Minami sube corriendo las escaleras. Debe de cruzar el puente peatonal para llegar al otro lado de la calle. Le dijo a su tutora que llegaría temprano para dejar los papeles de la beca y del viaje a tiempo, pero ya es tarde y todo por culpa su zapato que se hallaba escondido bajo su cama.
A medida de avanza ve a alguien parado en medio del puente, su corazón se detiene cuando logra reconocer quien es. Es Baji, ella traga saliva e intenta pasar de frente. Le duele recordar que hace unos meses iban juntos a la escuela y ahora no pueden ni saludarse.
Ella pasa de el pelinegro y suelta el aire que mantenía en sus pulmones, pero de repente siente una mano que la toma de la muñeca y no la deja avanzar. Al instante un escalofrío recorre por su columna vertebral.
—¿Qué crees que haces? —Mina se niega a voltear. Volverlo a ver significaría más dolor, esta cansada de fingir que está bien y que lo está superando cuando en realidad se muere de ganas de ir a buscarlo.
Baji la suelta y ella se queda en el mismo lugar. Un suspiro escapa de sus labios para después darse la vuelta. Odia tanto estos sentimientos que tiene por él. Después de como la trató debería de aborrecerlo, pero no puede.
Ahora que ha estado lejos de él a comprendido que no puede vivir sin tenerlo cerca. Pero ¿cuántas probalidades hay de decirlo y que él vuelva a su lado sin dudarlo? Exacto. Ninguna, Baji ya le dejó en claro en más de una ocación que no piensa volver con ella.
—Yo...—Baji traga saliva para desvanecer el nudo en su garganta. —Yo no lo sé. Actúe sin pensar.
—Ahora te justificas.
Ella comienza a avanzar para continuar con su camino, pero la vuelven a detener.
—¿Quién eres tú? —la voz se le rompe al decirlo —No te pareces en nada al Baji del que me enamore.
—Mi...
—¡Si quieres que me quede dímelo! ¡Maldita sea! ¡Sabes que lo haría! —lo interrumpe y antes que diga algo más. La joven pelinegra se da la vuelta y lo enfrenta sin darse cuenta que está muy cerca de él.
—¿Entonces todavía me quieres?
Minami suelta una sonrisa con los ojos llorosos, la pregunta le ofende.
—No debería.
—Yo todavía te quiero.
Ella lo mira extrañada, no sabe a lo que él quiere llegar diciéndole esto, pero no piensa seguir humillandose.
—Pero no lo suficiente para que dejes todo por mí. Yo soy capaz de entregar hasta mi vida por tí, pero tú no por mí ¿Para que yo voy a continuar al lado de alguien que no me va a querer de la misma manera? —ella se acerca aún más él y lo observa fijamente —Ya sé que fui insistente, pero nada justifica la manera en la que me trataste. Después de todo, tiraste a la basura lo que teníamos por tu amigo ¿Ahora sí comprendes porque lo odio? Jamás odie a Yoshida por intentar asesinarme, pero Kazutora... Él está haciendo que pierda la cabeza.
—Él no tiene la culpa.
—Siempre intentas disculparte por lo que él provoca.
—Kazutora aún no reconoce lo que hace, pero en algún momento recapacitará. Yo lo ayudaré.
—Por que él si merece tu ayuda ¿No es así? Yo estuve ahí, contigo, en tus momentos más oscuros cuando todo se estaba derrumbado a tus pies, pero te pregunto ¿Dónde estabas tú cuando yo la pasaba mal? Y no hace falta que respondas por que tú y yo sabemos bien la repuesta.
—Lo siento.
—Te dije en más de una oportunidad que queria estar contigo en tus momentos felices, tristes y que podíamos compartir nuestras miserias. Pero cuando todo se vuelve difícil me haces a un lado y eso es tan injusto. Este amor ya no nos sostiene, solo nos queremos en los buenos momentos y en los malos somos una carga. Incluso si todo esto no hubiese pasado sé con certeza que hubiese terminado lo nuestro de alguna manera tarde o temprano. Era algo inevitable. Es injusto lo que haces conmigo, de un día para otro me abandonas sin razón aparente. Lo peor de todo es que lo único que pensé por días fue creer que soy alguien que merece ser abandonado.
