Capítulo 13: ¡Misión cumplida!pero...con una dolorosa perdida.

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Narra Hinata

Me encontraba sentada en la rama de un árbol leyendo un libro de ninjustu y genjustu.

—Veo que sigues mis órdenes, aunque no esté, por eso te elegí como alumna.

—Veo que ya volviste, Tahina, me alegro. —dije con una sonrisa.

—Sí, bueno, ahora deseo saber que hiciste estos días que no estuve presente.

—Lo que siempre hacemos, sólo que sin ti. —le informé— Por cierto, ¿qué paso con el señor Kurama?

—Nada, sólo viajamos un poco y luego lo deje con su jinchuriki.

—Aja, si como no, no mientas, algo sucedió en ese viaje, ¿verdad? —dijo sin creerle un poco Hany.

—No sucedió nada. —dijo apartando la vista para evitar que se vea su pequeño sonrojo.

—Entonces, ¿el beso, la borrachera, la diversión y la noche apasionada que tuvimos no son sucesos importantes? —dijo tranquilamente Tahy.

—¡¿QUÉ?! —exclamamos yo y Hany sorprendidas.

—¿Por qué siempre eres tan desvergonzada? —pregunto molesta la loba a su compañera de batalla.

—Porque sí. —respondió juguetona.

—¡No, no es cierto! ¡Debe ser una broma! ¡Aaaah! —dio un grito muy agudo— ¡Lo sabía! ¡Sabía que terminarían juntos! —celebró contenta Hany.

—¡¿Podrías callarte?! ¡Me vas a dejar sorda! —pronunció furiosa Tahina tapándose sus oídos.

—Discúlpala, sabes bien como quería que volvieran a estar juntos, aunque en parte yo también lo quería. —le dije tranquila.

—Traidora. —me dijo con los ojos entrecerrados.

—Bueno dejemos eso de lado, ¿qué nos enseñarán hoy? —preguntó emocionada Hany.

—Hoy les enseñaremos como degollar a una persona con las manos, es decir, sin ningún objeto que corte porque envés de eso utilizarán esas uñas que tienen o lo que puedan utilizar de su cuerpo. —respondí igual de emocionada Tahy.

—Por ello les dije que no se cortarán las uñas, bien, ¿empezamos?

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Horas después...

—¡Líder! ¿Qué necesita? —dije algo sorprendida por su aparición haciendo una reverencia ante él.

—Hinata, te he llamado para decirte malas noticias de la misión de tus tutores.

—¿Malas? Pero recuerdo que hace unas horas recolectamos el chakra del Ichibi que se encontraba dentro de su jinchuriki y todo salio perfecto, tal como lo planeamos.

—Estas en lo correcto, pero luego del momento de recolección unos ninjas de la hoja aparecieron para salvar al jinchuriki.

—¿De la aldea de la hoja? Pero si el jinchuriki era el Kazekage de la aldea de la arena, entonces, ¿por qué? ¡Claro! La arena debió pedir refuerzos debido a la situación, después de todo son aliados.

—Así es, los ninjas se dividieron separando al dúo artístico, hubieron dos fuertes y reñidos combates, finalmente Deidara perdió un brazo en la batalla con otras heridas menores, pero vivirá.

—¿Y Sasori?

—Sasori murió en manos de su abuela y una kunoichi de Konoha.

—No, no, no, eso no puede ser cierto, ¡NO! —grite dolida por la noticia poniendo mis manos en mi pecho con lágrimas en mis ojos.

—Lo lamento mucho, Hinata, pero no es momento de llorar tienes que concentrarte en ser más fuerte. —se acercó poniendo una de sus manos en mi hombro dándome apoyo— Además, no caigas en depresión; estoy seguro que podrás vengarte pr él y continuar con su arte, después de todo fuiste su discípula.

—Sí, tiene razón. Gracias. —digo para luego abrazarlo y decirle— ¿Sabe, señor Pain? Yo veo a Tahina como la madre que perdí, y a usted lo veo como el padre que siempre quise tener. —digo sonriendo aun con lágrimas en los ojos.

—Y yo te veo como a la hija que nunca pude tener. Sé fuerte, necesitaras serlo.

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Horas más tarde...

Estaba esperando a Deidara en la guarida en la que supuestamente vendría para curar su brazo, el que Sasori haya muerto debió afectarle tanto como a mí.

—¡Hola, Hinata! —me saludo alegre Tobi.

—¡Hola, Tobi! —devolví el saludo de la misma manera— ¿Y Deidara?

—Se quedó cerca del río, dijo que necesitaba un poco de espacio. —me respondió Zetsu.

—Zetsu, Tobi, gracias por traer a Deidara a salvo, ahora si me disculpan. —les agradecí para luego darles una pequeña reverencia.

Fui caminando por el bosque hasta que vi el río que Zetsu había mencionado, en la orilla se encontraba sentado Deidara con una mirada nostálgica hacia el cielo. Me acerque lentamente para sentarme a su lado.

—Deidara. —le llamé.

—¡Hinata! ¿Qué haces aquí? —pronunció sorprendido, al parecer no se había dado cuenta de mi presencia por estar sumergido en sus pensamientos.

—Vine a ver como estabas y hablar sobre, ya sabes, Sasosi.

—Ya veo, bueno, para serte sincero no quiero hablar sobre eso. No comprenderás. —dijo desviando la mirada.

—Está bien si no quieres hablar ahora, pero te aseguro que te comprendo recuerda que yo también perdí a un ser querido, mi madre y no fue fácil. Nunca es fácil el seguir adelante después de perder a alguien querido, porque se siente su falta y te das cuenta que lo extrañas mucho. —dije con una sonrisa intentando tranquilizarlo.

—Sí, nunca nos llevamos bien y siempre peleábamos, pero aun así hubo momentos en los que pudimos convivir en paz y apoyarnos el uno al otro. Es verdad lo que dices, Hinata, lo extrañaré y mucho. Pero su muerte no significa su olvido, siempre lo recordaré, en especial al verte pelear con tus marionetas, con su arte.

—Por Sasori es que lucharé, él no merecía morir, él, él quería que su alma viviera a través de sus marionetas.

—Sasori, nunca serás olvidado, serás como tu arte: eterno.

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#CONTINUARÁ#

Una Jinchuriki en Akatsuki, Hinata HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora