Junto al mensaje de agradecimiento de Nick, Aurora guarda las notas y tareas del día de hoy en su mochila. La chica sonríe enternecida para ver el otro chat en donde un mensaje de amor la recibe, también juega con el hecho de que Heka haya roto el anterior teléfono, diciendo que no le volvería a comprar uno más. Se entretiene un poco antes de que otro mensaje la preocupara y alegrara al mismo tiempo.
Mamá: Llegaremos mañana por la noche. Espero encontrar mi colección de figuritas aún intactas. ;)
Juega la mujer sacando una sonrisa nerviosa a la hija, porque en uno de los encuentros fogosos con su pareja, nuevamente tuvieron que parar porque rompieron una de esas figuritas de porcelana que su madre adora admirar. Ríe porque pareciera que la suerte no les acompaña para culminar sus pasiones, pero eso lejos de frustrarlos les une más, así que con eso guarda su móvil también para apresurarse a salir con ánimo, mientras saluda a algunos en el camino a la salida de la escuela antes de ser frenada por las manos que taparon sus ojos.
—¿Cómo está la princesa? —ríe logrando que la joven también lo haga, descubre los bellos ojos que siempre le han parecido, y no puede evitar suspirar embelesado al admirarlos como si fuera capaz de cumplir un deseo.
—Hola Tim, ¿cómo has estado? —ella ofrece su siempre sonriente gesto amiga— Voy a casa, ¿quieres venir?
—¿Está bien que lo haga? No creo que a tu —carraspea— novio le guste.
—Vamos, Heka sabe que solo somos amigos —golpea divertida el brazo del contrario con el puño cerrado—. Prepararé pasta para la cena y tú eres bueno preparándolos.
El pelirrojo aspiró dramático el aire a su interior tocando el centro de su pecho. —Quieres usarme. ¡Qué ruin! —aprieta el puño con fingida ofensa— Eres una desalmada.
Aurora ríe cubriendo la boca con la mano, el chico se une a la diversión para después rodear el cuello femenino con burla y rascarle con los nudillos en la cabeza. —¿Risotto está bien?
—Con queso por favor.
El muchacho la soltó haciendo una reverencia caballerosa. —Lo que su majestad ordene.
El par volvió a reír comenzando una charla amena entre chistes y bromas, en lo que pasan tiempo juntos comprando lo que necesitan en el supermercado. Mientras los ojos verdes la miran radiar de vitalidad escogiendo lo que aprenderá a cocinar, deduciendo sin temor a equivocarse que es para sorprender a Heka, su mente le recuerda la confesión que se le fue hecha hace un día.
—¿Cuál crees que es mejor? —pregunta sacando de sus pensamientos a su amigo que carga la canasta.
—El de la derecha. La consistencia es más suave.
—Esta será entonces —alarga la curvatura de sus labios mostrándose risueña.
—Bien, tenemos todo. No es difícil de hacer, pero más te vale no maldecir la comida porque no te salga a la primera —le señala con severidad bromista, pues si hay algo de lo que siempre ha estado seguro, es que los hermanos Jones siempre odiaron la cocina, la gemela es especialmente enojona cuando no puede manejarlo.
—Sí, lo prometo —Timothy carcajea sin creerle, pero continúa el recorrido revisando que lleven todo—. Oye Tim —él contesta con un «Uhm»—, sabes —ríe nerviosa caminando más lento, cruzando por la sección de licores y vinos.
—¿Qué sucede? —se voltea alzando un poco las cejas con confusión.
—Tú, ah, es que me preguntaba… Si, si sabes de vinos —tartamudea un poco rascando su mejilla. Clara señal que el chico reconoce, de su transparente forma de ser.
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Desde las estrellas
Science FictionAurora Jones es una joven universitaria que vive tranquilamente en su pueblo en el que gusta de observar las estrellas con su telescopio en el bosque, sin embargo su vida toma un giro cuando una noche se encuentra en riesgo de ataque de un oso que s...