Capítulo 23: Inicio de la Cuarta Guerra Mundial Ninja.

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—¡Hola! Espero estén tratando bien a mi hermana. —dijo amenazante Honato con una gran sonrisa.

—Tranquilo, hermanitui, todo está bien. Además, sabes que si intentan algo les irá muy mal, porque yo no me voy a dejar. —le comenté entrecerrando los ojos viendo a todos los ninjas.

—Ah, no, pues, si cierto. Bueno, me alegra al fin poder hablarte de manera tranquila, primo. —dijo mi hermano rompiendo nuestro abrazo para acercarse al mencionado.  

—Lo mismo digo, Honato, espero poder llevarnos bien. —contestó Neji. 

—Por cierto, Hona, ¿dondé esta Notaho? —pregunté extrañada, estos dos siempre suelen estar juntos; no por cariño, sino por mantenerse vigilados entre ellos. Honato evita que Notaho se estrese o aburra y Notaho evita que Honato haga alguna locura. 

—Ya viene, creo que tenía que arreglar un muy importante "asunto", je, je. —dijo de manera pícara. 

—¿Cómo así? ¿Qué tipo de asunto? 

—Pues, tal parece que al fin las puertas del amor se abrieron para nuestro hermano. Y eso que creí que nunca lo harían.  —contestó divertido. 

—Nola. —dije sorprendida. 

—Sila. 

—Yala. ¡Ja, ja, ja! ¡Finalmente tendré una cuñada y de parte de Notaho! ¡¿Quién lo diría?! ¡Ja! —celebré. 

—Oye, verdad, se supone que yo iba a conseguir primero pareja, ese amargado me gano. —dijo a modo de berrinche.

—Sí, ja, ja, ja. Pero, oe', conta, ¿quién es la afortunada? —cuestioné poniéndome en modo vecina chismosa. 

—No me la vas a creer. Una Uzumaki.

—¡¿Qué?!

—Así como lo escuchaste; siendo más específico, la ex miembro del equipo del Uchiha vengador. 

—¡No! ¡¿Con Karin?! —exclamé sin podérmela creer. 

—¡Sí! 

—¡¿Pero cómo sucedió?! ¿Desde cuándo se conocen? 

—Desde hace poco, pero se nota que el amargado esta completamente hipnotizado por esa mujer. Aunque ella no demuestra el mismo sentimiento, estoy seguro que no tardara en caer en los encantos de nuestro hermanito. 

—¿De qué están hablando? —escuchamos de parte Notaho.

—¡AAAAAAAAH! —gritamos Honato y yo espantados al ser descubiertos—. ¡De nada! ¡No estábamos hablando de nada! —exclamamos nerviosos. 

—¡Ay, Notaho! Debes dejar eso de aparecerse de la nada y en silencio, nos asustas. —le dije molesta, por meterme en el chisme no me había percatado de su presencia. 

—No llegue en silencio, salude a todos los presentes, incluyéndolos a ustedes, pero me ignoraron. 

—Ah. —dijimos Hona y yo avergonzados. 

—Disculpen que interrumpa su charla, chicos, pero quería decirles que nos enviarán a la aldea de la nube para entrenar como jinchurikis. —habló Uzumaki. 

—¿Qué? ¿Entrenar? —pregunté algo molesta, ¿acaso piensan que no tengo, mejor dicho, tenemos la suficiente fuerza para pelear en la guerra?

—Sí, como sabrán yo no he logrado utilizar de manera correcta el chakra del Kyubi, no sé como será con sus bijuus. 

—Nosotros ya hemos logrado eso hace años, no veo razón para que entrenemos. 

Una Jinchuriki en Akatsuki, Hinata HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora