capítulo 13

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Después de pasar todo el fin de semana con Jungkook, había llegado el momento de regresar a mi realidad.

-Te dejaré hasta aquí, tengo algunos pendientes que hacer - hablo Jungkook mientras detenía el auto frente al edificio -Es mejor que no lo sepas, pequeño cachorro - Jungkook río mientras despeina a un poco mi cabello.

Me queje mientras intentaba quitar su mano de mi cabeza. Sentí algo extraño en mi estómago, era como si algo se removerá. ¿Tenía hambre?

Dudé un poco en bajar, tenía la mano en el seguro de la puerta para abrir. Mordí mi labio inferior un poco, me gire a verlo.

-Sobre lo que pasó el fin de semana, gracias - miré hacia abajo.

-¿Por qué? -

-¿Por qué, qué? - pregunté yo, contestado con otra pregunta.

-Me refiero a que ¿por qué me das las gracias? - alzó una ceja divertido.

-Por tres razones, la primera, por salvarme de aquél tipo, si no estuvieras ahí no sabría qué hubiese pasado, la segunda, por llevarme a un antro, por dejarme divertirme - levante dos dedos de mi mano.

-¿Y la tercera? - Jungkook parecía curioso de saber la tercera cosa por la que estaba agradecido con él.

No era difícil de adivinar, pero sí que no se lo esperaba, tal vez ni yo. Pero. En verdad estaba agradecido por la tercera cosa.

-Y la tercera es, gracias por dejarme experimentar un poco de libertad, me hiciste conocer cosas que jamás había visto en mi vida, en verdad muchas gracias - sonreí un poco mirándolo.

Jungkook guardo silencio por unos segundos, y cuando parpadee lo encontré frente a mi rostro, sus labios posados en los míos. Él me estaba besando, no como el primer beso que me dio, no, este era lento y con algo de timidez. Incluso sonaba bizarro pensar que Jungkook estaba siendo cuidado, cuando desde que lo conocí había sido algo salvaje.

Se separó de mí, me le quedé mirando, no dije nada, pues las palabras me habían sido arrebatadas con ese beso. El calor empezó a subir hasta agolparse en mis mejillas.

-Tú me provocaste, poniendo esa cara - cubrió un poco su boca y miró hacia el frente.

Pude ver su perfil, el cual era muy bonito, un suave color carmín adornó sus mejillas. Era la primera vez que lo veía así, con la guardia baja. Mostrando, tal vez, su verdadero yo.

-Lo siento, aunque no sé qué cara puse, solo tengo ésta - me encogí de hombros.

Jungkook volteo a verme y rodó los ojos, frunció un poco su entrecejo

-Ya vete, me estoy atrasando - hizo un gesto con su mano para que saliera.

Sonreí un poco, por un momento pude ver a otro Jungkook, y no al chico que siempre veía, al irónico, violento y mal hablado.

-Bien, nos vemos –

Quite el seguro de la puerta y jale la palanca para poder salir. La puerta se abrió y yo salí de ahí. Pude sentir como Jungkook jalaba de mi camisa haciéndome sentarme de nuevo de golpe, me queje por lo bajo.

-¿Qué pasa ahora? - lo miré un poco molesta.

-Nada, solo... - de nuevo pude ver un sonrojo en sus mejillas.

-¿Solo...? –

-Nada, olvídalo, entra ya - me soltó y puso ambas manos en el volante.

-Dios, eres muy bipolar - me queje y salí, cerrando la puerta detrás de mí.

Solo me despedí de él con la mano, empecé a caminar hacia la entrada de mi edificio. Pude escuchar cómo arrancaba su automóvil y se marchaba. Suspiré, me había mantenido firme en todo este rato, pero la verdad es que estaba a nada de desmayarme. ¡Me besó!

Sacudí un poco mi cabeza para tratar de alejar esa imagen, cosa imposible.

-Buenas tardes - salude al vigilante.

-Joven Jimin, llego antes - me sonrió el tierno viejecito.

-Sí, un poco - camine hacia el elevador.

-¡Oh sí! Estaba olvidando algo importante, lo esperan en su departamento -

-¿Me esperan? ¿Quién? - fruncí un poco el entrecejo.

-Dijeron que eran sus padres, me pidieron que... No, bueno, me exigieron que los dejara pasar a su habitación –

Asentí, sí, esos eran mis padres. Mire al pobre viejecillo, estaba realmente apenada.

-Lo siento mucho por la forma en la que le hablaron, yo... -

-No se preocupe joven, está todo bien, este viejo a soportado más de lo que piensa, así que unas simples palabras así no me hacen nada - sonrió.

En verdad que él me caía muy bien.

Me despedí de él y subí al elevador, pulse el botón para ir a mi habitación. Estaba en problemas, eso seguro, pero había algo que me molestaba. Ellos habían entrado a mi habitación y sin mi consentimiento.

Nunca lo había visto así, pero ellos querían imponer sobre mí, y debería de hacer algo ahora. Ya no dejaría que mi vida la dirigieran ellos. Ya no.

Bad Boy -- KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora