🔥 UN CHICO INFERNAL (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ) 🔥

23

JIMIN:

Me he visto casi arrastrado por esta chica, cuando ha visto uno de los puestos de comida callejera. El hombre nos observa con una sonrisa divertida.

_ Bienvenidos. ¿Qué les puedo servir?

Ella me observa, y yo me encojo de hombros. De acuerdo, parece que quiere cenar aquí afuera.

_ Será lo que esta chica decida-asiento cordial, y el hombre comprende. Abrazo a mi acompañante por encima de los hombros, mientras se limita a pedir dos Hotteok. Son unas tortillas coreanas rellenas de una dulce mezcla a base de cacahuetes y horneadas a la parrilla.

A (T/N) también le encantaba comerse una tortilla de esas. Pienso para mis adentros.

Frunzo el ceño, y sacudo la cabeza. Estoy pensando en ella otra vez. Mi chica.

_ ¿Se encuentra bien?-tanto el vendedor como la chica se vuelven hacia mí.

Asiento, aun cuando me siento confundido por todos estos pensamientos...que se combinan unos a otros en mi cabeza.

_ ¿Quieres pedir algo de beber?-observo a la preciosa chica que ya ha empezado a comerse su tortilla.

Me mira con la boca llena, haciéndome reír porque se ve graciosa. Se sonroja un poco, antes de disculparse en voz baja.

_ Puedo ofrecerles un par de botellas de cerveza.

Vuelvo a asentir, pero sin dejar de reírme. Ella me golpea el brazo, divertida, mientras nos comemos nuestras tortillas.

_ No te sigas burlando de mí.

_ Debiste ver tu cara, preciosa. Ah, lástima que no traje conmigo mi cámara.

_ Tienes tu teléfono.

_ Cierto, préstame el tuyo-hacía tiempo que no me comía con gracia un Hotteok de estos. Esta chica se ríe, mientras localizo su cámara, sosteniendo el restante de la masa con mi boca.

_ Pareces un conejo, cuando sostiene su zanahoria-musita, divertida.

_ Volvemos con el tema de los conejos-niego con la cabeza, antes de extender su teléfono al aire-sonríe.

Bueno, no nos vemos tan mal. Ella sonríe sosteniendo su comida en mano al igual que yo.

_ ¿No te parece que quedó muy oscura?-enarco una ceja, por culpa de los malos filtros en este teléfono.

_ No, quedó bien-revisa la fotografía una vez más-tienes una linda sonrisa.

_ Gracias-replico, cordial.

Por accidente, activo el flash de esta cámara, lo que me ciega por unos segundos.

_ ¿Qué estás haciendo?-suelta la carcajada.

_ Ah, esa cosa es peor que tu linterna-me froto los ojos-me quedaré ciego algún día.

_ Ah, los jóvenes de hoy en día-fulmino al vendedor con la mirada, pero no se percata de ello.

_ Necesitas actualizarte-mi acompañante se acerca a mí de nuevo con su teléfono-¿La cámara de tu teléfono no cuenta con flash?

Le arrebato este aparato de las manos, y le tomo una foto, cegándola por unos instante con tan intenso destello.

_ ¡Oye! ¡No es justo!-se cubre los ojos con una mano.

Me río como tonto, cuando veo la manera en cómo ha quedado con los ojos cerrados. Luce cómo sí se hubiera comido un limón entero. Se lo digo a modo de broma, y ella me lanza una mirada asesina.