Capítulo 16: Aceptación

60 11 37
                                    

Aurora estaba impresionada de haber escuchado la anécdota por su amiga, enterándose que al hombre le encantaba asustarla como Heka a ella. ¿Es que acaso son todos así?

Resopla vencida para abrazarla una vez más aprovechando que la tiene cerca de nuevo. Le pide vigilar al durmiente para ella salir un momento de ahí queriendo ir a la habitación al otro extremo.

—Pasa —expresó con calma el ser llamado Júpiter, cuyo nombre se enteró por Luna de que ella se lo puso—. Hola linda, ¿qué se te ofrece? —le dijo burlón acostado muy cómodo en la cama, a Aurora le parece extraño que actúe tan chulo y a la vez educado al hablar.

—¿Qué es lo que buscas con Luna? —pide caminando lento, analizando con detenimiento su rostro.

—Que me ayude con lo que quiero —amplió la sonrisa enseñando los colmillos—. Y también follarla para aliviar la tensión.

Le era desagradable a primera impresión, sin embargo sonrió guasona causando que él se extrañara. —¿Solo acostarte con ella? —él dejó de sonreír, como si la pregunta le hubiera dado en una fibra sensible— Es curioso que lo digas así —señala divertida soltando una risilla—, porque verás, ella me dijo que a veces te restriegas con suavidad, y que pareces aguantarte algo como un ronroneo.

El otro la mira fijamente sin rastro de poder ser burlón de nuevo, y Aurora sonríe triunfante ante eso porque es justo lo que quiso conseguir. Luna no le había dicho nada, pero lo supuso con la experiencia que Heka hace poco le mostró. Se acercó recargándose del barandal de la cama, ahora es ella la de actitud chula ante la criatura que está nerviosa de ser leída con facilidad.

—Pero ¿qué es lo que tenemos aquí? —se mofa sin consideración del que se para queriendo huir del mismo espacio que ella, más se lo impide poniéndose entre él y la puerta— Te gusta mi amiga —asegura altiva con las manos a la cintura, pero el otro se aleja evitando verla—. Y te gusta mucho.

Ríe conteniéndose para no transformarla en carcajada, sin embargo el otro se voltea mirándole enfadado mientras gruñe, busca espantar a la chica pero consigue lo contrario, pues burlona se cruza de brazos y le escanea de arriba a abajo.

—Eres muy transparente —alza las manos en señal de rendición sin dejar a un lado su actitud guasona—. Prepararé algo de comer, siéntete cómodo.

Ella salió dejando al hombre sin ganas de ser divertido ahora, gruñe porque prefiere parecer un patán que estar como los demás de su raza al estar cortejando a una hembra. De esa manera se acuesta de nuevo en la cama hasta que la chica avisa a todos de que coman un poco. Decidieron comer en la habitación en que Heka descansa, y por el aura irritada de Júpiter es claro que está de mal humor aunque haya confesado que la comida hecha con carne de cordero le gustaba mucho. El hombre clava su mirada fastidiada a la joven que ha logrado leerle antes, y ella está consiente de eso, pues le dirige miradas altivas y divertidas.

—Y entonces —habla Nick sentado junto al resto en el suelo—, ¿cómo es que usted ha estado conviviendo aquí?

—Júpiter se ha quedado en las instalaciones de BioSelf —responde Luna con cierto toque de orgullo que luego cambia por un ceño fruncido mirando al ser—. Pero Don Exigente se escapa por las noches para comer otra cosa —los humanos la miran confusos—. Carne fresca dice él.

Sus caras se tornaron preocupadas para ver al ser de otro planeta mientras come despreocupado. Aurora traga su bocado para lanzar su pregunta con algo de temor por la respuesta. —¿Qué clase de carne?

Él le mira aburrido. —De sus criaturas.

—¿Qué tipo de criaturas?

Alza una ceja confuso analizando la expresión temerosa de la chica y sus amigos. —Soy un cazador —ella emite un Ajá en respuesta de que continuara—. Salgo a cazar.

Desde las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora