"Utopía, sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y justa, dónde todo discurre sin conflictos y en armonía"
─ Llevaba días pensando en cómo se sentiría ser besado por ti. ─ responde Wooyoung. Esa respuesta le sorprendió a...
Aquí peuqeñ@ sky, esto sucede el día de la celebración por el compromiso de San y Jiwoo.
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San salió de su habitación arreglado con su mejor traje. Acomodó un poco el chaleco negro y dio un par de pasos hasta estar frente a la puerta de la habitación de su primo. Golpea dos veces y esta se abre.
─ Estaba por ir a buscarte. ─ le entrega un pequeño sobre a San. ─ Es lo que pude investigar sobre Wooyoung. Deberías leer su contenido.
─ Lo hare después de que la celebración acabe.
─ Como gustes.
─ ¿Tú sabes lo que dice? ─ Hwa asiente mirando a otra parte que no fuera a los ojos de San. ─ ¿Es malo o bueno?
─ Depende de cómo lo veas tú. ─ responde con serenidad. ─ Solo espero que por esto nuestro plan no se venga abajo. No después de todo lo que hemos descubierto San, piénsalo bien.
La curiosidad le estaba ganando a San, pero no pudo, así que simplemente se adentró a su habitación otra vez y guardo esos papeles en uno de los cajones que contenía su ropa, lo escondió entre ellas.
─ Deberías ir bajando, aún tengo que pasar por Jiwoo a su habitación.
─ Suerte.
Cuando observa que SeongHwa se perdía por los largos pasillos volvió a entrar a su habitación en busca de esos papeles. La duda y el miedo lo carcomía por dentro y esa necesidad por saber lo que decían lo estaba poniendo ansioso.
Era mejor saberlo ahora y no después. Debía estar listo para lo que sea.
Solo esperaba que Wooyoung no saliera lastimado en todo eso.
¿Será tan malo como para poner al duque así de dudoso?
Con un suspiro tembloroso toma entre sus manos aquel sobre amarillento, y sintiéndose nervioso saca aquellas hojas con la información de Wooyoung.
Mientras más leía, más se sorprendía y todo se volvía confuso.
Al parecer Wooyoung era hijo del rey y de la reina, sin embargo, no entendía por qué ocultar a su hijo. No hablaba sobre enfermedades o alguna excusa directa que diera a entender que Wooyoung había sido ocultado ante la sociedad.
Tampoco entendía porque el rey quería casar a su hija para que tuviera el poder si tenía un varón en su familia y por ende ese trono iba a sus manos.
─ ¿Jung Wooyoung? ─ pregunta en un susurro. ─ ¿Será que sabes sobre los planes y solo eres un infiltrado? ¿Jugaste conmigo todo este tiempo?
San no quería dudar de su bonito, pero no encontraba razón alguna, y no entendía porque lo mantenían oculto.
Algo en su corazón le decía que, Wooyoung era muy inocente y que debía confiar en él.
La única manera de saber si mentía, era ponerlo a prueba.
Mientras más pensaba, llegaba a la conclusión de que su bonito no sería capaz de algo así. A la final decidió confiar plenamente en él y esperar el momento adecuado para que Wooyoung le contara sobre su verdadera identidad.
─ Confiaré ciegamente en ti bonito. No me falles por favor.
San rogaba porque el menor fuera completamente ajeno a lo que sucedía y a lo que estaba por suceder.
Unos golpes en la puerta llamas su atención, con rapidez guarda los documentos mientras contesta.
─ ¿Si?
─ Príncipe San, la celebración esta por empezar.
─ Claro, en un minuto voy.
Se dirige a su closet y guarda debajo de su ropa ese sobre, debía mantener bien oculta esa información. Aun debía leerlo bien para poder pensar bien las cosas, pero eso no iba a evitar que siguiera confiando en el menor.
Además, si eso era cierto, tendría que investigar la causa de la negación de Wooyoung como él hijo que tenía que tomar el trono en un futuro.
Aun siendo menor, a Wooyoung le pertenecería en un futuro Utopía.
