CAPÍTULO 10. CIELO E INFIERNO
"No me iré hasta la primavera. Hasta entonces..."
Dejo de lado el pergamino que se supone debería leer ya que no soy capaz de hilar dos pensamientos coherentes.
"No soy tan ingenua como para no ver la diferencia".
No es ingenua, quizá demasiado inocente.
Cuando el rey autorizó que volviera al trabajo pensé que me esperaba el patio de entrenamiento no una pila de pergaminos hediondos a humedad.
—... ¿Mi Lord?
La voz de Einar, un chico que acaba de ingresar al ejército regular y tuvo la suerte (No sé si buena o mala) de ser asignado a asistir al capitán, me sobresalta mientras él permanece delante de mí con mirada dudosa.
—Dime, Einar.
—Son los informes sobre las actividades de la princesa —responde con respeto mostrando otra pila de pergaminos. Una pila bastante grande.
—¿Cuántas personas hicieron ese informe?
—El rey lo mandó a recoger entre los soldados de las murallas, algunos cortesanos y sirvientes.
Ariana no estará nada feliz si se entera de que su padre tiene a la mitad del castillo pendiente de sus actividades y estará menos feliz cuando sepa que el rey me devolvió el cargo de su protección a sus espaldas.
—Dame el resumen —digo con aburrimiento, sin encontrar la voluntad de sumergirme en los relatos de los cortesanos. Einar se queda mudo.
—Ya sé que lo leíste, solo dime si la princesa ha salido de la muralla exterior.
—No ha salido, mi Lord. Pasa varias horas al día aprendiendo los protocolos de las cortes de Laurassia con su comitiva y los enviados de su futuro esposo.
Si, gracias por el recordatorio.
—¿Y luego?
—Bu... bueno —Su vacilación me pone en alerta—... Los relatos de los cortesanos y los sirvientes son contradictorios. Las damas juran que pasa su tiempo ya sea en la sala de estudio o los templos —¡Los templos! ¡Si, cómo no!—. Por el contrario, algunos sirvientes dicen que la han visto cerca de las salidas del servicio, pero los guardias de las murallas juran que jamás atravesó las puertas.
Lo que significa que hace algo que no quiere que se sepa, pero dentro de las tierras del castillo. Ahora, surgen dos interrogantes: ¿Qué?... ¿Con quién?
—¿Qué hacen los delegados de la comitiva durante ese tiempo?
—La princesa Hildegard acude al patio de entrenamientos o la sala de armas, la princesa Angèle convive con las cortesanas y el príncipe Dimitri parece que frecuenta las villas.
—¿Parece?
—Algunos soldados creen haberlo visto cerca de las villas en un par de ocasiones.
En nuestro encuentro me sorprendió ver las marcas en el cuerpo de Ariana. Tiene los cardenales característicos de los entrenamientos, lo que responde a la pregunta a qué hace durante esas horas perdidas, ahora ya tengo la otra respuesta.
¿Con que tienes nuevo maestro? Será interesante ver qué es lo que aprende y, si es cierto que no atraviesa la muralla, ya sé dónde la puedo encontrar y hacia allí me encamino.
—Es todo, deberías ir a tus entrenamientos.
—Como ordene.
Einar, quien todavía está en la edad de iniciación, tiene ese brillo de ilusión en la mirada: las ansias por servir, por ir al campo de batalla a defender al reino y mostrar su valía. Nadie vuelve de su primera batalla conservando ese brillo, en cambio, la férrea determinación sustituye todas las ilusiones, la única amiga que te ayuda a vivir cuando ya no queda ni la más mínima esperanza.
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Más Allá de la Sangre [TERMINADA]
Historical FictionLa guerra le roza los talones a la princesa Ariana y para detenerla ha tomado una decisión que pone en jaque las delicadas relaciones con sus aliados. El mapa político del mundo está cambiando, todas las fichas comenzaron a moverse y en medio de to...