Aidan miró anonado como su futura esposa salía con un vestido de novia, verla elegir y probarse los vestidos que le gustaban era todo un honor para él, nunca creyó que llegaría ese momento, jamás se había imaginado dispuesto a retractarse.
Aidan entró a la oficina de su padre llevando la camisa llena de sangre.
-No deberías pasearte por el castillo en esas fachas, hijo.- dijo el Rey con la vista en un tratado y el bolígrafo entre los dedos.
Aidan bufó molesto.
-No es que me dieras mucho tiempo que digamos para que me cambiara y me pusiera presentable, padre. - su padre sonrió de lado.
-Eso supuse que me dirías.
-¿Solamente me mandate a llamar para eso? ¿Para suponer? - encaró las cejas - Mira, tengo que cambiarme, si ven aquí a Numero Cinco el pánico correrá por el castillo.- dijo dándose media vuelta para salir de lugar.
-Aún no he terminado.- Aidan bufó y se volvió a girar. - No es con Cinco con quiero hablar precisamente. - levantó la mirada quitándose los lentes de lectura que llevaba puestos.
-En ese caso, deja que me valla para que en unos minutos tu adorado Aidan regrese.- dijo irónico. Rob rio bajo por la personalidad tan distinta de Cinco y Aidan. Aunque a los dos los amaba de la misma manera. Negó despacio mientras se ponía de pie. - ¿Al menos me dejas lavarme la cara y las manos? - extendió los brazos a sus costados.
-Adelante...
Aidan pasó por su lado metiéndose al baño de su padre para quitarse la corbata y tratar de quitar algunas manchas de sangre de su traje para así, verse al menos más decente y menos desquiciado.
Al final de todo, tenía que guardar su actitud arrogante y pedante para cuando saliera por los contratos. En este momento, era necesario el Aidan bien portado que sabe separar las cosas.
-Ya termine - regresó con su padre.
-¿Ya vas a ser razonable o me tengo que entender con Cinco? - encaró una ceja.
-Ja. Ja. Ja... No es gracioso - entrecerró los ojos - ¿Qué pasa papá? ¿por qué me querías ver con tanta urgencia? - parpadeó varias veces.
-Ayer saliste con tu primo y regresaron hasta las tres de la mañana... - Aidan infló sus mejillas mientras se hacía el loco mirando a otro lado - Aidan... - comenzó a decir.
-Ya lo se papá, ya lo se, no debo comportarme de esa manera por que soy el heredero al trono,- recitó lo que el último mes le decían sus padres - pero ya te he dicho que yo no quiero la corona.
-Es tu deber, y tu deber como futuro Rey es comportarte a la altura,- Aidan torció el gesto. - tienes que dejar de salir en fiestas, ya te he dicho que todo tu buen trabajo lo tiras a la basura con ese comportamiento. Deberías mejor buscar la mujer que pasará el resto de tu vida a tu lado.
Aidan se burló.
-¿Hablas de casarme? - encaró las cejas.
-Así es, así el pueblo tendrá la certeza de que serás un buen Rey, y más si consigues a la mujer indicada.
-En primer lugar;-intervino entre risas - no me voy a casar, jamás, nunca, olvídalo. En segundo lugar; todas las mujeres simplemente buscarán ser mi esposa por el hecho de que soy el Rey, hoy en día ya no se encuentran mujeres como mamá. En tercer lugar; ninguna mujer me soportaría, y sabes muy bien por que, así que sería un milagro que eso pasara, y de todas maneras, no me voy a casar, me rehuso.
ESTÁS LEYENDO
Entregando la corona.
FanfictionDespués de la muerte de Número Cero, la vida del heredero al otro cambia drásticamente, no es capaz de controlar el impulso de sangre, terminando por aceptar que tiene una segunda personalidad que es psicópata. Apolo no puede con la culpa de recorda...