13

110 16 9
                                    

JIMIN:

Me resulta muy gracioso ver a esta chica tan tímida y ruborizada cómo un tomate. No es la primera vez que le pasa, cuando está conmigo.

_ ¿Estabas pintando?-pregunta, de repente. Y es porque ha notado que traigo el pincel en mano.

Bajo la mirada hacia mi mano.

_ Ah, sí. Algo así-me encojo de hombros otra vez. Ella me observa fijamente, y me sonríe-¿Quieres ver?

_ Oh, ¿no le molestará a tu madre?

_ Descuida, está trabajando.

La veo retirarse las zapatillas, antes de tomarla de la mano y llevarla conmigo hasta la sala. Se queda con la boca abierta, cuando le enseño el lienzo en el que estoy trabajando. Suelto con delicadeza su mano, y me observa. Qué extraño. Ese contacto ya lo había sentido antes.

_ Wow, tú mismo lo pintaste.

_ Sí, pero no lo he terminado-replico, pensativo. A duras penas, he logrado plasmar el mar y las montañas.

_ Es increíble. Se ve muy real.

La miro fijamente otra vez.

_ ¿Qué otra cosa piensas agregarle?

_ ¿A la pintura? No estoy muy seguro-no dejo de mirarme la mano. ¿Por qué ese contacto suyo se me ha hecho muy familiar?-quizá...un atardecer, o algo así. Tal vez unas aves.

_ ¿Por qué no mejor una sirena?

_ ¿Una sirena?-le sonrío, divertido-no hay sirenas en Busán, qué yo sepa.

_ Bueno, entonces un ángel-se encoge de hombros-puedes pintar un ser celestial de esos, sentado en una nube.

Sí llego a pintar un ángel, mi padre me hará trizas. Pienso en esa noche, que me hizo volar a propósito, y me estremezco por dentro. Fue espantoso. No pienso volar así, nunca más. Mi madre sospecha que mi resfriado tuvo algo que ver con Acatriel, pero...he decidido no comentarle nada al respecto.

_ ¿Oye, estás escuchando?-sacudo la cabeza, y fijo la mirada en esta chica-¿Qué te parece entonces la idea?

Sigue hablando de la pintura.

Abro la boca para decir algo:

_ ¿Por qué un ángel, precisamente?

_ No te gustó la idea-niega con la cabeza, divertida, antes de sentarse en el sofá-bien, me doy por vencida.

_ Ya, dime. ¿Por qué un ángel?

Aún cruzada de brazos, lanza un suspiro y desvía la mirada.

_ La otra noche...me pasó algo muy extraño-arruga un poco la frente-no pude reconocer su rostro, pero...supe que se trató de una persona.

Asiento, y enarco una ceja.

_ Con que una persona-me siento sobre mi pequeña silla de madera-qué curioso.

_ Bueno, no sé sí fue una persona realmente. Parecía más...un ángel-continúo pintando, pero sin dejar de prestarle atención-un ángel caído. Sus hermosos ojos rojos relucieron intensamente en medio de la oscuridad-dejo de pintar, y la miro disimuladamente-me había salvado la vida...y jamás pude agradecérselo.

_ ¿Y por qué no?

_ Porque había desaparecido. En cuestión de segundos...me encontraba sola, en ese lugar.

Pienso en esa noche. Aquella chica andaba tan distraída, que sí yo no hubiera acudido a su rescate, no estaría aquí sentada fantaseando con ángeles caídos y ojos rojos. Pero yo soy uno de ellos. Yo tengo los ojos rojos. Yo fui quién la salvó de ese mortal accidente.

🔥 UN CHICO INFERNAL (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora