Lo prometo

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Capítulo 15

Merlín.

Las lágrimas saladas no se detenían. Continuaban bajando por mi rostro, provocando sollozos que no podía silenciar.

Una gran cachetada llenó el lugar, dándome a entender que debía callarme y dejar de llorar como una pequeña niña. No podía dejar de hacerlo, pero de alguna manera, trate de controlarme.

-¿Alguna vez pensaste en tener un elegido, Merlín?-preguntó, para comenzar a acuclillarse frente a mis ojos.

-Sí.

Él sonrió de lado y con diversión, me agarró de la barbilla y elevo mi rostro marcado solo con sus golpes.

-¿Crees que te amaría sabiendo lo destrozada que estás mentalmente? Por favor, eso no pasará, porque las traidora como tú, Merlín, no merecen nada más que una buena golpiza y morir encerradas por toda su vida pagando su traición-apretó sus labios en una línea con rabia y agarro mis hebras jalando mi cabello.

Eso es mentira. Yo jamás los había traicionado, solo buscaba la liberación de mi mundo, pero que me dijera que mi elegido no iba a amar por estar destrozada física y mentalmente, me hizo cuestionarme de que no le contará nada y me quedara en silencio de por vida. Quizás este hombre tenía razón.

-Quizás evite decirle todas las cosas que me haces-Murmuré.

-No, no lo harás.

Asentí con una sonrisa y cerré los ojos cuando una cachetada una tras otra,sin borrar la sonrisa entre mis labios, me acosté sobre el suelo y murmuré.

-Lo haré y buscaré justicia algún día.

Me tiré el cabello cuando vi cómo llevaban de prisa el cuerpo de Darwin hacia una sala en concreto del hospital. No tenía pulso, no respiraba, no respondía. Una enfermera había murmurado que estaba muerto, sin embargo, Lala se negó y trató de reanimarlo cuando Darwin aún así no respondía.

Mis lágrimas descendían, no paraba de sollozar y jadear. Mi corazón estaba apretujado, sentía como el lazo que me unía a Darwin comenzaba a deshacerse, tenía un miedo horrible de perderlo. Apoyé mi espalda contra la pared y me deslicé al suelo, escondiendo mi rostro entre mis rodillas, sintiendo una caricia en mi cabeza cuando Keaton, Asher tuvieron la amabilidad de abrazarme cálidamente, dándome apoyo.

Lo sabía.

Dolía el vacío que comenzaba a crecer en mi pecho. El intenso dolor que comenzaba a invadirme, pero que ignore y me trague los gritos aguantando el dolor solo para mí, destrozando por dentro. Nuestro vínculo se estaba rompiendo y era una de las cosas más dolorosas que existía. Apreté mis labios y tragué aun cuando era tan imposible por el nudo en mi garganta.

-Merlín-Susurró Callum, sosteniendo mi mano entre las suyas. Me ayudó a levantarme y Asher limpió mis lágrimas, pero éstas volvieron a salir cuando retuve un grito de dolor al sentir mi corazón chocando con fuerza contra mi caja torácica.

Negué sin palabras. Sabía que si abría la boca uno de los gritos que retenía con tanta furia iba a salir y alertarlos.

-Vamos a una habitación, para que te sientas más cómoda sin la vista de nadie más en ti- Mi vista se nublo y comencé a ver todo rojo. Sorbí mi nariz y asentí con la cabeza.

Ellos me llevaron a la habitación en completo silencio. Me fije en lo callado que iba Keaton a mi lado, con la cabeza baja y las manos dentro de los bolsillos de su pantalón. Lo vi respirar profundamente cuando alzó la cabeza y me miró. Sus ojos estaban hinchados y lágrimas estaban esparcidas sobre sus mejillas.

Darwin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora