"Utopía, sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y justa, dónde todo discurre sin conflictos y en armonía"
─ Llevaba días pensando en cómo se sentiría ser besado por ti. ─ responde Wooyoung. Esa respuesta le sorprendió a...
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Wooyoung envuelto en sus sábanas gruesas y desgastadas, disfrutaba de las caricias y mimos que San le ofrecía. Amaba la forma en la que el príncipe acariciaba su cuerpo, y como este se estremecía con tan solo un pequeño roce. Al parecer era muy sensible a su cercanía. Con solo tenerlo cerca temblaba, y le gustaba esa sensación.
Habían pasado días desde que el príncipe HongJoong había regresado a su reino, y las cosas en Utopía cada vez eran más tensas.
La princesa Jiwoo había empezado a diseñar su boda. Estaba tan animada y feliz que cada que podía iba en busca del príncipe para que este también eligiera un par de cosas para su tan esperado compromiso.
San odiaba todo eso.
Estaba frustrado y tenso. Casi no pudo verse con Wooyoung, y eso lo enojaba más.
Su paciencia se estaba acabando.
Faltaba poco.
Solo debía espera. El único problema aquí, era que no quería esperar. Quería irse con su amado, quería perderse en cualquier lugar, pero solo con su bonito. Solo con él.
Y no sabía cuánto debía esperar para que ese día llegase.
─ Bonito. ─ la voz de San llamándolo, hace que abra sus bonitos ojos. ─ ¿Quieres tener una cita conmigo?
Empezaba a sentir pequeñas cosquillas en su estómago, y eso le provoco pequeñas risas, para San fue adorable.
─ ¿Cita? ¿Me invitaras a salir?
─ Sí. Quiero pasar un día completo contigo.
Wooyoung se estaba emocionando, pero esa emoción se fue cuando recordó que no podía estar fuera de su habitación mucho tiempo.
Sus ojos brillaron con desilusión.
─ Pero aquí no podemos, ellos nos van a ver y...─ San le interrumpe besando sus bonitos labios, para luego dirigir su boca al oído del menor.
─ No tendremos nuestra cita en este lugar. ─ muerde con suavidad el lóbulo de la oreja recibiendo un pequeño jadeo por parte del menor. ─ Te llevaré a un lugar bonito. Uno en el que te sientas cómodo.
─ ¿Y qué haremos?
Las pequeñas manos del menor, se cuelan por debajo de la camisa del príncipe. Esas manos frías hacen contraste con el cuerpo caliente del mayor, provocando que este se estremezca, y sin alejar su boca del oído del menor vuelve a susurrar.
─ Vamos a comer.
─ ¿Y después? ─ con el pasar de los segundo, los susurros se vuelven más bajos, sus extremidades se tocan, sus cuerpos amando el calor que el otro emana.
Es por eso que las noches eran sus favoritas.
─ ¿Y después? Después haremos todo lo que tú quieras bonito.
─ ¿Todo? ─ Wooyoung emocionado se aleja un poco para mirarlo a los ojos.
─ Todo.
Wooyoung se lanza a sus brazos rodeándolo con fuerza, sus labios chocan con torpeza con los del príncipe, sin embargo, a San no le importa lo torpe e inexperto que el menor sea, a él le encantaba besarlo así, le gustaba ser el único que probara de esos labios, el único que disfruta del sabor de estos.
Amaba amarlo.
─ Te amo bonito.
─ Te amo príncipe San.
Era la primera vez que decían "te amo". Era la primera vez que esa palabra que abarca tantos sentimientos salían de sus propias bocas.
Era la primera vez que ellos amaban de verdad.
⚜
San estaba ideando un plan para poder salir con Wooyoung al menos un día, y para poder lograrlo necesitaba de la ayuda de su primo.
SeongHwa había estado fuera un par de días. Había ido en busca de más información. Siendo cada vez más precavido.
Y era porque, sentía que alguien lo vigilaba.
─ Solo un día. ─ rogaba San. ─ Por favor Hwa. Necesito tenerlo conmigo antes de que todo comience. Nos estamos arriesgando, y sí, alguien está detrás de nosotros y sabemos quién es y...
─ Por lo mismo San. No pueden salir del castillo, es peligroso que tú y Wooyoung den un paso fuera de este lugar. Sabes que Ji Cheol tiene algo en contra de él, y si descubre que ustedes salieron, no sabemos que podría llegar a hacer.
─ ¡Aquí o allá fuera es peligroso SeongHwa! ¡Donde quiera Wooyoung corre peligro! ─ estaba alterado, estaba enojado también. Sabía lo que podía pasar, pero también sabía que aun dentro del reino Wooyoung podría ser castigado injustamente. Lo había vivido un par de veces los primeros días que había llegado. Y por eso solamente lo quería alejar de ese lugar por un maldito día. ─ SeongHwa...
─ Está bien, está bien. ─ el mayor pasa sus manos por su rostro un poco cansado de la situación. ─ Los cubriré. No me preguntes como, pero lo haré.
─ ¡Gracias!
San abraza efusivamente a su primo, y esa sonrisa valía la pena para el mayor.
─ Pero ten cuidado San.
─ No te preocupes, lo tendré.
─ No San. Debes estar alerta, me han estado vigilando y las posibilidades de que sea Ji Cheol son altas. ─ ambos se observan fijamente. ─ Así que a cualquier mal presentimiento, vuelve.
─ No lo dudes. Pero si algo llega a pasar, lo primero que haré, será poner a Wooyoung a salvo.
El duque asiente y suspira con pesadez. Estaba de acuerdo con eso, porque el también preferiría poner primero a salvo a la persona que ama.
─ Mañana será el día.
SeongHwa agranda los ojos al escuchar el día en el que saldrían.
─ ¡¿Mañana?!
─ Mientras más antes, mejor primito.
─ Pero...
─ Nada de peros, accediste a ayudarme. ─ San sonríe en grandes mientras le da una pequeña palmada en el hombro de su primo. ─ Será la mejor noche de mi vida. Te amo primito.
Y sin decir algo más, San sale rápidamente de la habitación del duque para dirigirse a la suya y encerrarse con seguro, por si llegase a ocurrir algún otro incidente. Esperaba que no, casi queda traumado.
─ Entonces...disfrute de su velada príncipe San.
El duque vuelve a suspirar, por, no sabe cuanta vez en el día. Estaba cansado y lo único que quería, era tener entre sus brazos a su pequeña luciérnaga y dormir un día completo.
Al parecer las voces en su cabeza lo dejaban muy agotado. Otra vez.
