♪Notas Para Un Príncipe♪[Jikook]

[Capítulo 36]. ♪Un Nuevo Amanecer♪

El sol anunció un nuevo día, Jimin fue el que despertó primero y con ello se puso a apreciar a su prometido, Jeon Jungkook, la persona más hermosa del mundo.

Sus ojos cerrados y los leves sonidos que hacía mientras dormía le hacían parecer tierno.

Sus largas pestañas, su ceño levemente fruncido y esas hermosas mejillas con un leve tono rosa eran la majestuosidad en persona, o al menos eso era lo que Jimin veía, creía y pensaba.

Para él, Jungkook es todo lo que siempre busco, una persona terca, madura pero al de todo tierna y muy hermosa, alguien puro y de buen corazón que sin siquiera pensarlo robó por completo su corazón.

Los ojos de su amante empezaron a pestañear alertandolo en el proceso, Jungkook había despertado y con ello una sonrisa apareció al ver que Jimin es lo primero que vio.

Aunque esa sonrisa fue reemplazada minutos después por un furioso sonrojo debido al recuerdo de la noche anterior, tomo la sábana y con ella se ocultó.

Jimin solo sonrió para después retirar la sábana que cubría su rostro, beso la frente ajena y luego beso cortamente sus labios susurrando un pequeño;

–No tengas pena, eres hermoso– Jungkook solo asintió y después devolvió el gesto.

–Buen día, Jiminnie– le dijo.

–Buen día precioso– respondió dió Jimin dulcemente.

Jungkook sonrió y después de eso se acurrucó más en el pecho ajeno, se sentía bien, feliz, cómodo pero sobre todo amado.

Lo que siempre tuvo que ser, pero ambos decidieron enredarse y pues así resultó esto.

Pero en fin, ahora estaban bien, su boda estaba cerca y porfin sellarian su compromiso con un aceptó para complementarse perfectamente.

Jimin le abrazó y decidieron dormir otro rato, acurrucados con una sonrisa cada quien.

Cuando Jimin despertó de nuevo se encontró absolutamente solo en la cama, busco por toda la habitación encontrandola vacía.

Se levantó de esta dispuesto a salir pero alguien le detuvo cuando la puerta del baño fue abierta.

–Ya despertaste bebé– le dijo Jimin para después acercarse a él y besarlo–¿Cómo te sientes?,¿Te duele algo?– preguntó una vez que se separaron.

Jungkook negó pero el dolor en su parte baja daba a entender otra cosa.

–Me duele un poco pero con un analgésico estaré bien– respondió y se levantó entrando al baño.

Minutos después ambos estaban listos y juntos se dirigieron al comedor, su desayunó estaba listo así que era hora de comerlo.

Se sentaron uno al lado del otro mientras los empleados daban cortas reverencias, pues hace ya dos meses que Jungkook fue presentado como el prometido del rey así que todos le respetaban.

Algo a lo que el no estaba acostumbrado aún, se sentía extraño recibiendo halagos y reverencias por parte de los que una vez fueron sus compañeros de trabajo.

La mayoría lo felicito y uno que otro le decía que había sido un lagarto, que no saben cómo pero pudo amarrar a el rey Park.

Su familia estaba feliz por el, su mejor amigo Hoseok se emocionó cuando se enteró que se casaría, así como también Yoongi gritó provocando que los guardaespaldas entrará de nuevo a su habitación con poses de ataque.

Su vida había cambiado mucho durante este tiempo, había ido a visitar a sus padres en el cementerio contándoles las buenas noticias y derramando una que otra lágrima, pues a pesar de que ya pasó demasiado tiempo aún dolía no tenerlos junto a él.

Puede que para algunos sea algo dramático, pero el perder a un ser querido es doloroso no importa si ya han pasado cincuenta años, no deja de doler el hecho de que ya no estará jamás en la vida.

El día para ambos fue lindo, después de su desayunó se dirigieron al jardín, ese que se había convertido es su lugar especial.

Tomaron asiento en la banca y miraron el cielo azul, las mariposas volaban a su alrededor y el aire era tranquilo y fresco.

Entrelazaron sus manos, Jungkook recostó su cabeza en el hombro de Jimin sintiéndose seguro, sabía que ahí pertenecía, a su lado.

–¿Recuerdas todo lo que pasamos para llegar a esto?– preguntó de repente Jeon.

Jimin sonrió nostálgico, no le gustaba acordarse del corazón roto del menor.

–Si, me gusta recordar todo a excepción de cuando te lastime– respondió.

Jungkook acarició la mano contraria dándole un ligero apretón dándole a entender que todo estaba bien.

–Esta bien, si tuviera que pasar por todo esto de nuevo, te juro que lo haría una y mil veces, si así puedo estar contigo– le dijo besando su mejilla.

Y así es como una hermosa pareja se formó, solo queda casarse y poder formar un hermoso reino lleno de comprensión y bondad.

Gracias por leer...
De todo corazón les agradezco que hayan leído mi historia...
Los y las quiero...
Se despide JK❤️JM... bye...