Los ojos se le empiezan a llenar de lágrimas. No quiere sus lamentos vacios, quiere que le diga que cometió un error y regrese a su lado, pero esta vez con la única diferencia que acepte ser sincero con ella. De lo contrario es capaz de dar todo por terminado. No le importa en qué asuntos se haya metido, quiere involucrarse aunque sea peligroso. Pero su mente y su corazón no están de acuerdo, debe de alejarse de él. Ahora mismo Baji es la persona que más daño le ha hecho y tenerlo cerca solo ayuda a que la herida crezca y duela más.
—Ahora seré la que trace la línea. Hasta ahora fui yo la que te siguió y te suplico un poco de tu amor. Pero... —Mina ve la mirada lagrimeante de Baji y el corazón se le enrosca al tenerlo así frente a sus ojos. —¿Por qué haces esto? Me confundes y no sé que hacer o pensar.
Aunque desearía ser fuerte no puede, su corazón siempre termina ganando cuando se trata de él.
—Baji. No sé a dónde quieres llegar con esto. Sé sincero conmigo por primera vez en todo este tiempo, por favor ¿No crees que merezco un poco de verdad? Ya estoy demasiado perjudicada por todo esto como para seguir siendo solo una espectadora más.
Él rompe en llanto en ese mismo instante. Hacerse el fuerte tampoco funciona con él.
—No quiero que te vallas. —solloza.
¿Cómo él se entero sobre la beca? Es la pregunta que retumba en su cabeza.
Ella cree que debería de hacerle feliz verlo sufrir tanto, pero no es así. Provoca que en su garganta se forme un nudo con las emociones que no desea sentir. Esto es sólo una probada de la medicina que Baji le dio en cada encuentro pasado, de cierta manera se lo merece.
—¿Sabes? Te hecho de menos más que nada en mi corta y sin complicaciones vida . Pero el reconocerlo no cambiará nada, por que a este punto sé que no regresarás a mí por más que me ponga de rodillas ante tí. Debes de reconocer que esto lo haces por melancólica y recuerdos no por qué aun me quieras. Tú ya has seguido un camino y has decidido que no formaré parte de ese futuro. Yo tampoco debo dejar que intervengas en mis decisiones a partir de ahora. Ya no somos nada.
Ella se muere de ganas por abrazarlo, pero no lo hará por que significa que revivira experiencia pasadas en las que fue feliz y deseara volver a ellas otra vez. Esto es por su bien.
—Tienes razón. — Baji trata de recuperar la compostura y se limpia las lágrimas —Solo recuerda que puedes volver cuando quieras. No importa el día, el mes o el año yo te estaré esperando. Te lo prometo.
—¿Por qué debería de creer en tus promesas esta vez?
—Por qué de esta promesa depende mi vida.
Minami se da la vuelta y en cada paso que da siente que sus pies se entierran en arena movediza. Su corazón le ruega regresar, le súplica a gritos que vuelva, le dé un abrazo y consuele su dolor diciéndole que no ira a ningún lado si no es con él.
Este es el momento que estuvo esperando. Le suplico que le de esa oportunidad durante todas estas semanas. Él le ha dicho que quiere estar a su lado, que ya no le importa nada más. Cuando baja del puente ella vuelve a mirar hacia donde se supone que debe él de estar, pero nota que ya bajó del puente también.
Esta al otro lado de la pista y la está observando. Ella trata saliva y antes de que se le llenen los ojos de lágrimas se da la vuelta y continúa caminando. Esto ya no lo puede controlar, su mirada es borrosa a causa de el líquido que los inunda.
Tampoco puede quitar de su cabeza la última mirada de Baji. Sin pensarlo ella se da la vuelta en intenta ir detrás de él, pero antes de subir otra vez el puente para llegar a Kaisuke su celular vibra en su bolsillo y encuentra un mensaje.
:—No debí pedirte que vuelvas cuando aún no he arreglado este desastre. Olvida lo que dije hace un instante. Adiós.
De esta manera Minami oyó la voz de Baji en aquel puente y su teléfono recibió un mensaje suyo por última vez en toda su vida. Ya no hace falta los arrepentimientos y las disculpas. Todo está a punto de acabar y ellos aun no lo saben. Pero en cuanto todo llegue a su final recordarán este doloroso momento como la última vez que cruzaron miradas y palabras con ganas de decirse que se aman con todo el corazón, pero que el orgullo y el miedo no lo permitió.
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Tus mentiras en otoño (Baji X Oc)
Fanfiction¿Como podrías seguir adelante? Me quitaste lo que le daba sentido a mi vida. Cada mañana lo espero y al terminar la noche lloro acostada en mi cama porque sé que jamás volverá. "Koishiteru" es una expresión japonesa ultilizada cuando alguien quiere...