Capítulo 3

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Allá arriba habían escuchado mis plegarias, pues alguien estaba pasando por ahí. Aunque esa persona me hizo ponerme en alerta.

- Vaya, mira que encontrarlo aquí y en este estado – habló un chico alto pelinegro.

¿Lo conoces? - pregunté, aún estaba haciendo todo por no dejar caer a Jungkook al suelo.

-Claro que lo conozco, es mi amigo, ¿qué haces tú con él? -

Me sorprendió la forma en la que hablaba, parecía como si solo habláramos del clima y no de su amigo  quién se estaba desangrando en mis manos y estaba desmayado.

-Lo encontré en el callejón, necesita ayuda, está perdiendo mucha sangre, soy estudiante de medicina así que tal vez pueda hacer algo, él me dijo a donde ir pero no puedo llegar ahora que se desmayó -

El chico frente a mí chasque la lengua y sonrió un poco.

-Yo lo llevo, así cuando despierte él me deberá algo, que genial -

Parecía contento con eso.

No dije nada, solo solté a Jungkook cuando el chico pelinegro me lo quitó y lo cargó al estilo princesa. Empezó a caminar y yo detrás de él, parecía como si no pesara nada, claro, ambos chicos tenían unos músculos de impacto.

- Por cierto, me llamo Tae, te lo digo porque pareces de confianza – me dijo con una sonrisa cuadrada

-¿De confianza? Pero apenas y nos conocemos - dije alzando una ceja.

-Bueno, si Jungkook confío en dejar su vida a ti fue por algo, él odia el contacto humano, odia tratar con su misma especie - río por lo bajo.

No supe que decir, así que solo me mantuve en silencio mientras llegábamos al dicho lugar. Cuando lo hicimos, no se que fue lo que más me sorprendió, si el edificio viejo o la gente que había ahí.

Al ver como Tae llegaba con Jungkook en brazos, desmayado, varios se alertaron y empezaron a hablar. Otros me miraron, quise correr en ese momento.

-Cálmense, es amigo del jefe - hablo Tae lo suficientemente alto para que lo escucharan.

Subimos unas escaleras, hasta llegar al segundo piso y entramos a un cuarto con un escritorio y un sillón algo viejo, ahí dejó a Jungkook acostado.

-Dije eso porque si no tendrías problemas, ¿lo captas? - me sonrió de lado y levantando sus cejas de una manera algo sugestiva. Eso me hizo entender a lo que decía.

Asentí, me acerqué a Jungkook para poder empezar a curarlo.

-¿Podrías facilitarme un botiquín? También algo de toallas y agua tibia -

-Claro, ya regreso –

Vi como Tae se perdía en la entrada, dejándome solo con el cuerpo de Jungkook. Quité su camiseta, la cual sólo bastó con que estirarla un poco de la tela pues ya estaba rota. Su torso desnudo quedó frente a mí, trague en seco.

Sabía que a esto y otras cosas más me estaría exponiendo en un futuro con mi profesión, así que no debería de sentir vergüenza.

¿Pero cómo no sentirla? Frente a mi estaba un cuerpo muy bien trabajado, él no era para nada feo, su rostro, a pesar de estar desmayado, tenía el entrecejo fruncido. Varios tatuajes en su cuerpo me dejo claro que era un chico problemático, pero aún y así me quedé.

De mi mochila saqué otra toalla de gimnasio y la preparé cuando quité la que estaba haciendo presión, me alegre cuando vi que ya empezaba a hacer coagulación la herida. Toqué con cuidado su estómago y sus costillas, nada roto por ahora. La puerta se abrió de un momento a otro.

Bad Boy -- KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora