Todo

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Capítulo 22

Darwin.

-¿Ese idiota no te hizo nada más?-pregunté.

Mis manos rozaron sus muslos húmedos bajo el agua y los acaricié, mirando su rostro y viendo su atractivo estremecimiento.

Admire la hermosa de su cuerpo cuando ella no se dio cuenta. Sus caderas se habían vuelto anchas al momento de sentarse sobre mis piernas, su cintura se volvió diminuta y sus grandes pechos fueron los que cautivaron mis ojos y los mantuvieron presos, pendientes de los pequeños saltos que ella daba en algún momento.

Joder.

Admire la redondez y sobre ellos sus clavícula. No se notaban mucho, sus hombros delgados y suaves, sus brazos anchos, gorditos y perfectos. Deseaba tanto tocarla.

Volví a bajar la mirada hacia su vientre abultado, sus muslos anchos, dibujando preciosas líneas sobre ellos y al contorno de sus caderas.

Estrías.

Joder, que maravillosa obra de arte.

-Darwin... ¡Darwin!-me sobresalte y miré sus ojos.

Sus mejillas estaban rojas. Por Dios, me pilló observándola.

-Perdón, no pude evitarlo-me sonroje, mirando sus ojos.

Me gustaba mirarla a los ojos, porque sabía que eso la ponía nerviosa y desviaba su mirada hacia cualquier cosa menos a mi cara. Sus labios dibujaron una sonrisa y me rodeo con sus brazos, mordiendo su labio inferior.

-¿Te parezco atractiva?

¿Qué? Era una jodida broma.

-Joder, Merlín. Se me acaba de parar y me preguntas si eres atractiva, jodidamente lo eres, mi amor. Eres perfecta. Me encanta tu cuerpo. Me encanta todo de ti-dibuje un corazón sobre su pecho con el agua que estaba en la yema de mis dedos y me reí.

-Perdón por preguntar, solo quería saber tu respuesta.

-Ya la sabes, Rojita.

Agarré su cadera y la apretuje sobre mi entrepierna, haciéndola sentir mi erección. Trago saliva y miro hacia abajo, jadeando.

-Ahí hay una prueba de que mi cuerpo te desea como un jodido loco, mi reina.

-No pensé que harías eso-murmuró jadeante.

Apretó su agarre contra mis hombros y se movió allá abajo, bailando sobre el agua. Oh vaya.

-Un día aprenderemos los dos a complacernos... Ahora, disfrutemos de los dos. Conozcamos cada detalle de nosotros, te quiero conocer-detuve sus movimientos y me enderece, gimiendo suavemente cuando movió su cuerpo de adelante y hacia atrás, haciendo sus senos rebotar. Excitándome.

-¿Qué quieres saber?

-Todo.

...

Me enamoré.

Nunca creí que lo haría. Era mi primera vez conociendo a una mujer que no fuera mi hermana o mamá. Ella era diferente en todas formas, era maravillosa. Me tenía a sus jodidos pies.

-Recuerdo que una vez, estaba en el hospital, faltaban unos días para mi tercera operación, así que estaba muy débil y mi mamá había salido a trabajar. Quede a cargo de mi hermana pequeña y una enfermera nueva que llegó al hospital para atenderme-asintió, interesada en mis palabras. No despegaba sus ojos de los míos.

Hace un tiempo ya habíamos salido de la ducha. La ayude a secarse y la vestí con un vestido suelto. Nos acostamos en la cama y comenzamos a conversar como si fuéramos viejos conocidos.

Darwin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora