Entregando la corona.

Capitulo 57

-¡Ya suéltame!- Alex se jaló de nuevo - Mi mamá me va a encontrar y te va a arrancar la cabeza - se movió tratando de liberarse del agarre de aquella mujer molesta.

-Cierra la boca niño - lo miró mal.- ¿Cuándo van a venir? - miró a Farah.

-No tardarán en hacerlo, ya deja de estar de impaciente. - la miró mal - ¿Podrías soltar a el niño? No tiene la culpa.

-Tu lo trajiste. - la señaló- Has que vengan a mi Salvatore, o nuestro trato se termina.

Alex miró a Farah con odio.

-¡Mentirosa!¡Dijiste que ayudarías a mamá! ¡Le mentiste a mi mamá!

Irina soltó una carcajada divertida.

-Niño, la vida esta llena de desilusiones, ahora ¡Cállate si no quieres que te mutile la boca! - lo agitó.

Alex le sacó la lengua.

-Atrévete y te rompo un dedo.

Irina estaba apunto de golpear al niño, hasta que Farah detuvo su mano en el aire.

-Tenemos un acuerdo Gallagher,- la señaló - el niño sale intacto, simplemente es la carnada.

-Pues mas le vale no hacerme enojar - tiró del cuello de la camisa del niño para meterlo a un armario y atrancar la puerta.

-¡Oye, sácame de aquí bruja arpía! - pateó y golpeó la puerta con la palma de sus manos - ¡No quiero estar aquí, sácame!

Pero dijera lo que dijera, el pequeño Alex se quedaría encerrado en ese lugar.

- "¡Nadie quiere a Alex, nadie quiere a Alex...!" - cantaron los niños afuera del enorme ropero mientras atascaban la puerta con una silla.

-¡Por favor sáqueme de aquí! ¡No diré nada!

Las pequeñas manos llenas de heridas del niño golpeaban la puerta para que lo sacaran de ese lugar tan feo, el armario era el lugar que más odiaba en esa casa hogar, era grande, lleno de ropa enorme color negra y gris, con las paredes llenas humedad, hacia frio y estaba a oscuras.

-¡Por favor, quiero a mi mamá! - las lagrimas se deslizaron por las mejillas de un niño de apenas seis años de edad, que era molestado por los demás. - ¡Sáquenme por favor!

Pero ninguno de los niños estaba dispuesto a ayudarlo, todos se reían a sus expensas mientras su pequeño cuerpo se llenaba de frio y temblaba con violencia.

Se abrazó dejándose caer en el suelo, lloraba esperando a que su madre apareciera para sacarlo de ese horrible lugar lleno de dolor y miedo.

Tenía que ser fuerte, su mamá no podía cuidarlo y esa era la razón por la que él estaba en ese lugar tan ruin, y lo peor de todo, es que los adultos que cuidaban del lugar también lo encerraban, lo dejaban por ahí por horas sin comer ni beber, habían pasado dos días desde que llevaba la misma ropa.

Odiaba ese lugar, veía los insectos recorrer las paredes y los quejidos de las ratas que estaban en el lugar, nadie fue por él...

Nadie fue a rescatarlo...

Nadie lo quería.

El miedo comenzaba a apoderarse de Alex que se tiró del cabello con desesperación, quería salir de aquel lugar, que aunque no fuera feo, le daba miedo. Su respiración estaba agitada llena de miedo por que nadie hacia caso a sus suplicas.

-Quiero a mi mamá... - lloró recordando a T/n. - Y a mi papá... No quiero estar en este lugar tan feo.

-Alex, en situaciones de peligro tienes que mantener la calma por muy difícil que sea, tienes que buscar la manera de salir de ese lugar.