Inclasificable

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Ya faltan pocos capítulos de esta historia, al menos eso creo🤭 

Una disculpa por tardar en actualizar, espero que les guste 😉

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-Debe ser algo serio para que te sirvas un whisky a esta hora- Dijo August a Emma, sentado en el enorme sofá en el que también estaban sus hijos adolescentes e Ingrid.

-Les mentí- Confesó.

- ¿De qué hablas, cariño? – Preguntó su madre.

-Para ganar la demanda, Regina y yo- Exhaló- Regina y yo fingimos ser pareja- Dio un sorbo a su vaso.

- ¡Lo sabía! – Exclamó su ex esposo- Sabía que era una mentira.

-Yo también sabía, má- Negó Henry decepcionado.

-Yo también lo sabía, conozco a mi hija- Habló Ingrid.

- ¡Ay, sí! – Se expresó Alice- Ahora resulta que todo mundo sabía- Se cruzó de brazos enojada- Pero a ver, mamá, explícame lo de anoche, te escuché llorar después de que se fue Regina.

-Estoy enamorada de Regina- Confesó con ojos llorosos- Y ella decidió irse, está con Arizona, y yo me quedé sola y sin trabajo, porque los accionistas descubrieron nuestra mentira, y ya no hay app.

-Emma, lo siento mucho- Dijo sinceramente August- Ya que estamos en anuncios parroquiales, aprovecho, tengo novia- Todos lo miraron- Y me encantaría que la conocieran.

-Yo sí la quiero conocer- Dijo Alice y Henry solo se encogió de hombros- Y bueno, ya que estamos soltando secretitos.

-No me digas que estás embarazada- Soltó Ingrid con voz aguda.

-Abuela, eso no es posible, Margot no puede embarazarme- Rodó los ojos y la Swan mayor suspiró aliviada.

-Cariño ¿Qué nos quieres contar? – Preguntó Emma.

-Me di de baja de la universidad- Dijo demasiado rápido.

- ¿Qué? – La voz de los tres adultos resonó.


-Entonces, fingieron ser pareja- Exhaló Cora mientras tomaban café en el jardín de su casa.

-Sí, y nos salió el tiro por la culata- Resopló Regina- Nos quedamos sin Konene y sin trabajo.

- ¿Por qué no nos dijiste antes, Regina? – Reclamó Fiona- No puedo creer que no hayas confiado en tu madre.

-Mamá, no le podíamos decir a nadie, había demasiadas cosas en riesgo, y ahora todo es un desastre- Recostó la cabeza en la mesa de centro, miró a Valeria jugando con un pingüino de peluche y sintió que sus ojos picaron al comprender que ya no vería a su pequeña Valentina todos los días. 

-Cariño, Valeria y tú pueden quedarse aquí todo el tiempo que necesiten, esta es tu casa- Aseguró la anciana.

-Gracias, abuela.

-Dile gracias a la bizcabuela- Habló Fiona en tono de bebé con Valeria.

- ¿A la qué? – Se indignó Cora y Regina se rio, aunque su corazón estaba apachurrado- No te rías- Le dio una palmada cariñosa a su nieta.


-Perdóname, yo sé que lo que hicimos estuvo horrible- Dijo Emma a su ex esposo- Pero yo no podía perder a mis hijas.

Madre solo hay dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora