sanhwawoo, serie#1 bonus#1 ────── hwa compró una máquina de coser, san compró tela.
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Seonghwa miraba atentamente la ropa interior recién lavada de Wooyoung mientras la doblaba y guardaba en la cómoda de su habitación. Wooyoung se había acostumbrado a usar vedetinas, y había dejado las less de encaje de lado.
Seonghwa había visto varios anuncios sobre cursos de costura, desde que buscó por curiosidad cómo coser. En un momento de lujuria Seonghwa rompió la vedetina de Wooyoung y se disculpó decenas de veces por haberla estropeado y prometió que la arreglaría como si eso valiera miles de wones.
Wooyoung había dicho que no había ningún problema, sin embargo, Seonghwa estaba un poco aburrido.
En uno de esos tantos anuncios, Seonghwa se metió a investigar y la tentación por inscribirse a un curso fue más fuerte que él. Tomó las primeras clases sin decirle nada a nadie, estaba sumamente concentrado en ello, tanto que poco después, San se dio cuenta de ello y lejos de burlarse, comenzó a ver los videos con él. A San siempre le había gustado diseñar, y ese curso de lencería no fue la excepción.
―¿Qué hacen? ―Wooyoung se sentó entre medio de ambos y pasó los brazos por los hombros ajenos.
Seonghwa y San, quienes habían estado murmurando muy cerca, se callaron de repente.
―Platicábamos. ―Seonghwa le sonrió con nerviosismo.
―¿De qué? ―Wooyoung arrugó la nariz, pues no solía gustarle no saber qué pasaba a su alrededor.
―Cosas de mayores. ―San alzó una ceja y con autoridad, señaló―. Deberías ir a dormir, es tarde.
Wooyoung deshizo el gesto de incógnita y asintió, se levantó de ahí y caminó hasta su habitación ante la mirada sorprendida de ambos mayores.
―¿Eso qué fue? ―preguntó Seonghwa, ya alterado.
―No sé y no me voy a quedar con la duda. ―San se levantó rápidamente y corrió detrás de Wooyoung.
Seonghwa mordió su labio inferior y siguió a los dos. Cuando ingresó a la habitación, Wooyoung estaba recostado en la cama y San sentado a su lado, acariciando su cadera para tratar de llamar su atención. Wooyoung tenía la mirada fija en la pared, sin inmutarse.
―¿Woo, pasa algo? ―San sacudió ligeramente al menor por la cadera, Wooyoung se removió con molestia para que dejara de hacerlo―. Amor, no quería hablarte así.
Wooyoung se irritó aún más con la linda voz de San.
―Váyanse, quiero dormir solo hoy. ―Apuntó apartando la mano de San.
Ninguno de los dos se movió un centímetro. Seonghwa miró a San con duda y un sentimiento amargo. San resopló.
