Amor de otoño. [✔️]

XIII 🍁

Romer seguía esperando pacientemente a su hermano. Supuso que no tardaría, la habitación de Mark estaba a lado de la suya.
El menor entró por la puerta mirando a Romer con pánico. Siempre se veía así y no sabía si preocuparse o acostumbrarse más de lo que ya estaba.

—Bien. Hay un problema... Creo que Mark está pensando en hacer el papel del señor perfecto y “dialogar“ con nuestros padres de tu amistad con Oscar. Según que para demostrar el ejemplo y no cometer errores. ¡¿Tan imbécil es?!—El menor estaba enojado.

—¿Que él que?—La mente de Romer no era muy productiva y apenas podía procesar lo que había escuchado de su hermano.

—Estoy, estas, estamos en problemas.

—¿No podemos simplemente hablar con él ?—El menor negó.

—Se supone que debería entenderlo, es el mayor. ¿Por qué se sigue comportando cómo alguien que necesita que le digan lo que tiene que hacer? ¿Por qué tiene que obedecer a todo solo para encajar en el estereotipo de papá? ¿Que no se supone que tiene la edad suficiente para tomar y decidir sus propias acciones? ¡¿Por qué mierda tiene que pensar primero en él, en vez de pensar en cómo podríamos acabar si el abre su maldita boca?! Mark es demasiado idiota.—El menor estaba enfadado con su hermano, no podía creer que le importara más la aceptación de la gente que sus propios hermanos. Su propio equipo.

La puerta fué abierta de golpe y la silueta de Mark se encontraba mirándolos con odio.

—¿Que es lo que dijiste?—Le preguntó Mark al menor.—¿Te cuesta tanto decírmelo en mi cara?

—Eres un idiota al poner primero tu jodido orgullo antes que a nosotros, es nuestro hermano, se supone que lo deberías de ayudar y no matarlo indirectamente. ¿A qué le tienes miedo, Mark?—Carlos podía ser el menor, pero a decir verdad, cuando se molestaba con alguno, su actitud cambiaba a una más madura.

—No es mi culpa que él se haya metido en este problema, solo por querer una amistad, es bastante ridículo. Además, será mejor que lo haga, antes de que ellos lo descubran por su propia mano y terminemos en problemas todos, y cómo siempre, me llevaré el peor castigo por ser el mayor. ¿Y por qué? Por que supone que estoy a cargo de ustedes y son mi responsabilidad, y como mi responsabilidad, tendré que hablar de eso con ellos.

—Piensa un poco lo que dices ¿Quieres? Dime la verdad, ¿Quieres hacer lo correcto o quieres hacer lo que papá cree que es lo correcto? Dime, te escucho. Quiero saberlo y entenderte para saber si darte la razón o no.—El menor estaba haciendo que la cabeza de Mark explotara y se cuestionase lo que estaba a punto de hacer.

—Yo... No lo sé, lo siento...—Se sentó al borde de la cama.

Romer estaba callado, mirando todo con asombro. Nunca había presenciado una pelea de hermanos y más con el de por medio. Él no había opinado nada a la discusión pero estaba involucrado desgraciadamente. Jamás había visto a su hermano menor de esa manera, lo conocía cómo una persona muy adelantada a su época, bastante reservado, era lo bastante maduro para su edad, sabía muchas cosas pero nunca demostraba su verdadero carácter. Por otra parte, Mark solo era la marioneta de su padre, solo obedecía y callaba sus verdaderos pensamientos o intereses, todo solo para tener el orgullo, atención y reconocimiento de su padre.

—¿Podríamos hablar todo esto con más calma?—Preguntó Romer.

—Si, pero justo en este momento.—Le contestó Carlos.—Y a ti—señaló a Mark.—Debes entendernos, entender a Romer un poco, te hace falta, mi querido hermano. Ahora, ¿Por quien debería empezar?

—Yo te contaría lo que pasó hoy pero supongo que es más importante que Mark entre en razón para después contarlo.

—Gracias. Entonces, Mark ¿Alguna vez te pusiste a pensar el control que tiene papá sobre ti?—Mark negó.—Ahí está el punto, te dejaste llevar por sus ideas y te olvidaste de lo que en verdad querías, y no es tu culpa, todos aquí hemos sido manipulados por las ideas de nuestros padres, todos de distintas maneras, pero lo hemos sido, alguna vez buscamos encargar en todo lo que ellos pedían y el único que lo sigue haciendo eres tú, hacerlo no es necesario, si, eres el mayor y por ende eres el ejemplo y eso no es el sinónimo de una marioneta humana, eres lo suficientemente “adulto” para poder decidir sobre ti mismo, no tienes que reportar toda tu vida con ellos, por qué no es necesario y lo sabes. Al final de todo, no necesitas la aprobación de ellos, se podría decir que ellos hicieron que necesitaras su aprobación. Ahora dime ¿Estás seguro que lo que pensabas hacer es por ti o por ellos?

—Era por ellos, y si, tienes razón, soy un idiota por dejarme llevar por ese tipo de pensamientos, lo siento, se supone que soy el ejemplo y los decepcioné traicionando nuestra confianza...—Habló con decepción de si mismo.

—No te preocupes por eso, está bien. Ahora lo entiendes.—Habló Romer.

—Y ahora te toca hablar a ti.—Le dijo el menor.—Hemos tenido bastantes aventuras hoy, una raya más al tigre.

—Bien, solo no se molesten.—Los chicos le asintieron.—Un pequeño resumen sería que me dí cuenta de mis verdaderos sentimientos hacia Oscar, se lo dije y pensando que no serían correspondidos para mí suerte y desgracia si lo son, y ahora se supone que soy la pareja de un chico que conozco hace unas semanas.—Mark tenía la boca abierta y Carlos parecía que ya lo veía venir.

—Estamos jodidos.—Rió el mayor.

—Si, ahora que falta ¿Que se casen?—Bromeó Carlos.

—Si mamá se entera estamos más que muertos.—Siguió bromeando Mark.

—No sirven de ayuda. Aunque en gran parte tienen razón, no se en que pensaba con aceptarlo...

—No empieces con esto, entiende que enamorarse no está mal, solo que la sociedad crítica lo que acecha contra sus ideales. No hay razón por la cuál te debes juzgar, solo que no puedes ser “libre.”—Intentó aconsejar el menor.

—Tiene razón, y por eso te seguiremos ayudando todas las veces que sea necesario.—Le respondió Mark.

—Bien, ahora, largo de mi habitación, tengo sueño. —Los hermanos lo miraron como perros a medio morir.—Tienen dos opciones. Se van o corren a sus respectivas habitaciones y regresan con sus cosas para dormir aquí.—Los dos chicos se miraron mutuamente y salieron de la habitación lo más rápido que pidieron para traer sus cosas.

Sería una noche bastante larga.