—¡No quiero! —brama Baji.
Mina lo tiene de la mano, pero no de manera romántica. Sino que lo está jalando mientras él está agarrado del borde de la puerta de la sala de estudios.
—¡Dios! ¡Baji tenemos que estudiar! —vocifera.
—Podemos hacerlo después —él trata de convencerla, pero es tarde.
Ella acaba de idear un plan. Minami comienza a hacerle cosquillas detrás del oreja e inevitablemente él se suelta del marco puerta. A rastras ambos se dirigen a una mesa que descansa en el rincón más alejado de la sala de estudios.
—Abre el libro en la página 308. —Mina parece una maestra ya que usa un tono de voz estricto, el cual hace que Baji se estrese aún más —Tienes que dejar de ser tan engreído y testarudo. Todo esto lo hago por ti.
A regañadientes abre la página donde ella indico y comienza a repasar las clases de él último semestre.
—No es tan complicado si me prestas atención. —ella toma unos apuntes del libro del libro de biología mientras trata de resumir de la manera más clara posible. —¡Si se puede!
Las siguientes dos horas se las pasaron repasando y releyendo las clases. Mina esta muy inspirada. Estos últimos meses presto máxima atención a las lecciones de sus maestros e incluso solicito participar de clases extracurriculares para aprender todo lo que le sea posible. Siente la responsabilidad de hacer que Baji apruebe con buenas calificaciones. El año pasado no pudo ayudarlo, pero este año hará todo lo que este en sus manos para que él consiga pasar a segundo grado.
Todo lo contrario ocurre con Baji, que se encuentra en extremo aburrido, aún no comprende el gran sacrificio que ella ha hecho por él este año. Incluso Minami dejó de lado sus lecciones de arte sólo para concentrarse en aprender los temas que él no domina.
La jovencita cree que si ella logra donimar todo los cursos que Baji no, podrá enseñarle de manera simplificada todo. Además de repetirle todas las veces que sea posible hasta que logre entender.
Después del beso ambos han estado nerviosos. Un mínimo roce provoca que un temblor recorra sus espinas dorsales. Es una sensación nueva que jamás pensaron experimentar. Hasta me resulta gracioso verlos de esa manera. Con los rostros rojos y con el corazón latiendoles como demente.
—Tengo una idea.
—Dime... —musita entredientes la pelinegra.
—Cada vez que respondo correctamente me darás un beso... En los labios.
—No podemos hacer eso. —Mina susurra cerca de su oreja para que nadie más la escuche. —Estamos en la sala de estudios.
—Merezco una recompensa. No seas ingrata, estuve dos horas aquí. Además me duele el tracero, las sillas son muy duras.
—Ponte de pie.
Baji le hace caso, pensando que al fin se irán de ahí. Pero lo que hace la pelinegra lo sorprende. Ella saca la chaqueta de su mochila y la pone en el asiento del pelinegro. —Ahora sí, ya no te dolerá el tracero. Mi casaca es afelpada y al sentarse sentirás que lo haces sobre las nubes. —ella levanta los pulgares mientras sonríe y él no puede ser capaz de reprocharle nada. Su corazón ha empezado a latir con rapidez otra vez.
Sus detalles con él provocan que se enamore de ella cada día más, no se imaginan una vida sin Mina. Su corazón le pertenece, nunca se cansaría de observarla, solo quiere estar donde ella se encuentra.
—Esto no es lo mismo que un beso en los labios, pero... —Mina se acerca a él y toma su mano debajo de la mesa —es lo que te puedo dar en este momento. —Ella le da un pequeño beso en la mejilla y acaricia sus cabellos con delicadeza. —Te quiero.
Baji se queda en silencio. Ella se ha convertido en su mundo y algún día, en el futuro, le entregará su vida entera.
—Estudiemos media hora más y luego vamos a alimentar a Queen D.
Ahora mismo él es capaz de estudiar por dos horas más. Ha empezado a disfrutar a estar a su lado, le gusta verla tan concentrada mientras le lee los resúmenes que ella misma ha hecho para él.
Es la única que se preocupa por sus estudios, incluso ella le pone más atención a sus notas que él mismo. Es de las pocas personas que lo inspira a ser mejor.
—Tengo sed.
—Bien. —Mina cierra el libro y se pone de pie —Traeré algo para que tomes, ahora vengo. Descansa un poco.
Ella camina hasta la máquina expendedora más cerca y compra un refresco en lata de fresa. Al regresar al salón vuelve a tomar asiento a su lado, pero antes de continuar con las clases encuentra a Baji dormido.
Minami se recuesta sobre la mesa también y lo observa en silencio. Una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios, él es tan perfecto a sus ojos. Si le hubiesen dicho antes que llegaría a estar enamorada de alguien más de lo que estuvo de Mitsuya se habría reído. Pero ahora ese alguien está durmiendo a frente a ella y es una realidad.
Ella acerca su mano y acaricia la mejilla de Baji, luego rosa con sus dedos sus largar y oscuras pestañas. Solo espera que no se despierte, aunque ya son novios aún hay situaciones en las que los nervios la atacan al pensar en estar demasiado cerca de él.
No se arrepiente de nada, estos meses no ha practicado su técnica solo para estar lista en el momento que tenga que ayudar a Baji a repasar y cree que es la mejor decisión que ha tomado en su vida.
Baji merece este y más sacrificios, él los vale. Ahora mismo podría dar un millón de pequeñas razones por las cuales jamás lo dejaría ir. En el futuro, cuando sean ya mayores y maduros esta segura que le dará todos sus años y momentos.
Él es el amor de su vida.
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Tus mentiras en otoño (Baji X Oc)
Fanfiction¿Como podrías seguir adelante? Me quitaste lo que le daba sentido a mi vida. Cada mañana lo espero y al terminar la noche lloro acostada en mi cama porque sé que jamás volverá. "Koishiteru" es una expresión japonesa ultilizada cuando alguien quiere...