Capítulo 27: Forma de amar

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—Estoy bien —replicó Nick siendo llevado en una silla de ruedas a que le tomen rayos X.

—Hay que descartar cualquier daño —regañó la chica llenando las formas por él.

Mira de reojo a Heka que volvió a casa más callado de lo usual. Él cargó en la espalda al rubio, que durante el recorrido ocultaba su rostro por pena. No reveló lo que habló con el joven Jake, pero aseguró que ahora sería alguien mejor, algo que el par no comprendía.

La enfermera llegó para llevarse al muchacho mientras el médico (mismo que fue el que la atendió cuando se desmayó), llegó con la pareja para saber lo que ocurrió. La chica dio la explicación que hace poco inventaron.

—Estábamos poniendo espejos para el sol en el techo —el doctor la miró confuso y Heka resopló negado de lo soso que Aurora hizo a la cuartada.

—Paneles solares —intervino el de ojos grises de brazos cruzados—. Estábamos viendo la posibilidad de colocar un sistema de energía solar. Nico resbaló y cayó del techo.

El especialista de la salud entendía mejor la explicación del hombre, aunque le miraba con desconfianza todavía, así que la chica se mostraba sonriente y despreocupada de estar a su lado. No quiere que vuelva el dilema que su pareja tiene sobre su apariencia, pues no sólo es el médico el que lo ve así, el personal y pacientes también le miran raro.

—Por cierto Aurora —dice el médico sonriendo amable—. Ya es tiempo de tu examen también.

—Ah —tragó nerviosa junto a la sonrisa del mismo modo—. Mis papás no están.

—Lo retrasaste la última vez y ellos estaban aquí.

Heka se puso más cerca de la chica. —¿Examen de qué?

—Es una resonancia que me hacen cada año.

—¿Para qué? —la joven iba a responder, pero se detuvo pensativa, realmente nunca ha sabido para qué, porque se lo han hecho desde que tiene memoria— ¿No lo sabes?

Ella negó y el médico se acercó a tomarla de los hombros empezando a caminar. Cosa que a Heka le hizo sentirse malhumorado, y aunque se contuvo de gruñir fuerte, se pudo escuchar un poco el sonido confundiendo a los humanos, más él no se inmutó. Ignorando lo raro que fue eso, el doctor continuó para explicar la razón del examen.

—Cuando eras bebé tuviste una cirugía muy intensiva. Aunque salió bien y te recuperaste favorablemente, quisimos seguir monitoreando tu sistema.

—¿Qué clase de intervención fue esa? —cuestionó Heka siendo él el que desconfía ahora.

—Un virus.

—¿Qué virus? —se posó al lado de Aurora escudriñando la reacción del señor.

—Lo siento, no puedo tratar los detalles médicos con usted señor. Esto es confidencial y solo puedo discutirlo con la familia Jones.

—Yo ya soy parte de ellos también —sentencia cruzando los brazos confundiendo al hombre mayor, y sonrojando a la joven—. Es mi novia —la mira luego de recibir un manotazo en su brazo.

El profesional duda de la veracidad de su declaración, pero ver a el tímido actuar de Aurora lo convence, sin embargo sigue negando dar los detalles de su estado de salud. No obstante se aprovecha pidiendo ayuda a su recién descubierta pareja, para que le convenza de hacerse el examen en lo que esperan a su amigo.

—No, ya no quiero —Aurora intenta irse de la sala, está vestida con una bata viendo al aparato en el que se debe meter.

—Hey, no seas miedosa —ríe capturándola en brazos—. Vamos, sólo tomará unos minutos como dijo el doctor ¿no?

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