Madre solo hay dos

La verdad no peca, pero incomoda

Yo de nuevo, dándole continuidad a esta historia.

Buena lectura 😉

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-Sí, mamá, Regina está muy caliente, pero tiene muchas cualidades que admiro de ella, así que- Antes de continuar se escuchó una notificación peculiar del celular de Ingrid- ¿Me estás grabando? – Preguntó decepcionada.

-August me pidió grabarte para que Henry sometiera tus respuestas a una app de detección de mentiras- Confesó avergonzada.

-No lo puedo creer- Alzó la voz- ¿Y todo eso que me acabas de decir?

-Es verdad, cada palabra, y entiendo que estás enamorada de Regina y no tengo ningún problema con eso, pero lo que están haciendo esa niña y tú no está bien, no solo están engañando a sus familias, incluso van a incurrir a un delito si mienten en la corte, eso puede destruir sus vidas- Fue honesta, pero Emma ya no le creyó.

-Mi vida y la de Regina van a estar bien mamá, si tú te avergüenzas de tener una hija que es gay, pues entonces vete de mi casa, porque yo no voy a cambiar y menos pienso renunciar a Regina- Se sorprendió de la veracidad de las palabras que salieron de su boca.

-Está bien, me voy, solo espero que entiendas que no es porque seas gay, bisexual o lo que sea, es porque no estoy de acuerdo con tus mentiras- Besó la frente de su hija- Y de verdad espero que sepas lo que estás haciendo y no salgas lastimada.

-Bien- La acompañó a la puerta de la habitación- De paso dile a August que Regina y yo no usamos dildo, no lo necesitamos para darnos placer- Cerró la puerta y se recargó en ella.

Regina estaba preparándose un té en la cafetería del cowork, pero su mente estaba en otra parte, Emma la confundía, actuaba como si realmente estuviera enamorada de ella, lo que no ayudaba a su idiota corazón, por otra parte, estaba Arizona, que había demostrado que iba en serio en su relación y la morena tenía fuertes sentimientos por ella, pero no la amaba como a la otra rubia.

-Sé que Emma no quiere que hablemos- Apareció una de las dueñas de sus pensamientos- Pero, por lo que tuvimos, necesitamos platicar, que me aclares todo esto- La miró con algo de tristeza y la morena sintió un nudo en la garganta.

-Arizona, ya está todo muy claro ¿no? – Hubo duda en su voz y la rubia aprovecharía eso.

-Regina, ya déjate de juegos, háblame con la verdad, si esta es una estrategia para ganarles las demandas a Kristin y August, yo estoy dispuesta a poyarte- La miraba con tanto anhelo que Mills quería decirle la verdad.

- ¿Kristin te dijo eso? – Preguntó en su lugar.

- ¿Y qué importa quién me lo dijo? – Se pasó las manos por el cabello- A ver, mírame a los ojos, mírame y dime que no sientes nada por mí.

-Siento mucho si te lastimé ¿Ok? – No quería mentirle más de lo que lo había hecho diciéndole que no sentía nada por ella, así que se fue a su oficina con el corazón en la garganta.

-Estoy segura que Regina y Emma están fingiendo ser pareja para ganarnos a August y a mí la demanda- Le explicaba a Ariel que intentaba abrir la puerta de su departamento- ¿Tú sabes algo? – La pelirroja se giró a mirarla y se cruzó de brazos- Traté de hablar con Robbins, pero está más confundida que yo y no tengo a quien más recurrir.