Bienvenida a casa

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Hola gente, sé que estoy tardando en actualizar mis historias, pero he tenido bastante trabajo, ya se acercan las vacaciones y espero tener más tiempo para escribir :)

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La familia de Emma estaba desayunando tranquilamente cuando la rubia llegó al comedor.

-Buenos días mis amores- Saludó alegremente, llevaba un pantalón de vestir gris y una blusa de seda rosa sin mangas, su cabello corto perfectamente arreglado al igual que su maquillaje.

-Bueno días mamá- Saludaron los adolescentes.

-Buenos días esposa.

-Les acabo de enviar un correo detallado con los pendientes de la semana, citas de doctor, dentista, horarios de clases y de exámenes, por si se les olvidó estudiar para alguno- Miró a sus hijos y se sentó, era curioso que no tenía la costumbre de besar a su marido- Y la cita para que te corten el pelo August, que ya te hace falta.

- ¿Vas a salir mamá?

-Sí hijo, sé que había quedado de no trabajar por un tiempo para estar con Valeria, perdón, con Valentina, pero voy a regresar a trabajar.

-Oficialmente querrás decir- Pinchó August, ya que nunca dejó de hacerlo, la rubia asintió.

-Qué bueno- Dijo emocionada Alice- Quiero decir, me da gusto por ti.

-Y ya te estabas volviendo loca de que pase tanto tiempo aquí en la casa- Habló Henry con una sonrisa.

-Henry- Regañó August.

-Déjalo, aprecio mucho la crítica constructiva porque es un área de oportunidad, además que me moría de ganas de volver a trabajar- August la miró con ojos entrecerrados- Oficialmente.

- ¿Y Valentina?

-Perdón, me quedé dormida- Apareció Regina en un pantalón de mezclilla, una playera blanca básica y el cabello en una coleta alta, sin una pizca de maquillaje, padre e hijos la miraron sin comprender.

-Oh claro- Se levantó Emma y se puso al lado de Mills- Esto es una cosita que les quería decir, anoche Valentina no dejaba de llorar, lloraba y lloraba, no quería nada, no quería la mamila y entonces le llamé a Regina, para que se viniera a dormir- Le dio una palmaditas en la espalda y August miraba incrédulo a su esposa- No iba a dejarla morir de hambre mi amor- Dijo con dulzura fingida.

-No, Emma tiene razón, la amamanté y se quedó dormida, a valentina quiero decir, no a Emma- Dijo nerviosa y se sonrojó ante su estupidez y la rubia no pudo evitar bajar la mirada a los grandes pechos de la morena por unos segundos.

-Es tardísimo, me tengo que ir- Se aclaró la garganta y les lanzó besos a su esposo e hijos- Le dicen todas las reglas de la casa a Regina, que le queden muy claras- Regina se balanceó torpemente sobre sus pies y Swan se rio internamente- Nos vemos- Tomó su bolso y huyó.

-Siéntate Regina, ahora te sirven el desayuno- La morena asintió- Yo también tengo que irme a trabajar.

- ¿Y las reglas de la casa?

-No te preocupes, si tienes alguna duda, puedes preguntarle a Granny, por lo pronto, no se te ocurra entrar al estudio de Emma, ni a mí me deja entrar- Dijo divertido y la dejó con los chicos.


-Emma, espera- Dijo apenas la rubia subió al coche- ¿Qué está pasando?

-Anoche ya no te dije nada porque estabas dormidísimo.

Madre solo hay dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora