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Eran las 6 de la mañana cuando San fue en busca de Wooyoung, ambos ya estaban listos para escapar del castillo por ese día. Ambos estaban muy nerviosos y también tenían miedo.
Aún estaba un poco oscuro, pero era perfecto para que nadie sospechara sobre su ausencia.
Salieron en silencio con sus manos entrelazadas, el menor le puso seguro a la puerta de su habitación porque era probable que, si no lo veían, aunque sea una vez en el día, lo fueran a buscar, y era por eso que tenía miedo.
─ San... es por aquí. ─ el menor jala de la mano al príncipe para dirigirlo hacia el pasillo por el que siempre se escabulle.
Observando a su alrededor, Wooyoung empuja con la palma de su mano una pequeña sección de la pared frente a ellos, es cuestión de segundos para que la misma se abra. Era el pasadizo por el que el menor siempre escapaba. Nadie, aparte de él sabía sobre eso.
El castillo contaba con un total de 8 pasadizos secretos, estos fueron construidos cuando su madre aún era adolescente, y él lo sabía porque ella le había comentado dónde y en que parte se encontraba cada uno.
Su padre en cambio, no sabía sobre ellos.
─ Cómo es que... olvídalo. Debemos irnos. ─ San tira de la pequeña mano y se pierden dentro del oscuro lugar. Una pequeña vela se encontraba colgada en la pared junto a ellos.
Wooyoung siempre se encargaba de dejar una vela todos los días. Con esa pequeña vela iluminaba su camino y se guiaba hasta llegar a la puerta detrás del castillo.
─ Perfecto, aún sigue oscuro. ─ murmura el príncipe una vez se encuentra fuera del castillo. ─ Debemos ser rápidos si no queremos que los guardias nos vean.
─ ¿Sabes por dónde debemos ir sin que nos vean?
─ Obvio bonito. ─ sonríe de lado mientras lo insta a retomar el camino. ─ Todo está calculado.
─ Entonces...vamos.
Corren entre los jardines del castillo, un poco más adelante se encuentran con un muro y junto a él, se encontraba SeongHwa caminando de un lado a otro nervioso.
─ Hasta que llegan. ─ dice mientras le pasa una pequeña bolsa a su primo. ─ Está a punto de salir el alba, deberían darse prisa.
─ Lo sabemos Hwa. Tranquilízate.
─ No me tranquilizaré hasta que estén fuera de su alcance. ─ lanza la bolsa al otro lado del muro. ─ ¿Quién va primero?
─Wooyoung.
─ Entonces ven aquí Wooyoung.─ SeongHwa le hace señas para que se acerque, una vez frente al príncipe y al duque, observa como ambos entrelazan su manos para forma una especie de escalón.─ Sube con cuidado, una vez que estés del otro lado danos alguna señal ¿de acuerdo?
─ De acuerdo.
El menor, aun con miedo pasa rápidamente el muro, toma una pequeña piedra del suelo y la lanza al otro lado.
─ ¡Auch! ─ se escucha la risa del príncipe. Al parecer esa pequeña piedra había golpeado al duque.
Wooyoung intentado ocultar su risa se disculpa.
─ Discúlpeme duque SeongHwa.
Segundos después tiene a San junto a él.
─ San, por favor tenga cuidado. ─ es lo que alcanza a escuchar el príncipe.
⚜
─ Tengo una sorpresa para ti.
─ Para ¿mi?
─ Para ti bonito, claro que sí. ─ llevaban casi una hora en el pueblo, llevaban unas batas con capucha que los hacia pasar desapercibido, debido a que algunos iban vestidos iguales.
San y Wooyoung caminan por el pequeño sendero formado por adoquines que se encuentra rodeado por un espeso bosque.
Al fondo del bosque se encontraban pequeñas cabañas, cada una con un alejamiento de unos veinte o treinta metros.
Eran consideradas como "cabañas especiales" al parecer eran usadas por parejas o también se las usaban para reuniones familiares, pues al estar alejadas del pueblo, era consideraras con un lugar silencioso y adecuado para casos especiales.
Habían dos tipos de cabañas, las que tenían camas para un día de descanso y las que tenían una mesa central para llevar a cabo alguna celebración.
San había conseguido la primera.
─ Es muy bonita. ─ el menor admiraba la cabaña frente a él, al parecer era la más alejada de todas. Y le gustaba.
─ ¿Te gusta?
─ Me gusta mucho. ─ robándole un pequeño beso a su novio, se aleja con la carita sonrojada y llega a la puerta de madera.
La gran sonrisa que tenía San en ese momento sería imposible de borrar, es así que se acerca a su bonito mientras saca una llave de color dorado. Ambos ingresan al cálido lugar, y observan todo lo que se encuentra a su alrededor. El pequeño lugar era muy acogedor.
─ Aún tenemos mucho tiempo. ─ comenta el mayor una vez que deja la bolsa marrón encima de una mesa de madera. ─ ¿Hay algo que quieras hacer?
─ Hay algo, pero es vergonzoso.
─ Vamos bonito, dímelo. Haré todo lo que quieras, lo prometí ¿recuerdas?
─ Quiero...quiero comer pastel. ─ la mejillas de Wooyoung se tintan de rojo, estaba avergonzado, bien podría no ser la cosa más vergonzosa para otros, pero para él si, tal vez San podría llegar a considerarlo alguien un poco infantil. ─ Llevo tiempo sin pro-probar uno.
─¿Solo eso bonito? ─ su novio asiente con timidez. ─ Entonces ¡vamos! Compraré de todos los sabores que quieras.
─ ¿De verdad? ─ San daría todo por ver brillar esos bonitos ojos negros siempre.
─ Todo lo que mi bonito quiera.
Ambos salen de la pequeña cabaña y caminan por el camino con tranquilidad. Algo que no les gustaba, era caminar sin tomar de la mano al otro, aun llevando la capucha puesta, era fácil saber que ambos eran hombres. La gente armaría un gran escándalo si se llegaban a dar cuenta.
Odiaban eso.
Quería ser libres.
Querían amarse como era debido. Sin esconderse.
Pero unas cuantas casas atrás, había alguien que los observaba. Les seguía cada paso que daban.
Había llegado el día.
Y San no lo sabía.
Hola, hola, holaaa pequeñ@ sky... Hoy decidí subir un pequeño maratón para que puedan disfrutar de este bonito amor entre San y Wooyoung antes de que se venga el drama.
Espero les guste y por favor sigan apoyando este fic.
Sky_Shippers.
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UTOPIA || WOOSAN/SANWOO
Fanfic"Utopía, sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y justa, dónde todo discurre sin conflictos y en armonía" ─ Llevaba días pensando en cómo se sentiría ser besado por ti. ─ responde Wooyoung. Esa respuesta le sorprendió a...