Todo se quedó por unomento en silencio, un rujido de estómago se escuchó. Las miradas fueron a ella.
—¿Qué? ¿Soy o me parezco?
Aidan sonrió, le gustaba esa T/n. Aunque debía de admitir, que era a su lado Psicópata. No quería que nadie supiera que ya había encendido su humanidad, así que lo mejor sería fingir no tenerla.
—¿Tienes hambre? —dijo divertido.
—Si. Tú lo has dicho ya. Gracias por notarlo. —dijo sin sentir verguenza —Alguien trajo café... Sin café... —miró a Nicolás.
—¿Porqué no vamos a desayunar todos...?
Aidan encaró una ceja mirando a su primo que recién llegaba a su lado. Se limitó a ignorarlo.
T/n sonrió irónicamente.
—Que servicial...
Sacó el teléfono quedándose un buen rato en silencio mientras su mirada estaba inmersa en la pantalla. Los demás no entendían lo que hacía.
Theresa carraspeó.
—T/n...
—Busco las noticias. No molesten.
Se miraron de nuevo entre sí.
¿Qué estaba buscando?
Esa chica era un enigma andante. Fuera lo que fuera que quisiera encontrar, era desconocido para ellos.
¿Qué podría importarle tanto a T/n que saldría en las noticias?
La chica suspiró metiendo el teléfono de nuevo en su pantalón y levantando la mirada a los demás.
—¿Y mi cachorro?
—Ya llegó.
Giró la cabeza en dirección al pelinegro que recién llegaba con su uniforme de caza. Se colocó inmediatamente al lado de la joven rodeándola de los hombros, disparando una aguda punzada de celos al castaño que giró los ojos.
—Ya que no es secreto para nadie que tengo hambre, me largo a comer.
Le dio un ligero codazo al pelinegro que la rodeaba con el brazo.
—Vamos, "Cariño".
Aidan arrugó el gesto sin poder evitarlo. Los gemelos giraron los ojos tras escuchar el tono burlón y sarcástico que usaba su hermana. Ben se alejó de ella viéndola ir a la cocina y negro con diversión antes de comenzar a ir detrás de ella
—Adoro su sentido del humor.
En cuanto bajaron, T/n se paró en seco cuando vio a una segunda castaña de cabello lacio que se detuvo de la misma manera en que T/n lo había hecho.
Parpadeó varias veces con la boca casi abierta.
—Eso no es justo —se quejó Valentina.
Rieron mientras estaban sentadas en las ruinas del primer castillo Gallagher que se localizaba a a las afueras de la cuidad.
—Por supuesto que lo es... Yo ya pagué las consecuencias de que los secundara para emborracharnos.
—Pues eso no fue justo, te golpeó mi hermana... Creí que la matarías...
La brisa movió sus cabellos, T/n arrugó el gesto.
—Ganas no me faltaban... Es que de verdad, tu hermana debería de buscar a alguien que le quite ese mal humor. Está muy tensa —volvieron a reír.
Valentina la miró por un momento. Era demasiado complicado lo que sentía. Y es que T/n era más que su amiga... Era casi su hermana... Jamás había revelado su mayor secreto a alguien más. Ni siquiera a su hermana de sangre.
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Entregando la corona.
FanfictionDespués de la muerte de Número Cero, la vida del heredero al otro cambia drásticamente, no es capaz de controlar el impulso de sangre, terminando por aceptar que tiene una segunda personalidad que es psicópata. Apolo no puede con la culpa de recorda...