⚔ Capítulo 13🛡

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CAPÍTULO 13. REY Y DIOS

Divia dijo que era una cena sencilla, casi informal. No le encontré lo informal por ninguna parte. Fui presentada al menos a cincuenta personas de altos cargos de Laurassia y cada uno de ellos hizo todo un ritual para saludarme, sin permiso de tocarme, por supuesto.

Después de la cena, que parecía un baile real, logramos escabullirnos de Divia, que más que maestra de protocolo tomó actitud de carcelera, y nos reunimos en una de las terrazas desde la cual había una espléndida vista de los jardines, magníficamente iluminados por la enorme luna colgada de un cielo desconocido para nosotros.

—Creí que esta cena iba a durar mil años —suspira Angèle mientras se acoda sobre un grueso barandal de piedra. A pesar de lo avanzado de la hora, el aire es tibio y los árboles del jardín se mecen con la brisa.

—Si esto era solo un ensayo, no quiero ni pensar en la verdadera fiesta de compromiso —comenta Hildegard, que nos ha sorprendido a todos pues parece que al atravesar la frontera dejó su perpetuo aire marcial y se ha acercado más a nosotros.

—¿No te da algo de miedo conocer al fin a tu ilustre esposo? —La pregunta de Dimitri hace que todos volteen hacia mí, atentos a mi respuesta. Bueno, todos no, Jason solo mantiene la vista hacia los jardines. Hacemos lo posible por no acercarnos, no cruzamos miradas y, por supuesto, apenas nos dirigimos las palabras estrictamente necesarias. Nadie debe ver nada cuestionable entre nosotros o las consecuencias podrían ser... Prefiero no pensar en ello. 

—¿Miedo? —responde Angèle antes de que yo diga una palabra—. Creo que terror es la palabra correcta.

No quiero sonar despectiva hacia mi matrimonio estando en Laurassia, pero estoy consciente de que la única cosa que los miembros de la comitiva tienen en común es su enemistad con Breoghan.

—No sería propio criticar mi futuro hogar, ¿no te parece?

—¿Hogar? Por favor Ariana, debes saber que Laurassia será más una prisión que un hogar —Si estuvieramos en uno de nuestros entrenamientos, haría callar a Dimitri con amenazas, pero me veo en la obligación de tolerar sus ácidos comentarios—. Aún estás a tiempo de cambiar de opinión y aceptar a Burgundia. 

Todos, esta vez todos, nos miran con expresiones que van desde la sorpresa al odio asesino. 

Lo que Dimitri acaba de decir podría acarrear graves consecuencias si es escuchado por algún ciudadano de Laurassia, sería tomado como una declaración de guerra por parte de Burgundia y una traición por parte de Trondheim, podríamos terminar todos en la horca al amanecer, y eso suponiendo que Jason no lo mate primero, porque a juzgar por la fugaz mirada que logró ocultar antes de que alguien más lo viera, es lo que desea en este mismo instante.

Tengo que ponerle un alto de Dimitri antes de llegar al castillo.

—Espero que entiendas que no veo mi compromiso como un juego, he tomado una decisión y te exijo que la respetes.

—Pero tú sabes bien que la proposición de Dimitri tiene más sentido para ti, ¿no? Y para nosotros también.

Las palabras de Angèle me dejan helada. Siempre creí que los reclamos vendrían de Hildegard, pero fue la dulce princesa de Lyon quien externó su descontento primero. Luego se produce un momento tenso en el que Angèle da dos pasos hacia mí de forma amenazante, Margueritte, que había adoptado su actitud de callada dama de compañía, interpone un brazo entre nosotras. Jason también se ha acerdado para calmar a su prometida, quien parece se está dejando llevar del alcohol con demasiada frecuencia para una dama.

—Creo que deberías descansar —Le susurra con ternura. Angèle se aferra a la mano que le ofrece y él me dedica una rápida mirada como de disculpa antes de que se dirijan al interior. 

Más Allá de la Sangre [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora