CAPÍTULO 7. PROMETIDA
Lanzo una patada con todas mis fuerzas al muñeco de madera, mucho más sólido que el que usaba para entrenar en Bleakville, y este gira con sus múltiples brazos, golpeando mi espalda y haciéndome rodar por el suelo.
—¿Qué demonios se supone que haces? —grita Dimitri— ¡Levántate y hazlo de nuevo!
Maldigo para mis adentros la hora en que le pedimos ayuda, al mismo tiempo admitiendo que estamos aprendiendo mucho más que al entrenar por nuestra cuenta.
—¡Concéntrate!
El muñeco es un maldito artilugio que puede girar de formas imprevistas. En lugar de dos brazos tiene ocho, ocho pesados brazos de madera que se mueven en direcciones y a velocidades distintas, haciendo que darle un solo golpe, resulte en un contraataque imposible de predecir.
Vuelvo a rodar por el suelo, por cuarta vez. Por más que Dimitri me diga que me concentre, no puedo hacerlo. No puedo dejar de preguntarme qué es lo que está pasando.
Jason regresó hace tres días, pero no hemos vuelto a saber nada de él desde que llegamos al castillo. No puedo preguntarle a mi padre porque se supone que no sé nada sobre su regreso y Dimitri hace como que nada ha pasado.
—Ariana —dice Dimitri agachándose a mi lado mientras me quedo tumbada tratando de recuperar el aliento—, ¿segura que no prefieres ir a bordar a la sala de lectura?
—¡Te voy a matar!
—Me encantaría verte intentarlo, pero en serio, no jugando, como es lo que has estado haciendo toda la mañana.
Me siento humillada ya que en realidad pensé que al menos sabía algo sobre pelear, pero él tiene razón, todo lo que he aprendido es a jugar con una espada.
—¡Margueritte! Ya te dije que esa patada va muy baja... No me importa, quiero que llegues más alto... —Se pone de pie y se dirige a hostigar a Margueritte, permitiéndome un momento para respirar.
Apenas me estoy poniendo de pie cuando un puño pasa a centímetros de mi cara, por instinto grito e interpongo ambos brazos cruzados frente a mí. Dimitri sigue con su ataque y me veo en la obligación de defenderme, lanzo mi rodilla hacia su estómago, pero él me agarra el pie, le da un giro y me hace caer para luego inmovilizarme usando el peso de su propio cuerpo.
—¡Me rindo!
—No podrías si fuera una batalla real.
—Déjame levantarme.
—Te levantarás cuando puedas hacerlo por tu cuenta.
Me retuerzo tratando de levantarme, pero es imposible escapar a su agarre, con una sola de sus manos atrapa las dos mías y sus muslos presionan los míos, no tengo ni un centímetro de margen, no puedo escapar.
—¡Vamos! ¿Es todo lo que puedes hacer?
Su rostro está muy cerca del mío y siento su aliento golpear mi rostro. Huele a vino y menta.
—Dimitri... —lloriqueo—, me haces daño...
Su semblante cambia y afloja su agarre.
—Lo siento, no era mi intención...
Aprovecho su vacilación y golpeo su cara con el codo, lo hago rodar y quedo arriba de él. Soy consciente de que mi peso no es suficiente para inmovilizarlo, así que, saco mi daga y pongo el filo junto a su cuello.
Me mira sorprendido y veo cómo traga fuerte.
—Eso fue un truco muy sucio...
—No hay truco que no cuente en una batalla real.
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Más Allá de la Sangre [TERMINADA]
Historical FictionLa guerra le roza los talones a la princesa Ariana y para detenerla ha tomado una decisión que pone en jaque las delicadas relaciones con sus aliados. El mapa político del mundo está cambiando, todas las fichas comenzaron a moverse y en medio de to...