"Utopía, sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y justa, dónde todo discurre sin conflictos y en armonía"
─ Llevaba días pensando en cómo se sentiría ser besado por ti. ─ responde Wooyoung. Esa respuesta le sorprendió a...
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A pesar de que Wooyoung se sentía sucio, no podía evitar sentirse bien ante las caricias de San. Con un poco de esfuerzo el mayor pudo convencer al azabache para que lo dejara bañarlo.
El menor cerraba los ojos cuando veía la intención de San. No quería que viera directamente sus ojos, sentía que San podría leerlo con solo verlos, y por ahora solo quería salir de esa pequeña bañera, vestirse y abrigarse bajo las suaves telas de la cama.
Podía sentir su entrada doler, sabía que, si intentaba pararse y caminar, no podría porque el dolor que siente lo evitaría.
─ ¿Así está bien? ─ Le pregunta el príncipe mientras tallaba con delicadeza el frágil cuerpo. Lo había visto un poco reacio a su tacto.
─ Si.
─ ¿Seguro?
Wooyoung asiente. ─ Está bien, yo...mi cuerpo reacciona por sí solo. Perdón.
─ No, no bonito. No te disculpes.
─ Es que...
El menor empieza a llorar.
─ Aún recuerdo como él...me tocaba y no...no
San lo atrae a su cuerpo importándole poco que la ropa se mojara. Lo abraza con fuerza mientras acaricia el cabello azabache de su amado.
─ Te ayudaré a olvidarlo bonito, solo dime como ¿sí?
─ Quiero mimos Sannie...pero siento que mi cuerpo puede rechazar tu toque. ─ solloza lastimero. ─ Y no quiero, porque a mí me gusta que me toques, solo quiero que me toques tú.
─ Solo yo puedo tocarme amor, solo yo. ─ besa su frente con cariño. ─ Te daré mimos hasta donde tú puedas, no te fuerces.
Después de haberlo lavado por completo, lo vistió con ropa que encontró en uno de los cajones. Solo esperaba que a JongHo no te importase. Luego lo llevo en brazos a la cama, arropándolo hasta por el cuello, y una vez que lo vio cómodo, buscó algo que le pudiese ayudar a curar las heridas.
Una vez listo, se metió a la cama junto al menor, no sin antes pedirle permiso y ver si estaba completamente cómodo. Esperando alguna reacción por el azabache, dejó que todo lo hiciera él, para que así su cuerpo reaccione como normalmente lo hacía cuando lo sentía cerca.
Wooyoung se acerca despacio al pecho de San y escode su rostro ahí, su brazo rodea su cintura mientras lo atrae completamente a su cuerpo.
─ Abrázame, por favor.
─ Todo lo que quieras amor. Solo pídelo.
Ambos se sumergen en un gran silencio, el sol apenas y se estaba escondiendo. Y con eso, sabía que debía irse para terminar con todo, pero no podía dejar solo al menor.
Con el pasar de los minutos un cansado Wooyoung se sumerge en un profundo sueño, su respiración tranquila calma un poco al mayor, quien ahora procede a observar el rostro del menor con cuidado.
Tenía una ceja cortada y un moretón en su bonito pómulo. Estaba ansiando encontrarse con esos malditos y romperles la cara.
─ Todo terminará Woonie, nadie podrá hacerte daño otra vez.
Sus dedos quitan el mechón de cabello que tapaba su frente, lo acaricia con toda la suavidad que el menor se merece, y luego deposita castos besos en su frente, tratando de no despertarlo.
Estaba tan cansado también, que cae rendido abrazando con fuerza el pequeño cuerpo de Wooyoung.
⚜
Unos golpes en la puerta despiertan a San, con cuidado observa que el azabache siga durmiendo, y al parecer el cansancio acumulado en su cuerpo no le permite despertar.
Eso era bueno.
─ Príncipe San, soy la princesa Amelia. ─ es entonces que reconoce la voz. ─ Estoy con el príncipe HongJoong.
Con lentitud sale de la cama, dejando una almohada bajo el brazo del menor. Se acerca a la puerta y la abre permitiéndoles entrar.
─ ¿Cómo está? ─ pregunta la princesa manteniendo la mirada en el pequeño bulto encima de la cama. ─ Intentamos llegar lo antes posible. Traje medicinas.
─ Gracias princesa Amelia. ─ dice mientras inclina su cuerpo agradeciéndole.
─ No, nada de eso príncipe San.
─ Príncipe San...─ saluda HongJoong. ─ ¿Dónde está SeongHwa? Dijo que nos veríamos aquí.
Es entonces que San se da cuenta de que la noche a llegado y que él debería partir e ir al castillo.
─ Está en Utopía.
─ Iré...
─ No, SeongHwa me mataría si lo dejo ir. ─ responde. ─ ¿Podrían quedarse con Wooyoung? Prometo regresar lo antes posible.
─ Claro que sí. Ve tranquilo.
─ Él está reacio al tacto, así que, les pido que no lo toquen si él no les deja. Aún no está del todo bien.
Ambos asienten ante las indicaciones del príncipe San.
San se acerca sigiloso hasta Wooyoung, besando su frente con cuidado se despide de él y emprende camino al castillo.
