CAPÍTULO 32. BOICOT DESDE LAS SOMBRAS
Regreso a la granja a media mañana. Tenemos mucho entre manos: las provisiones son escasas y parece ser que el tiempo va a empeorar. Si partimos, corremos el riesgo de encontrar más enemigos, si no, moriremos de hambre.
Decidimos que es mejor lidiar con el riesgo de enfrentar a los "Pródigos" con el estómago lleno que quedarnos a desfallecer sin hacer nada. Aun así, tomamos la precaución de hacer un patrullaje en los alrededores.
Margueritte y yo no encontramos nada, sin enemigos, pero tampoco un camino viable. Dimitri y Hildegard, sin embargo, regresan con noticias muy interesantes.
—Hay un camino que nos llevaría directo a la frontera.
—¿Esas no son buenas noticias? —pregunta Angèle notando el tono pesaroso con que el príncipe pronuncia esas palabras.
—Lo sería, de no ser por el regimiento que acampa a ambos lados.
No, no son buenas noticias.
Nos movilizamos hacia un lugar alto desde donde podemos apreciar el campamento. Obstruyen por completo el camino, claramente no podemos pasar por ahí.
—No tenemos más opción que rodearlos. Tendremos que retroceder un par de días para evitarlos.
El desánimo es patente en todos los rostros ante las palabras del muchacho al que reconocemos como nuestro guía y curandero. Pero yo siento otra inquietud.
—¿Qué creen que hacen aquí?
Me miran sin comprender la importancia de mi duda.
—Aquí, justo a dos pasos de la frontera —aclaro y parece que todos lo entienden.
—¿No creerás que piensan atacar?
Angèle lo dice en tono de burla, pero en realidad sí es lo que creo.
—Al otro lado hay una aldea, una aldea llena de granjeros, mujeres y niños. Ellos ni siquiera tienen idea del peligro que corren.
No puedo evitar que los rostros de las personas que conocí en Bleakville crucen por mi mente. Mujeres de rostros alegres y sinceros, una madre rodeada de hijos y nietos, jovencitas inquietas por la emoción del primer amor, todos muertos o esclavizados. Todos tranquilos bajo la supuesta paz asegurada por una alianza que ya no existe.
—¡No puedo abandonarlos!
Dimitri explota.
—¿Quieres dejar de intentar salvar a cada hormiga que se te cruza por el camino?
—¡No! No quiero. Esas personas de allá son mis súbditos y tal vez para ti eso no signifique nada, pero para mí, son lo más importante de mi reino. No voy a fingir que no vi nada y olvidarlos, yo también sé lo que se siente que se te caiga el mundo encima y que los deseos de otros pisoteen tu vida y no voy a permitir que les pase a esos inocentes.
—¿Se puede saber qué piensas hacer tu sola contra todo un regimiento?
—Lo que sea, no lo hará sola.
Hasta ese momento soy consciente de que Jason estuvo a mi lado todo el tiempo. Sus palabras, aunque tan propias de él, logran infundirme la confianza de que, al menos esta vez, no estoy equivocada.
Margueritte, Madelein y Pelkha también se paran a mi lado.
—¡Lo que me faltaba! —exclama Dimitri con un gesto de desesperación—. Ustedes están locos, son los futuros reyes de Trondheim. ¿Han pensado que sucederá con su reino si mueren aquí?
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Más Allá de la Sangre [TERMINADA]
Historical FictionLa guerra le roza los talones a la princesa Ariana y para detenerla ha tomado una decisión que pone en jaque las delicadas relaciones con sus aliados. El mapa político del mundo está cambiando, todas las fichas comenzaron a moverse y en medio de to...