|19|

1.8K 259 61
                                    

Había niebla por todas las calles, aunque comenzaba a dispersarse. En todo el camino solo se podía escuchar el sonido de los carros pasar y pequeños sonidos por parte de otras personas, para este punto estaba siendo ya algo incómodo y triste a la vez. Hoy era el cumpleaños de Akari y cierto azabache parecía olvidarlo. En cuestión de segundos estaban ya fuera de la escuela de la chica.

-Esta vez no podré venir, tengo cosas que hacer en la escuela.- mencionó sin más.

Akari solo lo miró, quería preguntar el porque pero no lo hizo. Desde hace días que se comporta así y la relación con la ToMan se vuelve cada vez más violenta.

-Puedo ir yo, no tengo clase de música.- respondió al instante viendo al azabache marcaharce, era su cumpleaños y solo quería estar con su....en realidad, ya no sabía ni que eran, pero de algo estaba segura. Era una persona bastante especial para ella.

-Como veas.- sin más sus pasos se fueron alejando de ella hasta perderse por completo.

El tiempo en la escuela fué de lo más deprimente, la chica intentanba una y otra vez no pensar en los últimos días. Baji se había ganado mayores problemas con Mikey, era como si está vez fuera un pequeño niño violento, comenzaba a descuidar su escuadrón al punto en que Chifuyu y Akari se hacían cargo. En los últimos días ella le preguntaba sin parar, lo detenía e incluso a veces tenía que recurrir a gritarle.

El tan esperado hora de salida había llegado.

-Espera, Akari.- Akari quién ya iba de salida se detuvo en seco por el llamado de cierta chica, Karla una compañera de salón.

-¿Qué sucede? Tengo prisa.- la voz ruda hizo que la chica se pusiera nerviosa y al instante Akari se dió cuenta lo molesta que estaba, si algo que odiaba de ella era que se desquitaba con otras personas sin conocerlas bien. En un leve susurro se disculpó.-

-Yo...te traje un regalo.- la chica se sorprendió, no del todo porque Karla no era la única que le había obsequiado algo. Lo que la sorprendió fué el regalo.-¡Feliz cumpleaños!- Akari tomó las dos cajas que le había dado.

-¿No crees que son varios obsequios? Con un feliz cumpleaños estaba bien y gracias.- Karla sonrió con pequeño sonrojo en su rostro. Al abrir la primera caja un dejá vu se adueño de su mente.

"-¿Ah? ¿Qué es lo que le pones, Kei?- una pequeña niña con unos ojos lindos miró a su pequeño amigo quién adornaba con una sonrisa unos dangos.

-¡Te gustará! Mamá me enseñó.- su rostro estaba lleno de harina, al igual que el mandil que le había robado a su madre y su diminutas manos estaban pintadas de colores rosas y verdes pero sus ojos brillaban como si lo que estuviera haciendo era lo más perfecto y vaya que lo era.- ¡Terminé! ¡Feliz cumpleaños, Akari !.-"

Una caja llena de dangos pero eso no era lo especial, en cada, estos parecían muñecos de nieve, solo que esta vez un muñeco de nieve de colores.- ¡Wow! ¡Son tan lindos, Kei! Es el mejor regalo que recibí hoy, gracias.- los ojos de ella brillaban y el azabache sonreía de oreja a oreja limpiando los rastros de harina.- ¿Lo compartimos?

El regalo que le había dado la chica era una caja llena de dangos en forma de muñecos de nieve, su voz ya no salía más y nudo se formó en su garganta. Si en otras circunstancias le hubieran obsequiado algo igual, estaría tan feliz pero ahora solo sentía nostalgia pero aún mantenía las esperanzas de recibir un abrazo de él.

Tragó en seco y con mucha dificultad pudo responder.- Gracias, Karla. Son tan lindos.- Guardó los dos regalos en su mochila y está vez ya estaba contra tiempo.- Lo siento, pero tengo que irme. Gracias por el regalo.-

𝑮𝒐𝒍𝒅𝒆𝒏 𝒉𝒐𝒖𝒓 | 𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora