⚔ Capítulo 29 🛡

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CAPÍTULO 29.  RECONCILIACIÓN

"...si no puede, al menos podría dejar que ustedes dos arreglen el asunto".

Mientras crecía me enseñaron con mucho énfasis acerca la discreción, la elegancia y las buenas maneras. No somos los salvajes de las montañas, que todo lo solucionan con violencia o palabras rudas, siempre hay una manera sutil de decir las cosas.

Quisiera que Hildegard hubiera recibido esa lección de cortesía y buenas maneras, pero no, tenía que ir y soltar esa insinuación como si solo se tratara de elegir a mi acompañante para un baile.

Me detengo a descansar apoyándome en un árbol. Me arde el pecho y la garganta, no puedo parar de toser y, aun así, sigo tratando de volver con los demás. Al parecer la corriente me arrastró muy lejos río abajo. Siento el poderoso impulso de dejarme caer aquí mismo, mi cuerpo adolorido me ruega a gritos un descanso, pero lo único que me importa es que los demás sepan que estoy bien.

No se cuánto he conseguido avanzar, pero parece que el sol no tarda en ocultarse, intento darme prisa, aunque mi cuerpo no me ayuda tanto como yo quisiera. De pronto escucho una voz... ¿O será mi imaginación? Me quedo muy quieta, a la espera y la voz lejana se repite.

―¡Ariana!

Alguien me llama.

―¡Ariana! ¿Dónde estás?

―¡Aquí estoy! ―Mi voz es ronca, pero los pasos apresurados se detienen, a la espera de que yo vuelva a hablar, quizá para ubicar de dónde proviene mi voz― ¡Dimitri! ¡Aquí estoy!

Escucho sus pasos corriendo por el bosque hasta llegar a mí y me dejo caer, vencida del cansancio cuando lo veo aparecer.

―Ariana, al fin, estábamos muy preocupados, ¿Estás bien?

―Estoy bien, lo único que quiero es volver con los demás ―Tomo la mano que me ofrece para ponerme de pie, pero algo no anda bien. Siento que el mundo a mi alrededor se mueve de forma brusca y me veo forzada a sentarme de nuevo en la tierra húmeda.

―No te ves muy bien, caíste desde una altura considerable y el rio te arrastró muy lejos, además...

―¿Además?

―Bueno, lo que dijo ese hombre...

―¡No estoy esperando un hijo de Breoghan!

―¿Estás segura?

¡Por amor a Hela! Es cierto que mi estado emocional no ha sido el mejor en los últimos días, pero al menos de eso estoy segura. No es la primera vez que me encuentro en la incómoda situación de sufrir mi período en medio de una huida y sin mis doncellas para que me ayuden.

―Si, Dimitri, estoy segura.

No añade nada y me vuelvo a poner de pie. Una brisa muy fría corre entre los árboles y la luz se vuelve, poco a poco, más escasa.

―Hay que volver con los demás.

―No creo que sea buena idea.

―¿Po qué no es buena idea?

―Se hace de noche, deberíamos pasar la noche aquí y regresar por la mañana.

―¡De ninguna manera! Quiero volver esta misma noche con los demás.

―No querrás decir con él.

―¡Es lo mismo!

―Ariana, no seas imprudente, estás muy lastimada por la caída, necesitas descansar.

Esta absurda discusión ya duró demasiado, no pienso perder el tiempo hablando con él, así que comienzo a caminar en la dirección de la cual lo vi aparecer. Al menos me dio una pista de a dónde debo dirigirme, eso ya es de ayuda.

Más Allá de la Sangre [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora