S A N W O O smut. ────── wooyoung tiene una pequeña fijación con los genitales de su novio.
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San sonrió con el rostro oculto detrás de una almohada larga, retorciendo sus caderas en pequeños espasmos involuntarios debido al placer que su novio le estaba otorgando con aquella mamada y sus toques constantes.
Wooyoung no solamente estaba succionando su pene, también estaba jugando con sus testículos y su próstata. Movía sus dedos en el interior de su novio como el experto que era, causándole tal placer que disparaba al demonio todas las veces que San le había dicho a Wooyoung que no lo dejaría cogerlo.
Wooyoung dio un último pequeño apretón a sus testículos antes de sentir el líquido caliente invadir su boca. San no había avisado más que con un quejido y un gemido alargado.
Luego de que la respiración de San se fuera tranquilizando, Wooyoung subió hasta su rostro y dejó besos húmedos en su cuello y mentón, jugueteando aún con los testículos de su novio, dejando caricias y suaves apretones. Poco a poco, San volvió a ponerse duro.
―Wooyoungie... ―gimió en una súplica susurrada, San tenía ambas manos atadas así que no podía tocarse ni tocarlo.
Sus manos se encontraban ansiosas por sujetar a su novio y arremeter contra él, sin embargo, Wooyoung había tomado las riendas esta vez y San se había dejado hacer tentado a complacer a su novio hasta en lo más mínimo.
―Ya voy, Sannie ―canturreó Wooyoung, gateando hasta posicionarse sobre el regazo del mayor―. ¿Cómo lo quieres? ―preguntó curioso, bombeando su pene lentamente con una mano mientras que con la otra se abría cuidadosamente.
―Rápido, muy rápido ―murmuró San en un gruñido, apretando la almohada con los antebrazos―. Hazlo como si me fuera a morir.
Wooyoung soltó una risita burlona, ladeando la cabeza hacia un costado. Se posicionó sobre su novio y alineó su miembro en su entrada, sintiéndose contraer antes de que sus paredes le rodearan completamente y cayera sentado sobre la pelvis de San.
―¿No te duele? ―preguntó San, preocupado al darse cuenta de que su novio no se había preparado lo suficiente.
―No, Sannie, está bien ―murmuró moviendo las caderas en pequeños círculos, con las manos apoyadas en los pectorales de San, sin despegar su vista de él.
Wooyoung esperó unos momentos hasta que estuvo lo suficientemente cómodo y comenzó a aumentar el ritmo de sus movimientos, apretándose y jadeando sobre sus labios. Wooyoung saltaba sobre él de manera constante. Los labios de San estaban tan apretados tratando de no gemir alto, que comenzaron a doler. Su pequeño novio estaba sediento de sexo, no sabía cuánto tiempo llevaban así.
La respiración de San estaba agitada y el cosquilleo en su vientre le hizo temblar.
San trataba de zafarse de las ataduras, pues la corbata no apretaba demasiado para no dañarle o dejarle marca. Con un fuerte tirón, San liberó sus manos y las llevó a las caderas de Wooyoung, dándole vuelta para él quedar encima.
Un gemido quejoso se escapó de sus labios debido al movimiento brusco, luego rodeó con sus piernas las cederas de San, de manera firme. El mayor se deleitó con la vista del sudoroso, lloroso y caliente Wooyoung antes de comenzar a embestirlo de manera lenta pero certera.
Wooyoung estaba a nada de correrse y sus piernas temblaban como gelatina, deshizo el fuerte agarre de ellas en su novio y se dejó hacer viendo la zona donde su ano se tragaba el pene de San y las pelotas de este golpeaban contra su trasero. Mordió sus labios tentado a apretarlas nuevamente.
Su novio tenía que dejarlo mamársela de nuevo.
San tomó el pene duro de Wooyoung y lo bombeó un par de veces.
―Te encanta lo que ves ―murmuró San en un tono ronco de su voz, inclinándose para atrapar entre sus labios los apetecedores de su pequeño novio―. Te dejaré seguir jugando conmigo más tarde ―prometió en un susurro sobre el oído de Wooyoung.
―Eres una hermosa criatura ―dijo mirándole a los ojos.
El menor sonrío tensando su cuerpo entero, logrando así que finalmente su novio terminara en su interior, llenándole completamente.
Wooyoung amaba tragarse los fluidos de San, tocarlo y hacer que sus ojos se volvieran blancos.
―¿En serio? ―preguntó Wooyoung, sin aire―. Te dejaré jugar con Xiao San ―dijo entonces, sonriendo casi tímido.
―Oh, te amo ―rio San saliendo suavemente de su interior para recostarse sobre él, sin hacerle peso.
―Es un buen intercambio ―susurró dejando besos en las mejillas de San.
San atrapó el mentón de Wooyoung con sus dedos pulgar e índice en pinzas.
―Sí que lo es.
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Dom., 01 de Noviembre 2020
ahora vayan a echarse awa bendita. 😂😂 ¿cómo están? uwu, espero que no hayan errores, y si los hay, los corregiré mañana. bye bye 😚
