CAPÍTULO 18

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Las llamadas de Diane sorprendieron a la rubia, había estado insistiendo durante toda la mañana con montones y montones de llamadas, pero Piper no quería saber nada de ella, puesto que la forma tan despreciable en que había dicho las cosas que dijo, a pesar de ser verdad, habían desatado todo el infierno en que se había convertido de pronto su vida.
Sabía que era esa mujer puesto que incluso le había enviado un par de mensajes diciéndole que necesitaba hablar con ella al menos por teléfono y que era de verdad necesario, pero la rubia lo menos que quería era saber algo de Diane.

Estaba molesta viendo la pantalla de su celular encender y a penas frunció el ceño, la mirada curiosa de Polly se clavó en ella desde el escritorio de en frente.
Le había preguntado muchísimas veces respecto a sus razones de no volver por esa mujer que parecía le había dado una visión de una vida diferente a la soledad y superficialidad que su amiga acostumbraba, pero Piper no había querido hablar con ella al respecto ni una sola vez.

Se acercó con cautela, asegurándose de llevar un café cargado como a Piper le gustaba y despacio lo colocó al lado del teclado del ordenador de la rubia.
Con los ojos azules y preocupados levantó la vista hacia ella, mirándola con un poco de molestia evidenciada en la forma en que fruncía el ceño sin dejar de apretar ambos puños sobre la superficie del escritorio de madera.

— ¿Necesitas algo, oficial Harper? — preguntó y Polly sabía bien que cuando la llamaba así era porque de verdad estaba molesta.

— Solo quiero saber quién ha estado jodiendo más el humor de mi mejor amiga con sus llamadas, ¿es esa mujer del pueblo donde estuviste escondida?

— Por centésima vez, yo no me estaba escondiendo. — rodó los ojos.

— ¿Era ella?

— No. — suspiró bajando la mirada hacia la llamada que nuevamente encendía la pantalla de su móvil. — Es su madre.

— ¡Oh, joder! ¿Te la cogiste otra vez? Pensé que eso había quedado en el pasado, ya sabes...

— ¿Quieres dejar de decir estupideces? Esa mujer me jodió toda posibilidad con Alex, y no le pondría de nuevo un solo dedo encima ni siquiera para golpearla.

— Si no me dices cómo es que funciona esto, no voy a entender lo que pasa...

— Ella le dijo a Alex que mi apellido es Chapman y no Harper como me presenté al principio para encubrir mi identidad, y además por su culpa Alex se enteró de la peor manera que yo... — se puso de pie de pronto apretándose el cabello con frustración — Que tuve una aventura con su madre hace años aunque había estado intentando decírselo y... Simplemente ella piensa que le he mentido y me odia.

— Vaya mierda, Chapman... — Polly hizo una mueca. — ¿Intentaste al menos decirle que no intentabas ocultarle todo por siempre? Quizás ella creyó que querías algo pervertido con madre e hija y...

— La amo, Polly... — suspiró colocando ambas palmas de las manos sobre el escritorio — Jamás pensé que diría esto pero ella es la única mujer que quiero volver a besar por el resto de mi vida, y si no es ella, no me interesa nadie más... Ni siquiera su madre y no sé por qué mierda sigue llamando aunque la he ignorado toda la mañana.

— ¡Wow! — Polly se rio — No te reconozco, Pipes, jamás pensé que en tres meses te podrías perder así por alguien que además tiene un hijo, cuando decías que no querías tener solo una flor en el jardín habiendo tantas en los parques...

— ¿Solo eso escuchaste? — gruñó la rubia con molestia. — Además su hijo es maravilloso, gracias a él es que Alex me permitió conocerla más y estar en su vida.

MORE BEAUTIFUL FOR HAVING BEEN BROKENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora