Capítulo 21

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Limpiaba las mesas mientras escuchaba el bullicio de las personas, el café estaba lleno y aún faltaban algunas mesas por atender.

- ¡Pedido para la mesa 5! - vocifero Hoseok detrás de la barra.

- ¡Yo voy! - habló Taehyung mientras caminaba rápidamente con una charola en mano.

Terminé de limpiar la última mesa, dejándola lista para más clientes que estaban llegando. Me acerqué a la barra, donde Hoseok estaba preparando aún más pedido.

- ¿En qué puedo ayudar? –

- ¿Están limpias las mesas vacías? - habló sin mirarme, pues sus manos estaban sirviendo líquidos diferentes en algunas tazas.

-Están limpias y listas para usarse -

-Bien, entonces lleva esto a la mesa 6 y esto a la 8 - puso algunas tazas y un par de platos con sándwiches en una charola.

Con cuidado tome la bandeja entre mis manos caminé a las ya mencionadas mesas. Había más gente de lo que pensé, al parecer este local era muy conocido y tenía una muy buena reputación.

-Buenas tardes, disculpen la demora - les sonreí a los clientes.

Una cosa que había quedado claro era qué, a pesar de todo, debería siempre haber una sonrisa en nuestros labios. Algunos clientes solo venían aquí para despejarse de todo y ver una sonrisa siempre era bueno.

[...]

-Es hora de que te vayas, tienes trabajos que hacer ¿no? - me sonrió Hoseok.

-Bueno, tengo que hacer una investigación sobre los tortícolis, sí - lo miré mientras acomodaba las sillas.

-Entonces deja eso y vete ya, Jungkookie fue muy específico en eso de tu escuela - sonreí ante eso.

-Está bien, entonces nos vemos mañana -

-Hoseok asintió sonriendo mientras limpiaba las últimas tazas. Me quité el delantal mientras caminaba hacia la parte trasera, topándome con Taehyung, quien traía una caja de cartón en sus manos llena de servilletas de papel.

- ¿Te vas? -

-Sí, tengo algunos trabajos que terminar y Jungkook dijo que esa era la única condición que me pondría - le sonreí.

-Entonces vete con cuidado, hasta mañana - me regaló una sonrisa cuadrada.

-Hasta mañana - le sonreí también y después fui a mi casillero.

Guardé el delantal y me puse mi suéter tipo canguro color negro, tome mi bolso y lo coloque en mi hombro. Cerré el casillero y caminé hacia la salida. Mi teléfono empezó a sonar, al principio pensé que se trataba de Jungkook o incluso Kai, pero me equivoqué.

Era un mensaje de mi madre, ella me estaba citando en el restaurante donde solíamos comer cada fin de semana. Fruncí un poco el entrecejo, mi cuerpo se empezó a poner nervioso. Desde aquella vez que salí de la habitación de la universidad, ella no me había mandado ningún mensaje o alguna llamada. Era extraño que ahora lo hiciera.

[...]

Entre al restaurante buscando con la mirada a mi madre, la encontré bebiendo un poco de una copa con líquido rojizo.

Me encaminé hacia ella, al estar a pocas mesas de donde ella estaba, su mirada se posó en mí. Su mirada era indescifrable, no hacía ningún gesto. Una vez llegue a la mesa, me senté y carraspee un poco.

Estoy aquí, ¿qué ha pasado, mamá? -

Ella no dijo nada, solo bebió un poco más de la copa y después la dejo en la mesa, puso ambas manos juntas y se inclinó un poco.

-Veo que estas bien - ella me miró un poco antes de hacerse hacia atrás de nuevo.

-Lo estoy, tengo un trabajo -

- ¿Ganas bien? ¿Al menos te alcanza para pagar tu universidad y pagar dónde vives? –

Me removí un poco incomodo en la silla, sus palabras salían en tono de burla, como si lo que yo hacía fuera algo inimaginable.

-Gano lo suficiente para vivir, vivo con unos amigos así que el dinero del hospedaje va para mi escuela -

Soltó una risilla burlesca.

- ¿Amigos? ¿Dices que vives con esas personas? Estas mal, Jimin, yo no te crie para esto -

Apreté un poco mis labios, su mirada era dura, sus palabras frías y en tono de burla me hacían sentir mal.

- ¿Para esto querías verme? Pensé que no te interesaba lo que yo hiciera, me quedo claro ese día, dijiste que yo estaría muerto para ti - dije recordando sus duras palabras.

-Tienes razón, no me interesa saber esas cosas, te llamé por otra razón -

-Dilo, tengo que regresar pronto a casa -

-Casa... - bufo rodando los ojos. - Bien, quiero que regreses a casa, a tu verdadera casa -

-No puedo hacer eso - dije sin pensarlo.

-No, parece que no me entendiste, no estoy preguntando si quieres o no, te lo estoy ordenando -

Ahora fue mi turno de bufar y entornar mis ojos. ¿Ella hablaba en serio? Sus palabras aquel día habían sido claras, incluso estoy segura que todo el edificio escuchó esas crudas palabras.

- ¿Enserio mamá? ¿Me estás diciendo que tengo que regresar? - la miré con incredulidad. - No lo haré, soy mayor de edad y puedo escoger donde vivir, tú ya no tienes jurisdicción sobre mí -

-Puedes decir lo que quieras, pero tú regresaras conmigo quieras o no –

-No lo haré, no insistas, eres mi madre y por favor, no hagas que deje de tener un poco de respeto por ti - empezaba a molestarme.

Su manera de hablar, de mirarme, de burlarse por mis avances de salir adelante e independizarme. Todo en ella empezaba a enfadarme.

-Tal vez dejes de pensar así cuando veas esto - mi madre rebusco algo en su bolso.

-Yo no cambiaré de pensar por nada -

Ella puso una carpeta en color negro, la mire con duda y ella solo me miró con esos ojos distantes. Abrí la carpeta, dentro había algunas hojas con letras en color negro.

Entre más leía el contenido, más sorprendido y asustado estaba, ahora le tenía miedo a esta mujer que estaba frente a mí. ¿Quién era ella? ¿Dónde había quedado la mujer dulce y amable que me cuido por veinte años?

Los papeles frente a mí eran una demanda hacia Jungkook, ¿como había conseguido el nombre de él? El asunto de la demanda, secuestro. Mi madre lo estaba acusando de secuestro hacia mí persona.

-Esto no es posible, ¿por qué contra él? - pregunté nervioso y asustado.

-Ese bastado fue quien te cambió, y estoy segura de que te tiene amenazado, tú eres mi hijo y sé que no eres así -

-Soy tu hijo mamá y eso no cambiará, pero lo que haces no tiene nombre, ¡¿acusarlo de secuestro?! - levante la voz.

-Baja la voz - me miró recriminatoriamente.

- ¡No lo haré! - me levanté de la silla. - ¡Lo que haces está mal! Ya no te reconozco -

-Eso debería decirlo yo, no sé quién eres ahora, mírate, ¿dónde está mi dulce niño? –

Tenía ganas de llorar, estaba enfadado, triste, molesto, sentía mil sentimientos ahora mismo. Me levanté de la mesa y di un par de pasos alejándome de la mesa, me detuve, miré a la mujer sentada en la mesa, quien decía llamarse mi madre.

-Ese niño solo era una fachada que ustedes crearon, lo retrajeron demasiado, ahora ya no existe más, así como la madre que una vez pensé tener, no te saldrás con la tuya, mamá -

Y salí de ahí, la dejé sola, no quería verla más ahora mismo.

Ahora yo necesitaba solo de una persona, de Jungkook, él era quien me hacía sentir bien entre sus brazos, lo necesitaba cerca de mí, quería oler su fragancia y sentirme seguro. Lo necesitaba todo él.

Bad Boy -- KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora