Dinámicas familiares

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-Lamento haber creado un problema entre Emma y tú- Se acercó Regina a August que estaba en la terraza.

-No lo hiciste, me alegra no tener que estar lejos de Valeria- Le hizo una seña para que se sentara- No te invito una cerveza porque estás amamantando.

-La cerveza en pequeñas cantidades es buena para producir leche, lo investigué para mi App- August asintió y le tendió una.

- ¿Cómo le fue a tu madre con la mudanza? - Preguntó, aunque ya sabía que no se mudaría, después de todo él fue quien le dio el dinero a Fiona.

-Ya no habrá mudanza, mi mamá consiguió el dinero, no sé cómo- Frunció el ceño al percatarse que no le preguntó- Espero que pueda pagarlo pronto.

- ¿Y te vas a regresar con ella?

En ese momento Emma se acercaba y decidió detenerse a escuchar, esperando que su esposo no dijera algo que incomodara a la morena y decidiera irse y llevarse a Valeria.

-No mientras Valentina me necesite- Tomó un sorbo y Emma negó con la cabeza, pensando que no debería estar bebiendo.

-Bien, pero una cosa- Tanto Regina como Emma contuvieron la respiración- Ya no puedo ser tu cómplice de que te la lleves en las noches para amamantarla, nunca debí haberlo hecho- Ambas mujeres soltaron el aire.

-Lo sé y lo entiendo, perdón por hacerte romper las reglas de Emma- Se mordió el labio apenada.

-No la juzgues, ella es así- Dijo con una sonrisa.

-No lo hago, créeme, tal vez no estoy muy de acuerdo, pero me he dado cuenta que controlar es su manera de demostrar amor- Dijo con una tierna sonrisa y Emma a la distancia sonrió también- Además ¿Quién soy yo para juzgar a alguien? Dios sabe que si no fuera por Emma y por mi madre, no sabría qué hacer con Valeria- Suspiró y dio otro sorbo.

-No quiero ser entrometido, pero ¿Y el papá de Valeria?

La rubia vio la incomodidad estampada en el bonito rostro de la joven y decidió intervenir, de todos modos ella misma no estaba segura de querer saber la respuesta.

- ¿De qué tanto hablan ustedes dos?

-De todo un poco mi amor- Respondió August y palmeó sus piernas para que se sentara, aunque incómoda, Emma lo hizo.

-Bueno, iré a buscar a Henry, me pidió ayuda para una tarea de matemáticas- Mintió, pero ver a Emma tan íntimamente con August la incomodó.

-Gracias por eso- Dijo amablemente la rubia- ¿Quieres que acostemos juntas a las niñas en un momento?- La morena asintió con la cabeza.

-Gracias por la charla August, y por la cerveza- Huyó torpemente.

-Qué raro, el estado de ánimo de Regina cambió de repente cuando llegaste.

-Son imaginaciones tuyas amor- Se paró de su regazo- Iré a ver que habrá para cenar, no te excedas con la cerveza- Besó su mejilla- Y no le vuelvas a ofrecer a Regina mientras esté amamantando a Valentina- Advirtió. 

La rubia se preguntaba si su presencia habría molestado a la joven, hizo un flashback mental y según su percepción, la niña cambió de humor cuando se sentó en las piernas de su esposo, pero ¿Por qué?

¿A caso estaba celosa? ¿Pero de quién? Aunque tenía una relación con Ruby, sabía que la morena había estado al menos con un hombre, de ahí Valeria, lo que podría hacer a Regina bisexual, Emma se preguntó si le gustaba su esposo, la idea le revolvió el estómago.

Madre solo hay dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora