Ella no merecía esto.

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CAPÍTULO 3

Darwin

Opia

La ambigua intensidad de su mirada, o de sus ojos chocando contra los míos, me hacía sentir tan vulnerable, tan débil, y tan, pero tan hermoso.

Ella elevaba mi autoestima y mi pulso, y no se daba cuenta. Se supone que las almas gemelas aquí sienten lo del otro, o eso fue lo que mi cabeza comprendió. Quizás eso no era y estaba imaginando cosas, no lo sabía con exactitud.

Dejé de mirarla cuando ella me observó. Se veía completamente preciosa, incluso, creí darme cuenta que ella era la única mujer que resaltaba en la sala, era jodidamente preciosa. Las mujeres acá lo eran, eran hermosas, sin embargo, ella resaltaba entre las miles presentes.

Keaton me golpeó con su codo el costado de mi cintura y me encogí, mirando en su dirección.

-Cierra la boca, te van a entrar bichitos-murmuró.

Metí ambas manos dentro de mis bolsillos y me eché hacia atrás, levantando mi rodilla para clavarla entre sus glúteos, él exclamó cuando lo "apuñale" y me miró, levantando el dedo de en medio.

-Te estaba ayudando a dar una buena impresión-chilló.

Me reí de su rostro y volví a mirar en dirección donde ella. Callum estaba a algunos metros lejos de ella, sin embargo me di cuenta de la baja altura que tenía y lo pequeña que sería a mi lado.

¿Por qué estoy pensando en lo pequeña que sería a mi lado? Ella y yo no tendríamos nada más que algo profesional. Tenía que ayudarla a quedarse aquí, no podía permitir que ella sufriera nuevamente en su mundo, como Lola dijo.

Cuando ese hombre me llamó, tuve que tragarme el nudo que comenzaba a nacer en medio de mi garganta, sintiendo como mi corazón se acelera con cada paso que daba al estar tan cerca de ella. Llegué a su lado y mi brazos por mera casualidad se rozó son el de ella y sentí como mis vellos se erizaron de inmediato, mandándome varias corrientes por todo el cuerpo. Suspiré tembloroso y dije algo que sabía que la iba a lastimar, sin embargo estaba aclarando las cosas.

Era imposible que ella y yo pudiéramos mantener una relación, porque en un futuro yo me veía muerto. Lo estaría, obviamente. Sabiendo exactamente que me quedaba poco, ya que sentía que la infección corría por todo mi cuerpo. Aún me preguntaba, ¿Lala se habrá dado cuenta de mi corazón, o incluso, de las cicatrices en mi pecho?

No lo creo, ella habría comentado algo sobre ello.

-Es imposible negarse al vínculo, Darwin. Ya lo verás.

Apreté mis labios, reteniendo las ganas de decirle: "No lo creo. Me moriré pronto y ni siquiera tendré el honor de probar sus labios".

(...)

Necesitaba estar a solas. Sabía que de vuelta en casa, me iban a llenar de preguntas y felicitaciones, según ellos, yo quería una pareja, pero no, no la quería. No quería arruinar sus rostros cuando les dijera que me iba a morir y que lastimosamente no querría mantener el corazón de una muchacha que no alcanzará a conocerme, que llorará, quizás.

Cuando el transporte se detuvo, Tatum se giró desde su asiento, mirándome con tanta alegría brillando en sus ojos. Y me asusté. Mi cuerpo se paralizó y actúe de manera irracional, empujando a Asher y corriendo hacia la casa, entrando con tanta rapidez, para luego encerrarme en el baño y apoyar mi espalda sobre la madera de la puerta, respirando fuerte y con el corazón a mil.

... no eres suficiente.

... morirás.

... ella no te merece.

Lentamente, sentí como las lágrimas salían de mis ojos y goteaba sobre mis mejillas, hasta caer sobre mí barbilla. Me dejé resbalar por la puerta, hasta quedar postrado sobre la cerámica, mirando hacia la ducha con los ojos inundados de lágrimas.

¿Por qué? Quizás si tuviera la oportunidad de vivir, me la jugaría con todo para hacerla feliz, y eso que recién la estaba conociendo, pero el vínculo que me unía a ella era mucho más fuerte, algo que no era normal.

-Darwin... -llamaron detrás de la puerta. Sorbí la nariz y bajé la cabeza, susurrando.

-Quiero estar solo, por favor-mi voz salió tan ahogada por el nudo que me apretaba la garganta, haciéndome trizas y llorar con mucha más fuerza, queriendo quitar toda esa angustia, preocupación y dolor que había en mi alma.

Necesitaba sanar.

Mi mano inconscientemente se fue hacia mi pecho, en donde detalle la cicatriz con mi dedo sobre la camiseta, apretando en un puño esta misma y dejando salir un largo gruñido de rabia.

Me golpeé el pecho con el puño, sintiendo el dolor dentro de mi, mis costillas, mi pecho, mi cabeza, mis ojos.

Lo sentí. Me sentí horrible.

Ella no merecía esto.

Era injusto que la vida le devolviera millones de golpes. Ella salió de un lugar en donde lloró, gritó, sufrió y fue torturada, para venir a uno en donde la haré sufrir con mis acciones, acciones que son para protegerla.

Merlín... susurré en medio de un largo llanto. Todos mis vellos se erizaron de repente y el dolor comenzó a disminuir, quedándome solo con las lágrimas y la lucha de pensamientos negativos en mi cabeza.

-Darwin, ábreme la puerta, por favor. Me tienes preocupado, cariño-murmuró Tatum, desde el otro lado de la puerta.

Sonreí y mire mis manos. Me había lastimado al enterrar mis uñas en mis palmas. Limpié mis lágrimas y me levanté poco a poco, poniéndome frente al espejo, para mirarme.

Mirar al desastre que le prometí a mi hermana que no volvería. Pero le falle.

Me moje las cara, tratando de pasar por desapercibido que había llorado, sin embargo fue en vano y tuve que abrir la puerta, encontrándome a todos en el pasillo. Tatum fue la primera en rodear mi torso y pegarme a su cuerpo en un cálido y cariñoso abrazo, que me estremeció.

Mis ojos se cristalizaron y cuando los chicos lo notaron, automáticamente escondí mi cabeza en el cuello de Tatum. Tatum y yo nos habíamos vuelto buenos amigos, casi hermanos. Me agradaba, tanto que temía el día que...

No pienses en ello.

Luego de un rato sentí los brazos de los demás rodearme. Sabía que Travis estaba aquí con nosotros, porque lo sentí también darme un abrazo y revolver mi cabello.

-Todo saldrá bien, ¿sí?-susurró Tatum.

-Ella tiene razón, puritano-dijo Keaton, poniendo una mano sobre mi estómago.

Asher me sonrió y me abrazó de vuelta.

Esperaba que todo saliera bien.

Claramente lo esperaba.

Darwin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora