CAPÍTULO 30

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°°°POV ROBBIE°°°

Doce increíbles años pasaron y pude ver el amor de mamá Alex y mi nueva mamá Piper crecer más fuerte y más íntimo cada vez, fortaleciendo también esa increíble conexión que habían tenido desde el día uno y que jamás había desaparecido entre ellas, aunque les había sido bastante difícil de aceptar.
Y no es que no hubiera momentos intimidantes y complicados o desafiantes, si no que ambas los habían enfrentado con la gracia de una gacela y la dignidad suficiente para siempre mantener sus rostros en alto sin importar nada, sobre todo entre las múltiples recaídas y enfermedades que me mantuvieron en cama o en los mejores hospitales de Los Ángeles, gracias a Pipes, y entre las cuales cada uno se aseguró por sí mismo de vivir al máximo y disfrutar cada uno de los días como si fueran el último.
Pipes ahora entendía completamente que volver especiales las cosas más monótonas era el secreto para estar lleno de vida y ser parte de ella, no solo un simple espectador.

La amaba con todas las fuerzas de mi corazón, más bien, con cada fibra de mi cuerpo, casi de la forma tan intensa en que mamá la amaba.
Piper era una mujer increíble. Existía en mí siempre esa admiración hacia ella por lo grandiosa que siempre fue. Con un trabajo magnífico, con un puesto que fue creciendo hasta convertirse en uno bastante grande, pero sin duda, no hay nada más grande que su corazón y eso es algo que su personalidad seria y atrayente en el principio cuando nos conocimos, me hizo estar trás de ella como un pequeño mosquito intentando beber de ella, de sus secretos y saber la razón de la expresión triste que se dibujaba aún en sus sonrisas y que al parecer, nadie más que yo notaba. Siempre estaba persiguiéndola con la ansiedad por conocerla siempre golpeteando en las preguntas que chorreaban molestando su paz, porque siempre supe que ella era la persona perfecta para estar con mamá, y no me equivoqué ni siquiera un poco.

Así es que cuando Piper y yo coincidimos en el deseo de ver otro pequeño corriendo por la casa, juntos formamos un plan de convencer a mamá de tener otro hijo mitad de Pipes y mitad de ella, porque ambos sabíamos que ella, aunque no lo aceptaba, también querría eso.
Yo lo sentía, sabía dentro de mi corazón que el amor tan grande que mi madre sentía por esa rubia que había llegado a desordenarnos la vida, era tan maravilloso que quería darle una prueba de ello, juntar sus genes y traer al mundo al bebé más amado en el universo entero, ¿y por qué lo sabía? Bueno, como se lo dije a Pipes desde el principio, yo sé cosas. Puedo sentir cosas.
Por supuesto que mamá lo quería, pero también estaba muy asustada de descuidarme si se la pasaba atendiendo a un pequeño ser que dependería de ella por completo, pero yo ya era lo bastante grande como para cuidarme solo y mis enfermedades me atacaban menos seguido que antes.
Y aunque es difícil de mencionar y aceptar, mamá estaba aterrada de tener otro bebé que naciera con tantas complicaciones como yo lo hice, que tuviera que lidiar con la condición que inexplicablemente yo llegué a este mundo, y sé que se siente culpable de ello, pero no lo es ni un poco, porque a pesar de las adversidades ella siempre buscó la manera de darme lo mejor y de ayudarme a tener una vida lo más normal posible sin que las demás personas creyeran que era buena idea encariñarse conmigo porque en cualquier momento podía simplemente perder la batalla. Pero no lo hice, porque necesitaba cumplir mi propósito.

Entonces Pipes y yo pasamos años insistiéndole, por mi parte, siempre le dije que quería un hermanito o hermanita, alguien que pudiera hacer travesuras de las cuales reírme, que les diera problemas y causara muchas risas entre todos.
Y la rubia le mencionaba lo lindo que sería agrandar la familia, concebir un bebé juntas, alguien que pusiera nuestro mundo nuevamente de cabeza, y que reuniera las mejores características de ambas, pero fue bastante difícil que mamá cambiara de opinión. Hubo discusiones e incluso llanto por parte de ambas, y aunque trataban de ocultarme todo eso, siempre me doy cuenta, porque como ya lo he dicho, yo sé cosas.
Y a pesar de todo, decidimos no rendirnos, insistimos y también logramos que la pelinegra más necia del planeta aceptara lo mucho que le hacía ilusión crear otro pequeño Vause Chapman con la mujer de sus sueños, y creo que fuimos muy concisos y bastante persistentes con nuestras insistencias, hasta que un buen día mamá aceptó.
Pero ahora no sería ella la portadora, más bien sería Pipes quien se sometería a lo más complicado del proceso, y es cierto que ella siempre ha sido una agente increíble del FBI, ahora la importante directora de la corporación, pero incluso ha aprendido en este tiempo, que hay cosas mucho más importantes que el trabajo.

MORE BEAUTIFUL FOR HAVING BEEN BROKENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora