⚔ Capítulo 1🛡

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Reino de Trondheim

Año 491 de las Eras de Trondheim

(4 meses después del final de Más Allá del Honor)

El denso silencio dentro de mi habitación es interrumpido por los fuertes azotes del viento contra la ventana. Esta se estremece deteniendo el avance de un temible asesino hacia el interior del castillo: el frío. Muchos se van en esta época, a Lyon o Marbella y no regresan hasta mediados de primavera o comienzos del verano.

Los que pasamos el invierno en Gaoth sabemos lo que se siente el miedo en medio de la tormenta, el anhelo por la luz del sol, la soledad y, sobre todo, la tortura de la oscuridad. Pero, por encima de todo, sabemos qué se siente ver el primer rayo de sol después de meses de ausencia y sentir su caricia como una promesa, una promesa de que la oscuridad pasó y se avecinan días de luz y prosperidad.

En el norte de Trondheim, el anhelo por el primer rayo de luz se expresa en un saludo sagrado que solo utilizan los sacerdotes, es como una bendición: "La luz venga a tu alma". Sin embargo, yo no anhelo la luz.

Por primera vez en mi vida no deseo que se vaya el frío, no deseo que se vaya la nieve ni la oscuridad, el furioso golpe del viento contra mi ventana es un indicio de que puedo tener un día más de libertad, porque mi sentencia ha sido dictada: "La princesa partirá a Laurassia el primer día de primavera".

La trompeta suena una vez, rompe el silencio con una larga protesta en medio de la noche, para anunciarnos que sin importar que parezca de noche, es hora de iniciar las actividades habituales. Espero en mi lecho hasta que las doncellas entran para levantarme y que me ayuden a prepararme. Hoy es un día especial, nuestros aliados han enviado a sus emisarios para ser testigos de mi matrimonio con Breoghan y nos reuniremos por primera vez antes del viaje que todos emprenderemos a Laurassia.

—Alteza. —Margueritte se inclina ante mí mostrando el vestido que ha elegido para la ocasión: un vestido color borgoña con chaleco y cordones en terciopelo negro. Nunca esperé que Margueritte realmente se adaptara al servicio de doncella, era impensable para mí verla con su perfecto comportamiento en la corte y mucho menos como doncella principal, pero ha estado a la altura. Le expliqué todo lo que pude en el viaje de regreso a Gaoth y luego pasó dos semanas en preparación, de las cuales emergió como si hubiera vivido toda su vida al servicio de la corona. No fue difícil hacerla pasar como una dama proveniente de una familia de Lyon venida a menos, era mi palabra y nadie hizo preguntas.

Doy mi aprobación con un asentimiento y entrega el vestido a las otras doncellas para que lo preparen.

—Lilianne, ve a encender la chimenea en el salón, Astrid revisa que esté todo listo en la cocina —Dos chiquillas se van a cumplir la orden de Margueritte y luego ordena a una tercera—. Erinne, ve a preguntar si alguno de los emisarios necesita algo antes del desayuno.

Solo Margueritte e Hilda quedan conmigo.

—Vaya, toda una matrona —digo cuando las más jóvenes se han ido.

—No te burles —protesta Margueritte, Hilda se ríe suavemente mientras la primera me acomoda el cabello, el cual ha crecido un poco, pero se ayuda en parte de una peluca para que parezca que tiene el mismo largo de cuando me fui el verano pasado.

—Hilda, no la apoyes, has malcriado a esta niña, ¿sabes? —dice Margueritte en un tono que Hilda no se toma en serio.

—Hilda, no la apoyes, has malcriado a esta niña, ¿sabes? —dice Margueritte en un tono que Hilda no se toma en serio

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Más Allá de la Sangre [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora