#20 traveling

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San Hwa ────── san no está seguro de qué es la realidad.

San guardó su billetera luego de pagar por sus víveres y salió de la tienda arrastrando los pies

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San guardó su billetera luego de pagar por sus víveres y salió de la tienda arrastrando los pies. La sola idea de regresar a casa hacía que tuviera dolor de cabeza, pues había peleado con su novio antes de ir a trabajar y no se habían mensajeado ni llamado en todo el día.

San trabajaba mucho, y Seonghwa temía que no tuviera una participación activa en el crecimiento de su hijo, eso repetía con constancia. San creía que era algo paranoico asustarse por eso, después de todo, la mayoría de las personas crecían con un padre medio ausente.

San pasaba tiempo de calidad con el niño y disfrutaba de su compañía cuando podía. San no sabía porqué su novio estaba tan exasperado por hacer que disminuyera la carga de su trabajo. También estaba el hecho de que peleaban constantemente por la boda, llevaban quince años juntos y cuando finalmente se comprometieron, habían aplazado su casamiento por dos años, hasta que San le dijo a Seonghwa que no quería hacerlo, que un papel no cambiaría nada después de tanto tiempo.

Seonghwa se había visto dolido por ello, pero San creía que lo superaría pronto.

Dobló en un callejón soltando un suspiro abatido y finalmente se resignó, no podía hacer nada, debía volver a su hogar. San llegó al departamento poco convencional donde vivía y subió las escaleras lentamente.

No vivían en condiciones tan buenas como para reducir su carga de trabajo o gastar en una boda y era algo que quizás su novio no estaba tomando en cuenta.

San sacó la llave de su bolsillo y trató de abrir la puerta, sin éxito. Llamó varias veces sin darle importancia y esperó a que su novio abriera, sin embargo, fue su hijo quien lo hizo.

―¿Qué te dije de abrir sin preguntar primero, Jongho? ―dijo San entrando a la casa, dejando las bolsas sobre la mesa―. ¿Acaso fuiste criado por lobos?

El niño corrió por el pasillo y se paró detrás de su padre, viéndole con curiosidad y algo de temor. Sus pequeños ojos titubeaban, inquietod, observó las bolsas, sorprendido de ver algunas golosinas, pues su padre nunca compraba dulces.

―¿Dónde está papi? ―preguntó San, mirando la sala en búsqueda de su novio.

El niño pareció reaccionar y corrió hasta la entrada de la habitación, parándose en el umbral de la puerta para evitar el ingreso de su padre.

San lo miró confundido y se acercó, cuando su hijo no se corrió, alzó una ceja.

―¿Qué pasa, Honey? ―preguntó San en un tono de voz más suave.

―¡N... no! ―dijo el niño, su voz temblaba, pero sonaba firme y desafiante―. ¡No molestes a papi! ¡Déjalo tranquilo! ―gritó con ambas manos firmes en el marco de la puerta.

Purple Rain ⸺sanhwawoo。2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora