Las manecillas del reloj hacían "clock" "clock" y unas gotas de sudor bajaban por su frente. Sentada en una de las sillas, nerviosa y esperando el regreso de su progenitora, su madre.
No podía seguir recorriendo el tiempo, está noche debía hablar con su madre. Era ahora o nunca, eso le había propuesto Emma.
No pasaron muchos minutos cuando unos pasos se escucharon detrás de la puerta de entrada. Akari movía los dedos de manera nerviosa y su rostro pedía a gritos por ayuda. La puerta principal fué abierta, dejando ver a una hermosa señora de cabellos castaños y mientras tanto, Akari suspiraba y tomaba valor.
-¿Eh? ¿Akari?- Preguntó la mayor apagando el cigarrillo que llevaba en manos.-¿Qué haces despierta a estás horas? Deberías dormir, mañana te llevaré a una conferencia de álgebra y química. ¡Serás la estrella de ese lugar!
-Yo...-Su voz temblaba. Ella estaba segura que debía hacerlo ahora. Apretó los dientes y los puños, no era el momento de ser cobarde.- No iré más, madre.
La madre iba a encender otro cigarrillo pero no lo hizo al escuchar las palabras de su hija, su rostro cambió drásticamente y eso desató un temor inmenso en Akari, definitivamente sus piernas y manos temblaban, en cualquier momento creía que podría desmoronarse como una muñeca de porcelana.
- Dime una buena razón por la que no irás.- Decía su madre firmemente sentandose en una de las sillas, quedando frente a su hija. Su mirada era profunda y su rostro se mantenía serio, era aterrador.- Anda, habla Akari. Te he preparado para que siempre actúes de la manera más madura.
La señora Hayashi podría ser amorosa algunas ocasiones, pero predominaba el aspecto imponente y exigente.
-¡Estoy cansada! ¡Me estás matando!-Akari luchaba por no dejar caer lágrimas de sus ojos, no soportaba mirar a su madre, ella tenía miedo. Apretando sus piernas y con la mirada abajo, sollozó.
Mientras tanto, su madre quedó impactada, pero no perdió la cordura. Ella escucharía a su hija hasta el final y después hablaría.
-Levanta la cabeza Akari y habla sin rodeos.- Los nervios en su hija aumentaban cada vez más, pero Akari no tenía otra opción. Con su cuerpo temblando de miedo levantó de apoco su rostro, hasta que sus ojos se encontraron con los de su madre.
-Ya no puedo madre, me estás asfixiando. Estudio mañana, tarde y noche. Voy a clases desde defensa personal y shogi, desde cosas tan complejas.-Akari comenzaba a alterarse, pero mantenía la mirada fija en su madre.- ¡Se supone que debería estar disfrutando! ¡Se supone que debería estar sonriendo como una niña de mi edad! ¡Se supone que debería estar feliz y no estudiar casi por dieciocho horas!.-
Lágrimas brotaban de sus ojos, ella ya no podía controlarse.
-Yo... Yo perdí a mis amigos por esto. Yo realmente quiero hacerte feliz mamá, pero esto es demasiado. Se que soy inteligente, te juro que no abandonaré mis estudios, pero por favor.¡Sácame de todos esos cursos!- Akari se encontraba exaltada, su pecho subía y bajaba. Ella aún tenía mucho que decir, pero sintió unos brazos rodando su cuerpo y limpiando cada lágrima que salía de ella, era su madre.
-Lo siento tanto, Akari.- Akari no lo podía creer, el apoyo que jamás imaginó lo estaba recibiendo, con lágrimas en los ojos ahora lloró más.- No sabía por todo lo que estabas pasando y sintiendo. Perdóname.
Aquellas palabras inesperadas de su madre hicieron que su corazón se fuera calidando de ese abrazo.
Los minutos pasaron, su madre ahora dormía. Pero Akari no estaba tranquila, aún había alguien con quién disculparse.

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𝑮𝒐𝒍𝒅𝒆𝒏 𝒉𝒐𝒖𝒓 | 𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆
FanfictionEn ese instante eran solo un pequeño atardecer, el era el suave rojo que tiñe el cielo azul y ella era la luz cálida que ilumina cada rincón de ese rojo. 📌 HISTORIA COMPLETADA. 📌Esta historia puede contener lenguaje explícito. 📌Puede contener spo...