba el sitio en el que estuviera, simplemente si la tenía a ella tomándola de la mano y dándole fuerzas, lo demás carecía de importancia.

Varios días pasaron para que el departamento pareciera un hogar de verdad, Piper se había encargado de ordenar los muebles en línea, y aunque la mayoría habían sido elegidos por Alex, ella no tuvo ni un solo problema con complacerla, puesto que deseaba que tanto ella como Robbie se sintieran de verdad cómodos y bienvenidos en su nueva casa, además de que comprendía que no era en absoluto parecida a la cabaña o al pueblo donde habían pasado los últimos años de su vida, así que era importante para la rubia demostrarles todo lo que podía hacer para que se sintieran más que felices en la ciudad.

Para la tranquilidad de Alex, Piper había amueblado la habitación de Robbie casi como la de un hospital, contando con un montón de aparatos que les permitían monitorear al niño desde cualquier parte de la casa, sin contar que incluso había conseguido una cama ortopédica con forma de cohete espacial que al niño lo tenía fascinado.
Toda la habitación contaba con implementos de alta gama, pero sin perder ese toque infantil que la había llevado a colocar un montón de pequeñas estrellas que brillaban en la oscuridad del techo de todo el cuarto.
Así que no había nada que temer, pues la rubia estaba cumpliendo exactamente con lo que había prometido, y se estaba encargando de cuidarlos a ambos con todo el amor del mundo.
Y ni hablar de lo preciosa que había quedado la habitación de ambas con esa enorme cama king size y el papel tapiz de color azul que envolvía su espaciosa habitación con puerta corrediza al balcón que habían decorado también con un par de sofás, una mesita de café y algunas plantas que sin duda, le daban mucha vida al precioso lugar que parecía su escondite del resto del mundo.

Y es que la rubia también había tomado en cuenta la educación de Robbie, pues había visto varias escuelas que le parecían buenas y tenía información de cada una, pero de cualquier manera los llevó a citas con las directoras en cada una de las instituciones durante la semana siguiente, y aunque normalmente Robbie era parlanchín y bastante desenvuelto, ahora se presentaba un poco tímido ante las personas que iba conociendo, y de cualquier manera Piper le permitió explorar a su ritmo hasta que tomaron en familia la decisión sobre a cuál escuela debía ir, y una vez que le realizaron un examen de diagnóstico, el niño fue aceptado con rapidez para ingresar.

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