Capitulo 14

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T/n abrió las puertas de la oficina. Miró a los presentes encontrándose a su madre adoptiva. Encaró una ceja.

—Buenas tardes señores.

La Sra. Pirce le sonrió cordialmente. Para ellos era un placer volver a verla después de haber pensado que había muerto. Podrían pasar los años y aquella jovencita seguiría siendo la misma que le salvó la vida al heredero a la corona y entrenó a sus hijas para evitar que algo les pasara.

Lauren sonrió al verla de nuevo. T/n pa lado de largo demostrando completa frialdad. No le k teresiana en lo absoluto lo que la mujer sintiera. Ni siquiera la conocía.

La Sra. Pierce le extendió la mano en forma de saludo, T/n la estrechó con poca fuerza.

—Gracias por venir T/n. —sonrió —Nos alegra volver a verte.

—Al final de todo sigues con vida. —saludó el Sr. Pierce.

T/n sonrió de forma divertida encarando la ceja.

—Mi muerte fue exagerada a lo grande. Diría que es un gusto verlos... —dejó caer sus manos a sus costados —Pero no recuerdo a ninguno.

Se miraron los unos a los otros, Rob sonrió.

—Irás recuperando los recuerdos. Confiamos en eso.

T/n sonrió con sequedad yendo a sentarse en el sillón, frente a ella divisó a las Pierce. Katherine apretaba los labios con la mano enyesada.

Todo se quedó en un silencio que no le pareció incómodo a T/n, al contrario, ella lo estaba disfrutando. Después de percatarse de que no hablarían, los miró aburrida haciendo un gesto teatral exagerado.

—Podría preguntar el por que me encuentro en este lugar, pero asumo que se debe a su hija.

El Sr. Pierce asintió.

—Así es, me gustaría saber el por que Katherine se ha lastimado la mano.

La mencionada trató de intervenir.

—Papá... Ya te he dicho porque. Estaba en el entrenamiento con el equipo de maniobras y caí encima de mi mano, por eso está rota. T/n estaba conmigo y ha tratado de ayudarme.

Dirigió una dura mirada a la mencionada gritándole que le siguiera la corriente. Cuando T/n entendió lo que la castaña quería, sonrió de una manera divertida. Tenía ganas de causar más problemas de los que ya había causado. Valentina suspiró pesadamente en cuanto lo notó, sería mejor que ella saliera de ese lugar o a ella también la matarían los puñales que sus padres lanzarían con la mirada, así que de inmediato se puso de pie para salir de la oficina.

Sr. Pierce miró a T/n.

—T/n... ¿Es verdad lo que está diciendo Katherine?

T/n giró los ojos. 

—Que vergüenza que tengan que mandarme a llamar para saber si lo que dice su hija es verdad, de verdad, que pena. —chasqueó la lengua —¿Quieren saber por que se rompió la muñeca...? —encaró las cejas.

—T/n...

Theresa habló con la esperanza de que el plan que habían formado con los demás diera resultado. A T/n le daba igual lo que pasara con los demás, o con ella, odiaba que le ocultaran información.

—La verdad es que yo le rompí la muñeca a su hija.

Los Fray gruñeron por lo bajo con frustración. T/n nunca se apegaba a lo acordado aún que tenga que ver con su bienestar. Era de esperarse que no pondría de su parte. Las miradas incrédulas que iban a ella la hicieron sentirte un tanto patética. Miró a Katherine suspirando. Ahora que prácticamente se estaba haciendo cargo del pequeño Alexander más le valía comenzar a pensar en las consecuencias que sus acciones imprudentes le podían generar. Ya no solo se trataba de ella. Lo que pasara con T/n inevitablemente tendría repercusiones en el niño.

Entregando la corona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora