HWA WOO ────── Wooyoung ha estado esperando una respuesta.
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Han sido dos semanas largas sin su mejor amigo y Wooyoung no puede esperar más para verlo. El receso invernal ya había acabado y en menos de media hora vería a su querido hyung, Seonghwa.
Wooyoung se despertó dos horas antes para poder prepararse, ya que estaba nervioso. Apenas había vuelto al país de su viaje a China, por lo que no había visto a Seonghwa en todo ese tiempo y sus ansias por encontrarse con él eran abismales.
La razón por la que estuviera tan nervioso se debía a las últimas palabras que había oído de su lindo hyung, cuando ambos estaban desnudos y transpirados y le susurró al oído lo que había estado esperando por tanto tiempo.
―Tienes cara de estúpido. ―Yeosang ladeó la cabeza tras pararse a su lado―. ¿Es a causa de... Seonghwa hyung? ―murmuró con voz burlona, empujándole suavemente por el hombro.
Cuando regreses, hablaremos sobre eso.
Wooyoung ya no podía esperar un solo segundo más con la incertidumbre. ¿Sería por fin correspondido, tenía una oportunidad?
Wooyoung había estado detrás de Park Seonghwa por alrededor de dos años y, cuando vio al mayor cogiéndose a su primo Hyeongjun, Wooyoung no supo inmediatamente si sentía alivio o envidia, quizás ambos, ya que tenía una mínima probabilidad.
Haber descubierto la sexualidad de Seonghwa había disparado sus ilusiones, pero no sabía si salía o no con Hyeongjun, cuando Wooyoung supo que sólo eran amigos con beneficios, no pudo estar más feliz. Se confesó y aunque no fue rechazado, tampoco fue aceptado con los brazos abiertos.
Wooyoung tuvo que ganarse el derecho de estar entre los brazos del aclamado Príncipe. Demostrar que quería ir seriamente no fue fácil, pero Seonghwa dijo que ya tenía una respuesta y se la daría al volver a clases.
―¿No es obvio? ―dijo Wooyoung girando los ojos.
Su hermano mayor rio con malicia.
(...)
Wooyoung mordió su brazo con fuerza, evitando así que los jadeos fueran demasiado altos. Las embestidas de Seonghwa eran lentas y tan precisas que era agonizante, haciendo que todo su cuerpo temblara. No podía ver el rostro de Seonghwa en la posición en la que estaba, pero tampoco tenía fuerzas para darse la vuelta.
Wooyoung se había desmayado patéticamente en Educación Física, por lo que estaba descansando en la sala de enfermería, y Seonghwa no dudó en ir a cuidar a Wooyoung cuando las clases terminaron.
Habían sido unas semanas realmente largas y tediosas para Seonghwa sin ese insufrible dongsaeng, no podía negarlo.
―¿Hwa... lo has pensado? ―preguntó Wooyoung con algo de dificultad, la saliva abundante escurriendo por su brazo―. H... Hwa... ―sollozó de placer, dejando ir un ruego.
Seonghwa asintió varias veces, dejando ir un "sí" muy bajito, casi estrangulado. Sus manos apretaban las caderas del menor, dejando rojeces en la delicada piel, marcas de besos y pequeños mordiscos a lo largo de su espalda, en sus muslos, succiones en su nuca y cuello, quería marcar a Wooyoung en cada parte de su cuerpo y que cualquiera que lo viera supiera que le pertenecía a alguien.
Aunque Seonghwa no podía pensar claramente con el menor a su merced, le debía una respuesta.
―Si no lo hubiera hecho... no estaríamos... así ―murmuró Seonghwa lo suficientemente alto para que solo Wooyoung le oyera.
Seonghwa había aceptado a Wooyoung hacia mucho tiempo, pero estaba muy asustado. No quería salir herido de nuevo, por lo que no le daba una respuesta clara. Confiar de nuevo en las personas después de haber sido defraudado tantas veces era algo que no había considerado, pero Wooyoung, aunque fuera insufrible y descarado, era todo lo que estaba bien.
Seonghwa siempre trató de dejarle las cosas claras, diciendo que sólo tendrían sexo ocasional y que no podía entregarle su corazón todavía, Wooyoung había aceptado sus condiciones. Wooyoung estaba tan enamorado que habría hecho todo lo que Seonghwa le pidiera y más ―aunque sonaba un poco aterrador cuando Seonghwa lo pensaba.
Wooyoung siempre le había apoyado, le había respetado y Seonghwa no podía amarlo más.
Seonghwa tuvo varios amantes antes, siempre relaciones carnales, hasta que su mejor amigo se confesó y dio vuelta su mundo.
No podía mentirse diciendo que todo sería maravilloso, sabía que pasarían por mucho, pero quería confiar en Wooyoung, entregarse completamente, dejarle su corazón en las manos.
―¿Puedo... ser tu novio? ―inquirió Seonghwa en un tono bajo, acariciando las mejillas ajenas con sumo cariño.
Seonghwa abrazó a Wooyoung por las caderas y le acercó a su cuerpo, besando los labios hinchados del menor.
Wooyoung se había corrido dos veces antes de que pararan y aunque todavía estaban sucios y en la camilla de la enfermería, ambos sabían que era el momento perfecto.
Los ojos de Wooyoung se empañaron en lágrimas al oír la pregunta que el mayor soltó con tanta ternura, ocasionando que sus mejillas se tornaran rojas.
―Claro que sí ―susurró atrayendo de nuevo al mayor a sus labios.
Seonghwa sonrió y, acunando el rostro ajeno con sus manos, susurró:
―Eso me hace muy feliz.
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Tengo continuaciones pendientes en casi todos los libros así que actualicé este jajajajajaj soy un desastre, perdon x nacer
