CAPÍTULO 14

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Los labios de Alex repartían besos por la mandíbula de Piper haciéndola reír de forma nada discreta mientras intentaba hacerla subir al lava platos para que disfrutara igual que la había hecho disfrutar a ella en uno de esos días anteriores.
Había un montón de cosas que la pelinegra a penas había descubierto, era como si de pronto un abanico de opciones de cosas inimaginables se hubiera abierto frente a sus ojos, llenándola así de tantas nuevas ideas que su mente quería llevar a cabo y que parecía que no tenía el tiempo suficiente con Piper para lograrlo.

— ¡Para, tonta! — la rubia se quejó intentando alejarla de ella, pero la verdad era que no podía resistirse a las ganas de Alex de probar sus nuevos aprendizajes con ella. — Robbie llegará en cualquier momento.

— Sube, por eso debes darte prisa. — le dio una nalgada que las hizo reír más a las dos.

— ¡Dios, Alex! — la tomó por las mejillas para separarla de su rostro — Vas a desarmarme de tanto sexo... — se mordió los labios con picardía y las manos de la pelinegra se deslizaron desde su cadera hasta el trasero de Piper. — Jamás había hecho el amor tanto como contigo.

— Tú tienes la culpa, es como si te propusieras a enseñarme algo que después voy a querer poner en práctica contigo... Y creo que de verdad hay truco en eso.

— Lo que pasa es que tú acabas de descubrir que eres lesbiana... — Piper se burló. — No sé cómo no lo notaste antes.

— No me importa decidir qué soy, solo sé que te quiero, Pipes... — las mejillas de la pelinegra estaban sonrojadas, como un par de manzanas realmente adorables. — Me encantas y me encanta todo lo que hacemos juntas.

— Te encanta coger conmigo, ¿no es cierto? — la rubia arqueó su ceja, sabía que Alex solía decir que no le gustaba que le hablara sucio, pero había notado lo mucho que se encendía cuando lo hacía.

La mirada verde, en efecto se volvió un poco más turbia, como si de alguna manera hubiera logrado encender ese interruptor secreto que solo Piper había encontrado en ella.

— ¿Vas a comenzar a hablar así?

— Te encanta que lo haga, cariño... — se inclinó para besarle el cuello y despacio arrastró su lengua trazando un camino de saliva hasta el mentón de la pelinegra que solo se mordió el labio y sus manos se apretaron más en el trasero de Piper. — ¿O vas a negarlo?

— Me pone mucho... — jadeó — Eres una rubia tan sucia, mi amor...

— ¿Me llamaste "mi amor"? — Piper abrió los ojos con sorpresa.

— Sí, pero lo dije entre comillas por la emoción del momento. — La pelinegra pasó saliva.

— Yo no escuché las comillas, cielito... — le peinó el cabello hacia atrás.

— Okay, con tanta dulzura ya estás rayando en lo pervertido... — Alex jugueteó acariciando su nariz en la de Piper haciéndola estallar en risas una vez más.

Con esfuerzos al fin Alex logró hacerla subir al lava platos sin dejar de besarla en los labios. Hacía ya días en que estaba disfrutando demasiado de los muslos torneados de Piper, amaba acariciarlos y rasguñarlos mientras le separaba las piernas para acomodarse entre ellas o simplemente darle palmaditas en uno de ellos y luego apretarlo mientras veían algo en la televisión, esa era su forma de decirle que la deseaba, y la forma en que la sonrisa atrevida de la rubia se escapaba de sus labios, hacía entender a Alex que Piper había recibido el mensaje y que también estaba impaciente por comérsela a besos.

— Me gustas tanto, Al... — jadeó la rubia inclinando su cabeza hacia un costado mientras apretaba a Alex por el cabello sintiendo los besos húmedos esparcirse por su cuello. — Me vuelves loca... 

MORE BEAUTIFUL FOR HAVING BEEN BROKENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora