UTOPIA || WOOSAN/SANWOO

Capítulo │10│

─ Príncipe San. ─ el rey Ji Cheol saluda cuando lo ve entrar al salón donde se encontraba el comedor. ─ Jiwoo me ha comentado que su salida ha sido perfecta. Estoy contento de que corteje como se debe a mi hija.

Ni siquiera lo intento.

─ Es un placer su alteza. Ella debe ser tratada como un diamante.

Quería terminar rápido con esa cena, quería que fueran las doce para ir en busca de esa persona que lo hace sentir en otro mundo. Necesitaba de él, de su calor y de su olor a flores y cítricos.

Emperezaba a necesitarlo en demasía.

─ Padre. ─ se escuchan unos pasos acercarse a la mesa, la princesa Jiwoo había hecho acto de presencia. ─ Disculpen la tardanza. Me estaba encargando de la basura.

San frunce el ceño confundido. Hasta donde sabía, esa princesa apenas y tocaba el plato. Algo no estaba bien.

─ Modales en la mesa Jiwoo.

─ Sí, disculpen.

San estaba solo con ellos dos, SeongHwa estaba descansando tal y como él se lo había ordenado. Así que se sentía más incómodo.

La cena transcurre en silencio, y una vez San termina se disculpa y sale del salón dispuesto a ir hacia su habitación, algo que se le dificulta cuando Jiwoo se acerca a él.

─ ¿Ocurre algo princesa?

─ Oh, no príncipe. Quería acompañarlo es todo. ─ Ahora no tenía idea de cómo se la sacaría de encima. ─ Claro, si no es una molestia para usted, pero no debería porque en poco tiempo estaremos en la misma habitación, así que no habría problemas.

─ No es molestia princesa. ─ responde con una sonrisa fingida. ─ Pero eso de compartir habitación no es muy adecuado, soy un fiel seguidor de las tradiciones, y en mi familia, no debemos dormir con la persona con la que pasaremos el resto de nuestras vidas antes de la boda.

Y usted no será esa persona.

─ Entiendo. ─ susurra en voz baja. ─ Entonces... tenga buenas noches príncipe.

Inclina su cabeza y se despide para ir al otro pasillo que la lleva a su habitación.

San suelta un suspiro aliviado y antes de entrar a su habitación, entra a la de su primo, observa que todo está bien y se retira.

 ⚜

Faltaba poco para la media noche, y mientras esperaba decidió tomar una ducha rápida, en su corazón sentía que algo no estaba bien. Es entonces que una vez vestido con la ropa de dormir sale de la habitación el silencio y se dirige a la habitación del menor. Agradece que este se encuentre en los pasillos alejados de donde mayormente están los sirvientes.

Casi podría decir que es la única persona que tiene su habitación por esos lados del castillo.

Se detiene frente a la puerta de Wooyoung y toca. Espera unos segundos y no responde, vuelve a hacerlo otra vez y nada, intenta abriendo la puerta, y se da cuenta de que esta sin seguro. Se adentra al lugar no sin antes revisar que nadie lo esté viendo, cierra la puerta y le pone seguro.

─ ¿Woo? ─ esta oscuro y le lleva un momento adaptar sus ojos a la oscuridad, una vez listo se dirige a la cama frente a él. Wooyoung se encontraba enrollado en sus sábanas, y al parecer se había dormido, San se sube a la cama y se acuesta a su lado, se sorprende cuando acaricia la mejilla del menor y la siente húmeda. ─ ¿Bonito?

Wooyoung se remueve en la cama al escuchar esa voz─ ¿San?

Su voz se escucha entrecortada.

─ ¿Estás bien? ─ el menor empieza a llorar, y el príncipe se preocupa. ─ Bonito ¿Qué tienes? ¿te duele algo? No llores por favor, no lo hagas.

─ Ella...ella estuvo aquí.

─ ¿Quién?

─ Jiwoo. Ella vino a decirme q-que una vez que ustedes...─ respira con dificultad. ─ que ustedes se casen, me sacara del castillo. Y no quiero porque yo, yo le prometí a mamá que...

Deja de hablar al darse cuenta de algo, no podía decirle nada a San, al menos no todavía.

─ ¿Qué prometiste bonito?

─ Nada, no es nada. Pero si me saca de aquí, no sé a dónde iría, he vivido aquí desde pequeño.

─ No pasará eso. ─ respira profundamente antes de seguir. ─ No pasará porque no tengo intenciones de casarme con ella.

─ ¿Qué? Pero... si por eso estás aquí.

San niega. ─ Tengo otros motivos.

Wooyoung lo mira con sus ojitos grandes y brillantes por las lágrimas, San se pregunta cómo puede haber personas tan malas en el mundo como para hacer sentir mal a una. En ese momento cuando vio a Wooyoung llorar en su pecho empezó a sentir odio hacia la persona que lo había lastimado.

Estaba claro que debía terminar con su plan cuanto antes.

Perdido en sus pensamientos no se había dado cuenta de que Wooyoung se había acercado más a su cuello, y fue cuando sintió algo húmedo rozarlo que volvió en sí, el menor estaba besando y lamiendo su cuello con parsimonia provocándole cerrar sus ojos ante tal sensación.

─ No hagas eso. ─ susurra cuando lo siente succionar.

─ ¿No te gusta? ─ pregunta decaído. ─ Si no te gusta, no lo vuelvo hacer.

El príncipe sonríe con ternura.

─ Me gusta lo que haces, pero me estás provocando. Y aún no es momento para dar ese paso.

─ ¿Cuándo vas a besarme?

─ Eso depende de ti bonito. ─ ríe con suavidad cuando ve a Wooyoung hacer un puchero.

─ Me gustan tus besitos.

─ Puedo seguir besándote todo lo que quieras.

Esa noche San disfruto de la poca piel que dejaba expuesta la camisa de Wooyoung, deseaba sacarle el camisón que llevaba y besar la suave piel que ocultaba, pero esperaría, y era lo que se permitía por ahora, no quería que Wooyoung se asustara, y es por eso que poco a poco disfrutaría de él tanto como el menor lo dejase.

Y tanto como el tiempo se lo permitiese.

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Ellos son tan bonitoooos

Sky_Shippers.

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